Como un escudo que baja,
ahí se va poniendo el sol.
En México está cayendo la noche,
la guerra merodea por todas partes,
¡oh Dador de la vida!,
se acerca la guerra.
Orgullosa de sí misma
se levanta la cuidad de México-Tenochtitlan.
Aquí nadie teme la muerte en la guerra.
Ésta es nuestra gloria.
Éste es tu mandato.
¡Oh Dador de la vida!
Ténganlo presente, oh príncipes,
no lo olviden.
¿Quién podrá sitiar a Tenochtitlan?
¿Quién podrá conmover los cimientos del cielo...?
Con nuestras flechas,
Con nuestros escudos,
está existiendo la ciudad
¡México-Tenochtitlan subsiste!.
Cantares Mexicanos
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