LA BODA DE VECINDAD

Salvador Chava Flores Rivera

- Señor Tacho: ¿recibe Usted a la señorita Tencha por esposa?
- ¡No, me espero, me espero!
- ¡Qué se espera, ni qué se espera! ¡OOra se amuela!, ¿no?

Se casó Tacho
con Tencha la del ocho,
del uno hasta el veintiocho
pusieron un festón.

Engalanaron
la vecindad entera,
Pachita la portera
cobró sus comisión.

El patio mugre
ya no era basurero,
quitaron tendederos
y ropa de asolear.

La pulquería
"Las glorias de Modesta"
cedió flamante orquesta
pa' que fuera a tocar.

Tencha lució
su vestido chillante,
que de charmés
le mercó a Don Abraham.

Más con zapatos
se me iba pa' adelante,
pero iba re' elegante
del brazo de su apá.

- ¡Ah, qué juventud moderna! Yo no sé pa' que se casa, ¿eh?
Aprendan a mi apá: veintisiete hijos, ¡y sigue soltero el condenado!
¡ese es mi apá!

Al pobre Tacho
le quedó chico el traje,
y aunque hizo su coraje
así fué a la función.

Y en el fontingo
del dueño del garaje,
partió la comitiva
a la Iglesia La Asunción.

En carro fino
fue la fotografía,
que por cuenta corría
del padrino Don Chon.

luego el fontingo
sufrió seria avería,
volvieron en tranvía
los novios en camión.

Mole y pulmón
nos dieron en cacuca,
y hubo danzón
con la del veintidos.

De ahí los novios
se fueron a Toluca
"Feliz viaje de bodas"
decíamos a los dos.


Regresar a la página principal
Poesía Indígena
Poetas de la Nueva España
Poetas románticos y modernistas
Poetas Contemporáneos
Poesía y Canciones populares