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MANUEL GONZÁLEZ PRADA: PENSADOR LIBERTARIO PERUANO

RESEÑA

MANUEL GONZÁLEZ PRADA: Free Pages and Hard Times. Anarchist Musings (Pájinas libres y Horas de lucha: Meditaciones anarquistas). Edición, introducción y cronología por David Sobrevilla (traducción de Frederick Fornoff). Oxford, Nueva York, etc.: Oxford University Press, 2003, 303 pp. Pasta dura.

Esta obra es fruto tanto de la compilación y presentación del peruano David Sobrevilla (profesor de filosofía en la Universidad de Lima y la de San Marcos), actualmente el principal estudioso de las ideas filosóficas en el Perú*, como de la traducción de la misma al inglés por el estadounidense Frederick Fornoff (quien enseña español, literatura comparada y creativa en la Universidad de Pittsburg). Precisamente el libro forma parte de la serie Library of Latin America de la Oxford University Press creada para divulgar entre sus lectores angloparlantes a diversos autores iberoamericanos del siglo xix.
Como el mismo Sobrevilla reconoce, en los criterios que usó (p. xi), este libro en inglés se basa en  los tres tomos y siete volúmenes de Manuel González Prada. Obras (Lima: COPE, 1986), editado, prologado y anotado por el finado Luis Alberto Sánchez que incluyó textos publicados en vida e inéditos que proporcionó y anotó Alfredo, el hijo de Manuel. Casi la mitad del libro que reseñamos son ensayos sobre la realidad peruana, la otra mitad son textos sobre anarquía en general, y el resto son algunos cuantos escritos de filosóficos, literarios y lingüísticos.
El orden del libro asumido por el compilador (p. xii) se basa en las mismas obras de Manuel González Prada (MGP): a. textos publicados mientras vivió (once de Pájinas libres y cuatro de Horas de lucha), b. dos ensayos de Nuevas pájinas libres, c. un texto de El tonel de Diógenes, d. cierta cantidad de artículos de panfletos anarquistas, e. algunos escritos tardíos que no hubo donde publicar pero que póstumamente aparecieron con el título de Bajo el oprobio.
Sobrevilla sugiere además al lector una guía para leer y entender la postura del anarquista peruano (p. xii):


I. Problemas peruanos.
A. Análisis y posibilidades de la situación peruana:
"Nuestra madre" (El legado de España), "El corazón marchito", "La educación católica", "Perú i Chile", "Nuestros magistrados", "El caporalismo", "Nuestros indios", "Vijil", "Grau".
B. Propuestas gonzález-pradistas:
1. positivistas radicales: "Conferencia en el Ateneo de Lima", "Discurso en el Teatro Olimpo", "Discurso en el Teatro Politeama", "Propaganda i ataque".
2. anarquistas radicales: "Los partidos i la Unión Nacional", "Tiranicidio", "La buena revolución".

II. Anarquía.
A. Problemas sociales:
"El intelectual y el trabajador", "La autoridad", "El Estado", "La espada", "La rebelión del soldado", "Los anti-políticos", "La policía", "Las dos naciones".
B. Propuestas anarquistas:
"Anarquía", "La responsabilidad del anarquista", " El individuo", "La fuerza", "La revolución", "Las huelgas", "La Comuna de París", "La fiesta universal", "El principio", "El primero de mayo, 1907", "El primero de mayo, 1908", "Socialismo y anarquía".

III. Problemas filosóficos, literarios y lingüísticos:
"La muerte y la vida", "Un rato de filosofía", "Renan", "Poesía", "Notas sobre del idioma".

En la introducción se nos dice que al morir MGP era conocido en el Perú y en Hispanoamérica. Poco antes de morir ya había sido entrevistado por los mejores escritores y periodistas jóvenes del Perú como José Carlos Mariátegui, Abraham Valdelomar, César Vallejo, Félix del Valle, etc. Entre sus admiradores extranjeros destacaron el español Miguel de Unamuno --quien dijo que había pocos autores, americanos o no, que podían estremecer la mente como él-- y el venezolano Rufino Blanco-Formosa --quien le alabó su prosa escultural, su estilo marmóleo y musical, su imaginación poética y científica--. ¡Y sólo tenía 2 libros de prosa y 3 de poesía publicados!, además de muchos artículos y poemas aparecidos en periódicos, una antología poética y revistas. También en la misma introducción se habla de cuatro distintos períodos de la vida  de MGP: Los formativos (1844-1879), Los años positivistas radicales (1879-1891), Los años europeos (1891-1898), Los años anarquistas radicales (1898-1918).
Sobrevilla afirma algo importante "Prada no fue un investigador social ni tuvo ninguna metodología científica que le permitiera conducir un análisis objetivo de la realidad del Perú. Más bien, fue un gran escritor que, como tal, sólo pudo lograr tal análisis describiendo y criticando lo que observó basado en las lecturas que realizó" (p. xxxviii, traducción nuestra). Tal crítica continúa la de José Carlos Mariátegui, el icono del marxismo peruano,  que dijo que a pesar de predicar realismo MGP nunca llegó a ser realista pues siguió el utopismo bakuniano en vez del materialismo histórico, y que no nos legó ningún estudio de la realidad peruana y propuestas para solucionar sus problemas (véase su "El proceso de la literatura" en su obra Siete Ensayos sobre la Realidad Peruana, Lima: Minerva, 1953, pp. 201-2).
Sobre la recepción de MGP en autores posteriores se menciona (p. xlvii-xlviii) a los derechistas José de la Riva Agüero quien afirmó de él que era intransigente en asuntos literarios, un intolerante religioso y un incapaz de tomar acción en la política, y Ventura García Calderón lo calificó de ser el menos representativo de los escritores peruanos, de tener una estética destructiva y de ser nihilista revolucionario. El centro-derechista Víctor Andrés Belaúnde calificó el pensamiento de MGP como una desviación radical producto de una ingenuidad aprendida que lo llevó al desdén de la ansiedad religiosa, el rechazo del cristianismo y la deificación de la ciencia. Y desde la izquierda José Carlos Mariátegui habló de él como "el primer momento lúcido" de la conciencia peruana pero a la vez le reclamó no haber organizado el radicalismo peruano, por no haber conducido un estudio de la realidad nacional, por haber cultivado un anticlericalismo poco serio. Luis Alberto Sánchez consideró a MGP con toda gama de cualidades positivas y negativas, entre éstas sus prejuicios raciales, su fácil acomodo a su papel de propietario y la base individualista de su anarquía. El primer Mario Vargas Llosa vio entre los diversos méritos gonzález-pradistas su compromiso social como escritor y notó como un demérito el que haya viajado a Europa casi después de haber fundado el Partido Unión Nacional. Pero el crítico más severo fue el historiador Jorge Basadre quien lo calificó como el burgués con una astilla en el hombro: un apóstata que vivió sólo para la destrucción de la clase de la que provenía.
Pero, ¿qué queda del legado de MGP? Según Sobrevilla ya son algo desfasados (p. xlix) su: 1. anticlericalismo virulento, 2. excesivo llamado al compromiso social del escritor y su sobreestimación como pensador e individuo aislado, 3. ausencia de un programa político realista para la división y la distribución del poder, 4. carencia de algún programa económico (los puntos 1, 3 y 4 concuerdan con las críticas mariateguianas, v. op. cit., pp. 201-4), 5. su sobreestimación del individuo y sus derechos, 6. justificación de la violencia individual, 7. fe en una convergencia entre las trayectorias de la evolución y la revolución.
Por otra parte para el editor del libro que reseñamos permanecen profundamente vivas las siguientes ideas de MGP (p. l): 1. su análisis del Perú como un país sumido en una larga y profunda crisis debido a diversos factores, entre ellos principalmente el militarismo; 2. su convicción de que hay la necesidad de una secularización --o modernización en términos actuales-- del Perú para superar su atraso; 3. su rechazo del poder encarnado en el Estado, la Iglesia y en los dogmas políticos tales como la soberanía ilimitada del pueblo; 4. su crítica de la propiedad privada; 5. su crítica del socialismo autoritario; 6. su idea que para revolucionar las estructuras sociales, políticas y económicas primero tienen que transformarse los seres humanos; 7. su convicción de que la revolución no consiste en la simple revuelta del status quo sino que a partir de la reforma habrá varias revoluciones: a) la filosofía contra el dogma, b) el ciudadano contra el Estado, c) el trabajador contra la explotación del capital, d) la mujer contra la tiranía del hombre, e) ambos sexos contra la esclavitud del amor y la prisión del matrimonio; 8. su prioridad del universalismo sobre el comunitarismo --en términos contemporáneos--; y 9. su condena de la guerra. En suma, permanece más vivo que nunca el ideario anarquista-libertario que está a favor de toda eliminación de poder opresor sobre el individuo.
Las ideas gónzalez-pradianas nos demuestran, entonces, que la República del Perú sigue con los mismos graves problemas denunciados hace más de 100 años. Luego es comprensible que aquí y ahora (como en muchas partes del mundo luego de la caída del Muro de Berlín) esté resurgiendo un interés por el anarquismo de todo calibre (de izquierda y derecha, cristiano o ateo) y se esté redescubriendo y propagando las obras de MGP tanto en las universidades como fuera de ellas --gracias a sus textos en Internet o a algunas reediciones--.
En el Perú algunos de sus seguidores actuales también lo citan y hasta lo emulan al escribir artículos anticlericales, secularistas y contra el stablishment nacional e internacional de tono muy ácido y crítico, mayormente para leerse por correo-e, páginas web o algún periódico de vez en cuando. Y, por si fuera poco, en el norte peruano hay una asociación que lleva el nombre de MGP que participó --en alianza con un partido político-- en los comicios municipales del 2002, contrariamente a la postura anárquica.

(M. A. Paz y Miño, Director RPFA)

*Lo cual es evidente por sus libros Las ideas en el Perú contemporáneo (1980), Repensando la tradición nacional, 2 vols. (1988-89), La filosofía contemporánea en el Perú (1996), Augusto Salazar Bondy (1995).

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Otro libro reseñado:
Thomas Ward: La anarquía inmanentista de Manuel González Prada.

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