La tesis ganadora del Premio Bienal ININCO 2002 (Instituto de
Investigaciones de la Comunicación de la Universidad Central de
Venezuela) por su originalidad, rigor teórico y metodológico
y profundidad intelectual fue Ciencia, Seudociencia y Anticiencia - cómo
los medios colaboran con la desinformación del público de
Sami Rozenbaum Rajs, egresado de la UCAB. (...)
La tesis ganadora, según la intervención de la profesora
Migdalia Pineda en representación del jurado, tiene el mérito
de haber seleccionado "un tema mayor y poco investigado en el cuadro comunicacional
internacional", haber realizado un "vigoroso tratamiento de este" y haber
utilizado rigurosos instrumentos teóricos y metodológicos.
(Fin de la cita) ---------------- Y esto es lo que dice la contraportada
del libro, que a su vez se basa en la introducción, y que fue “fusilado”
(venezolanismo que significa “refritado” o glosado con poca creatividad)
por la mayoría de los periodistas: Ciencia, seudociencia y anticiencia
- cómo los medios colaboran con la desinformación del público
ha sido merecedora del Premio Bienal ININCO 2001 al mejor trabajo de grado
sobre comunicación de las universidades venezolanas. Resulta lugar
común afirmar que vivimos en una era científica. No cabe
duda de que los conocimientos obtenidos por medio de la ciencia, aplicados
en una tecnología que avanza exponencialmente, permean todos los
aspectos de nuestra existencia al punto que esta no sólo se nos
antoja imposible, sino inimaginable, sin los productos y procedimientos
elaborados apenas en el último siglo. Pero la impronta de la ciencia
va mucho más allá de los artefactos o métodos que
empleamos cotidianamente: hoy en día, innumerables conceptos de
las ciencias naturales subyacen en nociones corrientes sobre la historia
y la política, así como en el lenguaje, la cultura popular,
la imaginación colectiva, los mitos, las supersticiones e incluso
--notable paradoja-- en la fe religiosaa. No obstante, el conocimiento científico
constituye un entorno arcano para la mayoría de la población,
tanto en el mundo industrializado como --y sobre todo-- en los países
menos avanzados, como Venezuela. El sistema educativo nacional, considerado
uno de los más ineficaces del planeta, se manifiesta particularmente
débil en la enseñanza de materias que, según afirma
reiteradamente el propio discurso oficial, son prioritarias para un verdadero
desarrollo. Los medios de comunicación, al constituir en la sociedad
contemporánea una fuente primordial de conocimientos e ideología,
han cumplido un papel clave en el cambio radical de la percepción
de la ciencia por parte del público. Ciencia, seudociencia y anticiencia
de Sami Rozenbaun Rajs persigue describir tal proceso.
(El libro está disponible a través de www.comala.com).