HISTORIA DE UN AMOR CIBERNETICO




Nos conocimos a través de la red y Dios no permitió que la distancia fuera un obstáculo entre nosotros. El vivía en Michigan y yo en Puerto Rico, un mundo entre nosotros; pero para Dios no hay nada lejano, y mucho menos imposible. Nunca podré olvidar el 11 de septiembre de 1998 cuando Héctor me pidió que fuera su novia luego de 5 meses de chatear en el internet y hablarnos por teléfono.

Recuerdo que fue para San Valentín 1999 cuando viajó a Puerto Rico para conocerme personalmente y darme la sortija de pre- compromiso. Que hermoso e inolvidable fin de semana; pero el tiempo lamentablemente no se puede detener y Héctor regresó a Michigan. En una de nuestras pláticas me preguntó dónde me gustaría vivír, si en Michigan o Florida, y por el clima le dije que en Florida. En Marzo se muda para Florida y el 4 de julio llegó inesperadamente para mi cumpleaños...¡Que bella sorpresa!!!

A unas pocas semanas, luego de mi cumpleaños, me dice que me extraña mucho, que yo había cambiado su vida y que quería mudarse a Puerto Rico para que pudieramos vernos todos los dias, para aprender todo sobre mi, como cargarme, como usar mi silla de ruedas en fin que me amaba.

En agosto se mudó a Puerto Rico y comenzamos a conocernos realmente, ya no era lo que me decía a través del internet o del teléfono, ahora podía mirarlo a los ojos, ver sus gestos mientras conversabamos y más bello aún sentir que lo que me decía era cierto, que era completamente sincero conmigo.

En una de las ocasiones que saliamos a comprar o simplemente mirar vitrinas mientras caminabamos, me dijo que se sentía orgulloso caminando de mi mano. No podía creer lo que había escuchado y le pedí que me repitiera lo que me había dicho y luego comencé a llorar. Lloré, lloré de alegría pues en mis oraciones le pedía a Dios un compañero que se sintiera orgulloso de estar conmigo, que viera mis sentimientos, mi corazón, mi yo interno y que me amara a pesar de mi limitación física. Una vez más Dios me dejó saber que él siempre escucha y contesta nuestras oraciones.

El primero de enero del 2000 hicimos una reunión familiar en la que nos comprometimos. El sacerdote de la iglesia que visitabamos nos bendijo y le dejamos saber a nuestros seres queridos cuando sería nuestra boda. Pero la mayor sorpresa, era que nos iríamos a vivír a Orlando Florida.

En marzo Héctor vuelve a Florida, pero en esta ocasión, a Orlando donde nunca antes había estado. Fue para conseguir lo que sería nuestro hogar, con todas las facilidades que mi condición requiere.

Estuvo dos largos meses pero gracias a Dios consiguió el apartamento cómodo, amplio y especialmente con la rampa para mi silla de ruedas, así que en mayo regresó, lo extrañe muchísimo.

El 24 de junio luego de tanto ajetreo, sustitos, alegría y emociones nos casamos fue un dia super especial e inolvidable, gracias a Dios estaba realizando el sueño más añorado por toda mujer...casarme, pero sobre todo con el hombre que amaba, el que Dios había puesto en mi camino.

El día siguiente viajamos a Orlando Florida donde vivímos dos hermosos, alegres e inolvidable años. En agosto del 2002 decidimos regresar a Puerto Rico pues añorabamos estar cerca de nuestras familias. Dios nos bendijo al conseguir la casita que deseábamos y por la que habíamos orado. Le agradecemos a Dios a cada instante lo maravilloso y bondadoso que ha sido con nosotros.


Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. (1 Tes. 5:16-18)
































TRIPLES with EMMA
<BGSOUND SRC="titanic.mid" LOOP=INFINITE>