Boletín (19 de agosoto de 2001)

Quisiera agradecerles otra vez por la linda acogida que han dada al Padre Juan Diego. En la Segunda colecta hubo $1270 para ayudar en la construcción del seminario en Apatzingan. El Padre Juan Diego estuvo muy contento a causa de su apoyo y yo sé que para Uds. ha sido un gran aliento tenerlo con nostros. También quisiera agradecerles por el apoyo para Sacerdotes por la Vida. En las siete misas domincales un total de $1712 fue donado para ayudar esta organización en promover la dignidad humana desde la concepción hasta la muerte natural.

La presencia del P. Juan Diego y del P. Denis Wilde me permitió ir a la conferencia de Courage (Valentia) en Chicago. Es una organización para personas que experiementan atracciones al mismo sexo y que quieren vivir las enseñanzas de Jesús en cuanto a la castidad. Hubo 200 personas, hombre y mujeres, que participaron en la conferencia. Dieron un testimonio a lo que la Segunda lectura de hoy nos dice, “no se cansen ni perdan el ánimo,” sino “librémonos del pecado que nos ata, para corer con perseverancia la carrera que tenemos por delante, fija la mirada en Jesús, autor y consumidor de nuestra fe.” (Hb 12:1)

Hay otro grupo en nuestra parroquia que lleva un cargo pasado: la personas cuyo matrimonio ha terminado en el divorcio. La parroquia de Holy Family desea ayudarlos. Tenemos una persona en nuestro equipo (“staff”) que trabajar con ellos. Sharon Carriere ha recibido el entrenamiento de la arquidiocesis para ayudar con casos matrimoniales. Es necesario para averiguar la posibilidad de lo que a veces se llama una “anulación” pero para hablar más correctamente es una “declaración de nulidad.” Es decir, que un matrimonio verdadero nunca existía.

La Iglesia no tiene poder para anular matrimonios, pero sí puede, al cabo de un laborioso proceso judicial, declarar que un matrimonio no se celebró válidamente. A ese ejercicio de potestad eclesiástica se le ha dado un nombre técnico: Declaración de nulidad.

Aquí hay algunas causas de nulidad mencionadas por el R.P. Eduardo M. Barrios S.J.:

l. Engaño de un contrayente. Supóngase que una joven desea ardientemente llegar a ser madre y su novio le oculta que el urólogo lo ha declarado irremediablemente estéril. Mayor engaño aún es cuando un cónyuge oculta que ya está casado con otra persona.

2. Rechazo de alguna cualidad esencial del matrimonio sacramento, tales como su unidad o indisolubilidad.

3. Conyugicidio. Un hombre, por ejemplo, asesina a su esposa para poder casarse de nuevo con otra mujer.

4. Las causas principales de nulidad giran en torno al consentimiento. La Iglesia enseña: "El matrimonio lo produce el consentimiento de las partes legítimamente manifestado entre personas jurídicamente hábiles, consentimiento que ningún poder humano puede suplir." (CIC #l057)

· a) Falta consentimiento cuando un cónyuge ha sido coaccionado o presionado para casarse. Basta para la invalidez cuando existe el miedo reverencial que un padre puede inspirarle a una hija tímida.

· b) También hay muchos defectos de consentimiento por culpa de patologías psicológicas que impiden un auténtico y libre "sí, quiero" para dar un paso tan trascendental en la vida de las personas.

La Sra. Sharon Carriere @ 206-767-6220 puede ayudar a una persona que quieren saber más sobre la posibilidad de un caso matrimonial. El proceso es completamente confidencial y muchas veces resulta en una sanación profunda para los que participan en él. También el Sr. Abel Magaña ha participado en talleres de la arquidiocesis y puede dar orientaciones en cuanto a este asunto delicado.

Por supuesto, nuestra meta fundamental es fomentar matrionios sólidos y santos. Para lograr esta meta es necesario participar en la vida sacramental de la iglesia. También en la parroquia tenemos diferentes grupos que ayudan a matrimonios, sobre todo el Movimiento Familiar Cristiano. Además este mes tenemos la presencia del Sr. Jesús Gonzalez que está dando el curso bíblico. Este tipo de formación no solamente fortalece al individuo sino también el matrimonio y la familia.