Título: La segunda vez también Capítulo II
Autor: Anaïs
Género: Romance/lemon
Clasificación: NC-17 ( C)
Nota: Esta historia es totalmente ficción. No me pertenece
nada que tenga que ver con t.A.T.u, propiedad de Universal Music. Esta historia
no pretende dañar a Yulia ni a Lena o al grupo.
(En el capitulo anterior, la mamá llega mientras las chicas se encuentran en la habitación).
- Lena, dónde estás?
- Acá arriba, mami!
Yulia entró en pánico y se escondió bajo las sábanas.
- Vístete, rápido Yulia, tenemos que bajar rápido! Metete
al baño, apúrate!
Yulia salió de su escondite y salió corriendo con su ropa
tropezándose. Lena se apresuró a vestirse y bajó a toda prisa.
- Hola mami!
- ¿Qué haces nena?
- Nada, estabamos preparándonos para salir Yulia y yo.
Está en el baño. Yulia, ya vámonos!
Yulia contestó:
- Ya voy, ya.
Y bajó las escaleras a toda prisa. Entró a la cocina donde
estaba Lena con su mamá. Al verla, Lena se sorprendió un poco pues traía la
camiseta al revés. La madre de Lena también lo notó pero no dijo nada.
- Bueno, pues ya vámonos!
- A dónde van?
- Vamos a una reunión de la escuela, regreso como a las
12, está bien?
- Bueno, pero no mas tarde, eh?
Salieron de la casa y apenas habían dado la vuelta a la
esquina y Lena le dijo a Yulia dándole un pellizco al aire:
- Oye, no inventes, traes la playera al revés! Mi mamá se
te quedó viendo.
- De veras? Y qué? A veces así la uso!
- Pues estuvo cerca! Otro poco y nos sorprende y mi mamá
si me mata!
- Ni se ha de imaginar, pecosa! ya no te preocupes.
Oye, me imagino la cara que van a poner
los de la clase. La abrazó de la cintura y la miró a los ojos.
Súbitamente, Lena desvió su mirada y con la voz cortada le dijo a su novia:
- Yulia, te amo mas que a nadie, pero si nos descubre mi
mamá, me da miedo, no quiero perderte.
Se lanzó a sus brazos a llorar y Yulia, como siempre muy segura de si misma le besó la cara y le
acarició los rizos para consolarla.
- Lena, no te preocupes! No va a separarnos nadie!
Poco a poco la pelirroja se fue calmando y terminó riendo
con las muecas que Yulia le hacía.
- Eres una payasa! Oye, vamos a ir de verdad a la reunión?
- Un rato, quiero presumirles a todos mi nueva novia!
- Estas loca!
Dijo empujándola.
- No me importa lo que los demás digan.
La tomó de la mano y le besó la mejilla.
- Puaj! sabe a sal! Jajaja! Te adoro!
- Eres muy chistosita enana...
Llegaron a la estación y se abrazaban jugueteando al bajar las escaleras. Una señora de edad les dijo:
- Qué guapo novio tienes niña!
Yulia volteó enfurecida:
- Novio! novio! soy su novia señora ciega.
Viendo a Lena preguntó:
- Soy bastante femenina, no crees?
- Claro que si.
Y la besó a toda prisa para evitar ser notada demasiado.
Salieron de la estación y el sol de verano se dejaba ver a
las 8 de la noche. El cielo azul contrastaba con algunas nubes haciendo
resaltar a la pareja que caminaba tomada de la mano.
Al llegar a la casa de la reunión, Lena soltó a Yulia y se
apartó apenas unos centímetros de ella. Yulia le reclamó:
- ¿Qué te pasa? Si antes también nos agarrábamos la manita! ¡Qué! ¿no quieres que
te vea tu "novio"?
- No es eso. Es que no quiero que hablen mal de nosotras.
- Pues ahora para que se te quite les voy a dar mucho de
que hablar y ningún noviecito tuyo me va a joder!
La puerta se abrió en el momento en que Yulia tomaba a
Lena por la cintura y la besaba apasionadamente. Los que se encontraban cerca
de la puerta apreciaron sorprendidos la pasión de ese beso. Lena se zafó del
beso como pudo y corrió calle abajo.
- Lena, hey Lena!
A dónde vas?
- A mi casa! Estás loca! Cómo te atreviste a hacer eso!
- Te dije que les quería presumir a mi preciosa novia, no?
- Pero esto es demasiado para mi! Es muy nuevo y muy
rápido! Te dije que no quería que se enterara mi mamá y ahora seguro algún
chismoso le hará llegar la noticia!
- Oye, pero no me grites! Cálmate, no va a pasar nada...
Lena se quedó en silencio y caminaron sin rumbo aparente.
Yulia tímidamente le agarró la mano y se dirigieron de nuevo a la estación. La pelirroja volvió a hablar.
- Si quieres regresamos...Perdóname Yuli, es que yo no
puedo ser como tu!
- Qué bueno que no eres como yo! No andaría contigo!
En el metro, caminaron hasta el fondo del anden. La
ostentosa decoración de la época comunista pasaba desapercibida para las dos
chicas enamoradas. El tren abrió sus puertas y caminaron hasta la parte
posterior. Yulia acorraló a Lena en el rincón del vagón y le hacía cosquillas.
- Ya estáte quieta chaparra!
Yulia se acercó al cuello de Lena y le susurro:
- Ya viste que sólo hay tres personas en el vagón?
- Si ¿y?
- Pronto se van a bajar...te apuesto...y entonces vas a
ser toda mía!
- Ay Yulia, de verdad que eres una pervertida!
(Continuará)