SI PRUEBAS UNA VEZ...

Autor: Alma
Clasificación: B
Categoría: Romance
Aclaración: No conozco a ninguna de las niñas y no pretendo dañar a nadie.
Correo: larusa77a@yahoo.com.mx

CAPITULO X

Las palabras de Iván aún resonaban en su cabeza, comenzó a dudar, pensaba que quizás él tenía razón y sólo se encontraban confundidas. De pronto la imagen de Julia se adueñó de su pensamiento, dejando muy en claro que lo que sentía era real, qué no tenía porque dudar de sus sentimientos, después de todo gracias a ella, estaba viviendo, si,  eso era, Julia tenía la capacidad de hacerla vivir. Dejó escapar una sonrisa y se prometió no volver a dudar jamás.

Julia por su parte, conocía muy bien a Lena, y la había notado algo distante, sabía que estaba confundida debido a lo que les dijo Iván en Italia, no quería presionar, sólo deseaba que Lena saliera de dudas, estaba convencida que si ella realmente la quería saldría de eso pronto y si no, de igual forma se lo agradecería, después de todo, fue en su compañía con quien había vivido los momentos más felices de su vida. Por su parte sabía que Lena era la única dueña de su corazón.

Las horas parecían ser interminables para Julia, cuando de pronto su madre, la llamaba.

Hija, tienes una llamada y será mejor que te des prisa, creo que te dará mucho gusto escuchar esa voz.

El primer pensamiento fue para Lena, estaba segura que esos dos días de estar separadas le habían hecho pensar las cosas mejor y ahora tendría una respuesta, suspiro profundamente y se prometió que sin importar cual fuera esta, seguiría protegiendo y apoyando a Lena como se lo prometió.

Bajo rápidamente, tomo el teléfono y contestó.

¡Hola!

¡Hola Julia!, ¿cómo has estado?

Dimitri, muy bien, ¿y tú?, ¿a qué debo ese milagro?

Pues muy bien, y se lo debes a que estaré en París más del tiempo que había planeado, imagínate ahora me han ofrecido una beca para estudiar fotografía.

Me alegro muchísimo, siempre fuiste muy bueno tomando fotos, y ahora resulta que serás un fotógrafo profesional.

Así es, dentro de algunos años lo seré.

Estás diciendo que tardarás algunos años en volver.

Si así es.

Es una lastima te perderás de muchas cosas.

Así es, pero estoy seguro que mi buena amiga, me invitará a tomar un café a mi regreso y me las contará.

De eso puedes estar seguro.

Bien niña, fue un placer charlar contigo, por el momento te dejo, tengo que ir por una información.

Bien Dimitri, te dejo y no olvides que te estaré esperando.

Lo se, cuídate.

La madre de Julia, estaba escuchando la conversación, y con eso según ella confirmaba que su hija y Dimitri mantenían una relación. Y que cuando el regresará le informarían a todos, pensaba además que lo mantenían así, para sorprenderlos y no causar problemas debido a la distancia que por el momento los separaba.

Julia se había percatado que su madre escuchaba, pero prefirió no darle importancia.

Las horas seguían pasando lentamente en el reloj de Julia, pero ya que más daba esperar, faltaban sólo unas cuantas horas para ver a Lena y para que ésta aclarará su situación.

Mientras tanto Lena, contenta ahora por haber aclarado sus sentimientos, se disponía a buscar la casa en donde ella y su compañera desde siempre, compartirían sus vidas. Tenía algunos ahorros, aparte de lo que ganaba con el grupo y tomaría el dinero de ahí para no levantar sospechas. Pidió a su madre la camioneta con el pretexto de comprar algunas cosas que le hacían falta.

Su madre se la presto y salió en busca de lo que sería su nuevo hogar. Comenzó visitando casas enormes  por un largo rato, se detuvo un instante para reflexionar y llegó a la conclusión que no era necesario tener una casa enorme y optó por comprar un departamento o una cabaña cerca del bosque. Visitó varios departamentos y ya tenía en lista dos, siguió su recorrido por las cabañas, e imaginó que sería mejor una de ellas, así ambas podrían sentarse en sus ratos libres a contemplar el invierno desde su ventana mientras se encontraban sentadas frente a la chimenea, con una taza de chocolate caliente y una cobija que las cubriera del frío, pensaba también que Julia la abrazaba y le susurraba palabras y poemas mientras veían caer la nieve, además estarían alejadas y podrían patinar cuando quisieran, ya que un lago se encontraba cerca de ahí.

Si eso haré compraré una cabaña y será de lo más romántico, estoy segura que a Julia le encantará la idea.

Escogió la más alejada, realizo los tramites correspondientes y se dirigió a su casa, después de todo ya la había alcanzado la noche y el día que la esperaba después estaría lleno de trabajo, sin contar que tal vez serían otros dos o tres, siempre que grababan un video era agotador y estaba segura que en esta ocasión sería igual. Pero la reconfortaba la idea de saber que una vez terminado el video, ella y Julia compartirían sus vidas para siempre.

Al día siguiente, Julia se levanto temprano, no había podido dormir bien, de hecho ya tenía tres días sin poder dormir. Oculto su profunda tristeza, suspiro profundamente y se decidió a tomar un baño, sabía que ese día sería el que marcaría su vida con alegría o con la más grande desdicha.

Una vez lista, escuchó que su cel sonaba, al tomarlo observo la foto de Lena mientras este seguía sonando, era ella quién llamaba.

¡Si! Respondió tratando de disfrazar su tristeza.

¡Hola flaquita!, espero no haberte despertado.

No pecosita, ya tengo rato despierta y aunque no lo creas ya estoy lista.

Me parece perfecto, porque estoy afuera de tu casa, apunto de tocar tu puerta y necesito hablar contigo.

En eso se escucho el timbre.

Julia no puedo evitar que se escapara un sonrisa bajó apresuradamente y se decidió a abrir la puerta. Dio un largo suspiro y...

Pasa!, le dijo mientras colgaba el cel.

Ambas comenzaron a reír.

 

Y bien, ¿qué te trae por aquí?

A que Julia tan distraída como siempre, hoy firmaremos otro video, ¿ya se te olvido?

No, como crees. Ya estoy lista y en el momento que me indiques nos vamos.

Lena también conocía mucho a Julia y había notado la tristeza que desprendía, pensó en abrazarla y decirle lo mucho que la amaba, pero se detuvo para que la sorpresa fuera mayor al decírselo. Fingió que no se había dado cuenta de nada y comenzó a bromear.

Oye flaquita, ¿qué piensas hacer cuando terminemos de firmar?

No lo se, esperaba que fueras tú la que me lo digiera.

Bien entonces, te lo diré hasta que terminemos de firmar, ¿te parece?

Si es esas tu decisión, estoy de acuerdo.

Llegaron a donde se firmaría el video, en esta ocasión sería en el baño de una escuela y en un carrusel, el video del nuevo sencillo. 30 MINUTES.

Los días transcurrieron Lentos para ambas, para Lena las horas eran interminables, pues ya no podía esperar más, deseaba terminar con el sufrimiento de Julia y compartir su vida con ella.

Mientras que para Julia además de ser las horas eternas, la estaba pasando mal. No podía soportar ver a Lena fajando con un chico, sabía que era por el video, pero de igual forma su estómago se retorcía al ver como éste la besaba y la tocaba. Mientras tanto ella tenía que conformarse con sólo verla. Y con recordar la veces que había sido ella quien recorría con sus manos su cuerpo.

Por fin el video fue terminado. Las jovencitas fueron felicitadas por todos.

Iván se acerco a ellas y les dijo que el video sería editado en los próximos dos días. Que después de estar listo tendrían que realizar varias entrevistas con los diferentes canales de videos, para promocionar el nuevo sencillo. Les pidió que se tomaran los dos días durante los que se editaría el video libres y que no cometieran ninguna tontería.

Una vez terminadas las instrucciones de Iván. Lena se acerco a Julia y le dijo:

 

Creo que ha llegado la hora de hablar, ¿ no crees?

¡Si! así es, y aunque estoy un poco cansada, te suplico que ya no demores en decirme que es lo que pasa, ya no puedo con esto.

Bien, Pero no creo que este sea un buen lugar para hablar, que te parece si nos subimos a tu auto y me llevas a el lugar que voy a indicarte.

Bien.

Subieron al auto, Julia conducía pensativa.

Te divertiste grabando el video? Pregunto Lena.

Sólo en la parte en donde se destruyó el carrusel y donde maquillamos el caballito. ¿Y tú?

Si, digamos que mi trabajo fue el más divertido. El chavo no estaba nada mal, ¿ o si?. Dijo muy irónicamente.

Si tú lo dices me imagino que no, además se ve que besa muy bien. Dijo Julia, mientras sentía que su corazón se partía en mil pedazos.

Bien da vuelta por ahí.

Cómo tu digas, ¿vamos a las cabañas?

Si, te dije que necesitaba hablar contigo y debido a que no se como reaccionarás, creí que sería mejor en donde nadie pudiera darse cuenta, ya vez como corren los chismes.

Si tienes razón. Además debemos guardar las apariencias.

Bien, flaquita ya llegamos, estaciónate aquí, entraremos a esta cabaña.

Ambas caminaron, Lena se adelanto para abrir una ventana.

Oye, no deberías hacer eso, nos podemos meter en problemas.

No, porque no tardaremos, además no creo que alguien llegue, estas cabañas sólo son utilizadas por gente que viene a descansar. Y ahorita no es temporada vacacional.

En eso tienes razón, aún no es temporada vacacional.

Lena se detuvo por un instante, haciendo la espera de Julia más tormentosa.

Prométeme que cualquiera que sea mi respuesta la vas a respetar. Después de todo seguimos siendo amigas y seguiremos juntas durante mucho tiempo en el grupo.

Julia dio un largo suspiro, bien Lena, si eso es lo que quieres, prometo que aceptare tu respuesta y sin importar cual sea, tendrás mi apoyo. No sólo en el grupo, sino como tu amiga.

Lena sonrió, dio un beso en la mejilla a Julia en señal de agradecimiento y la invitó a pasar.

Estás segura que quieres que entremos?

Así es, ahora resulta que la aventurera Julia Volkova, teme meterse en problemas.

No, no temo por mi, sino por ti. No quiero que te pase nada malo.

Julia, eso lo se. Y también se que mientras esté contigo nada me va a pasar.

Lena se acerco a Julia, la tomo de la mano. Y la empujo para que entraran.

Ya una vez dentro de la cabaña, Lena encendió la luz, después tras un largo silencio, lo único que se escucho fue el llanto de Julia.

Dentro de la cabaña, se encontraba la manta que Lena le había mostrado ya en otra ocasión y muchas rosas.

Julia no tuvo palabras, y abrazo fuertemente a Lena. Cómo se te ocurrió esto?

Ya ves, no eres la única creativa por aquí. Respondió con una gran sonrisa. Mi niña, no puedo estar ni un momento más sin ti, por esa simple razón quiero que vivamos juntas, y esta cabaña que ves aquí será nuestro hogar. Siempre y cuando tu aceptes tenerme cerca por el resto de tus días.
Cómo crees que no voy a querer, si es lo que más deseo en este mundo. Y sin soltar a Lena de sus brazos, comenzó a besarla.

Lena interrumpió, para decirle, no flaquita aún falta poner las reglas en esta casa. No creas que será todo tan fácil dijo sonriendo.

No lo creo, no pienso obedecer regla alguna. Pero si me castigas con tu cariño. Juro que las obedeceré todas.

Las dos se dejaron llevar por el momento y pasaron la primera de muchas noches, que compartirían por el resto de sus vidas.

Ya transcurrido el tiempo los padres de ambas terminaron por aceptar que ellas se amaban y no les quedo más remedio que apoyarlas.

Iván por su parte no daba crédito a lo que él mismo había comenzado. Aunque no le desagradaba esa idea. Ya que la fama de las niñas había aumentado bastante.

Julia y Lena por su parte se encontraban felices por estar haciendo lo que le gusta, por haber logrado su sueño de ser reconocidas por todo el mundo y lo más importarte por tenerse la una a la otra.