SI PRUEBAS UNA VEZ...
Autor: Alma
Clasificación: B
Categoría: Romance
Aclaración: No conozco a ninguna de
las niñas y no pretendo dañar a nadie.
Correo: larusa77a@yahoo.com.mx
CAPITULO
VI
Al abrir la puerta
Lena se encontró con una desagradable sorpresa. Ahí estaba su madre muy
molesta.
¿Qué
horas son estas de llegar?, ¿Dónde estabas?. Y no me mientas porque se muy bien
que no estabas en la sesión.
Mamá
a Julia y a mí nos dieron el día libre porque el fotógrafo se retrazó. Y cómo
era según nosotras nuestro último día libre, decidimos ir al club, yo tenía
muchas ganas de montar a caballo y Julia sólo me acompañó.
En
caso de que fuera verdad, ¿no crees jovencita que podías haber avisado?
Si
mamá, y lo siento muchísimo. Pero se nos pasó el rato volando.
Mira
niña. Si yo me llego a enterar que entre ustedes hay algo, la van a pasar muy
mal. Y tú no volverás a verla. ¿Entendiste?.
Si
mamá, y no te preocupes, eso no va a ocurrir. Julia y yo sólo somos las mejores
amigas del mundo. Pero sólo eso.
Así
lo espero, y por el momento creo que ya deberías dormir. Una última cosa, no
vas a usar el teléfono hoy.
Está
bien mamá.
Buenas
noches.
Lena
subió a su cuarto y se disponía a dormir sin tan siquiera imaginar lo mal que
la estaba pasando su amiga.
Mamá
te juro que lo que te dijo Dimitri no es cierto.
No
mientas Julia y si no le he comentado a la mamá de Lena es porque conozco su
temperamento y se que sería capaz de sacar a Lena del grupo.
Mamá
ya te he dicho no se cuantas veces que Dimitri te ha mentido. Lena y yo fuimos
al club, pero sólo montamos a caballo.
No se de que lago y de que besos me estás hablando. Tú has ido al club.
Dime, ¿has visto un lago por ahí?.
¡No!
Ya
vez, lo que Dimitri te dijo es sólo porque no quise salir con él. Está de lo
más ardido y no encuentra la forma de fastidiarme. Si tú le crees, habrá
cumplido su objetivo.
Está
bien hija, te creo por esta vez. Pero ya no irás a casa de Lena sola y ya no le
hablarás por teléfono.
Cómo
tú digas mamá, con el tiempo te darás cuenta que estás siendo muy injusta.
Se
marchó a su cuarto, cerro la puerta y comenzó a llorar. Lo único que pensaba
era el por qué la vida era tan injusta. Si ellas se amaban por qué ahora no
podrían estar juntas. Era increíble que después de habernos confesado nuestros
sentimientos las cosas estén mal y todo por terceras personas.
Interrumpió sus
pensamientos para tomar el dije que Lena le había regalado. No pudo evitar que
en su cara se formara una sonrisa. No entiendo cómo sucedieron las cosas, y no
quiero entender. Sólo deseo seguir sintiendo y estar con ella. La quiero tanto.
No, no sólo eso, LA AMO. ¿Qué me habrá hecho?. Seguía pensando. Hasta que por
fin el sueño la venció.
A
la mañana siguiente, se despertó temprano. Le voy a hablar a mi pecosita para
ver cómo amaneció. En eso recordó las palabras de su madre. ¡Maldición!, ¿Y
ahora cómo le voy a hacer para poder verla?. Apenas hace unas cuantas horas que
no la veo y ya la estoy extrañando. Julia. ¡contrólate!, ¿Me pregunto si estará
pensando en mí ahora?. Voy a ver televisión un rato. Tomó el control y se puso
a ver un programa.
Mientras
tanto Lena en su casa buscaba la forma de salir de para buscar a Julia. ¿Cómo le haré?. Mamá estaba muy molesta ayer
y si nos cachan. ¡Cielos!, no entiendo cómo pude enamorarme de ella. Digo esto
es lo máximo, pero es muy difícil cuando no es bien visto. Tengo que aguantar
hasta mañana. Después de todo mañana la veré en la sesión. Voy a leer un rato,
no ya se, mejor le voy a escribir algo. Así si mañana no me dejan hablarle
después de la sesión, ella sabrá lo mucho que la quiero y que la estoy
extrañando. Tomó el cuaderno y una lapicera y comenzó a escribir. Una vez
terminada la carta. Comenzó a leer un libro que su mamá le había regalado.
Estuvo
leyendo por un buen rato, hasta que llego a una escena romántica. ¡Cielos!,
Julia, ¿Qué estarás haciendo?. No puedo dejar de pensar en ti. Y apenas son las
12:00.
Por
su parte Julia se había quedado dormida.
Despertó
hasta las 14:30 porque su madre le hablaba para comer.
Julia,
¿no piensas probar alimento el día de hoy?
Si
mamá ya voy.
Bajo
rápidamente, estaba apunto de comer cuando sonó el teléfono.
Yo
contesto, dijo Julia apresurándose. Debe de ser mi pecosita.
¡Bueno!
Julia
no creí que te diera tanto gusto escucharme.
Ah,
eres tú Dimitri. ¿En qué puedo ayudarte?
Hablo
para invitarte a salir. ¿Qué dices si vamos al cine?
No
gracias, odio las películas.
Las
odias cuando las vez conmigo, porque con Lena bien que vas.
¡No
seas estúpido!, no quiero salir contigo y menos ahora que le dijiste todas esas
mentiras a mamá. Por tu culpa no me dejan salir CON MI MEJOR AMIGA. Idiota. Y
colgó el teléfono.
Pero
aun no daba vuelta cuando volvió a sonar. Ahora si debe ser Lena.
¡HOLA!
Mira
Julia si quieres que te de las fotos que le tomé debes salir conmigo.
¿Entiendes? Si no lo haces se las daré a la mamita de tu amada. Para ver que
piensa ella.
Eres
un idiota, te odio.
Ya
es ventaja del odio al amor sólo hay un paso. ¿A qué hora te recojo?.
A
las 17:00, porque tengo que levantarme temprano. Mañana tengo sesión. ERES UN
ESTUPIDO.
¡Gracias!
Yo también te amo. En un rato pasó por ti.
Julia
regresó al comedor. Ya no tengo hambre mamá.
¿Quien
era?
Dimitri,
me invitó a salir.
Saldrás
con él. Verdad mi vida.
Si
mamá en un momento pasará por mí y quiero que me vea muy presentable.
La
mamá de Julia sonrió, estaba orgullosa de que su hija saliera con Dimitri, él
siempre le había caído muy bien. Y estaba segura que ella pronto se enamoraría
de él.
Mientras
tanto Lena estaba de lo más aburrida. Cuando su hermana la invito a el cine.
Lena,
creo que estás muy solo. ¿Qué te parece si nos acompañas a mis amigas y yo al
cine?. Regresaremos temprano, y así tu podrás descansar.
¡No
gracias!. Prefiero dormir.
Cómo
quieras, pero si cambias de opinión. Te espero abajo. Nos iremos a las 17:00.
Está
bien. Si cambió de opinión bajo.
Llagaron
las 17:00 y ahí estaba Dimitri, tan puntual como siempre.
¡Maldito!,
ya llegó.
Hola,
¿nos vamos?. No quiero perder el tiempo.
Está
bien, ¡buenas tardes señora!. Creo que Julia tiene prisa, así que ya nos vamos.
Está
bien, cuídala mucho.
Quédese
tranquila, lo haré.
Subieron
al auto y se dirigieron a el cine. Mientras tanto, Lena bajaba, dispuesta a
salir con su hermana y sus amigas.
Llegaron
al cine y entraron a ver la película. Lena y compañía hacían lo mismo.
¡HOLA
LENA!
¡HOLA
JULIA!, ¿Qué haces aquí acompañada por este?
Mañana
te explico, no pienses mal. Y le susurro. TE AMO.
Lena
sólo sonrió. Y Le dijo YO TAMBIÉN TE AMO.
Antes
que nada entre ellas siempre había existido confianza y Lena sabía lo mal que
le caía Dimitri a Julia así que se encontraba tranquila. Julia por su parte
estaba molesta por haber encontrado a Lena y no haber podido comérsela a besos.
En lugar de eso tenía que estar al lado de un completo idiota.
En
el transcurso de la película Julia, le dijo a Dimitri. Parece que tome mucho
refresco y necesito ir al sanitario. Ahorita regreso.
Está
bien, pero si te veo con Lena le doy las fotos a su mamá.
Tampoco
me chantajees.
Yo
sólo decía.
Se
dirigió al baño. Para su sorpresa Lena estaba ahí.
En
verdad los milagros existen. Qué ángel tan precioso cayó del cielo.
Lena
se sonrojo.
Oye,
¿por qué estás con Dimitri?.
El
muy idiota tiene fotos de nosotras en el lago. Y me amenazó con dárselas a tu
mamá si no salía con él. Pero no te preocupes en cuanto se las quité me
marcharé.
Está
bien, chiquita. Te cuidado, y recuerda que yo confió en ti. Y que siempre
estaremos juntas. Le dijo mientras tocaba el dije que le regalo.
Lo
se, mi pecosita. Pero por el momento debo volver.
Le
dio un beso rápido y se marcho.
Ya
una vez sentada junto a Dimitri, le dijo dame las fotos.
No
lo haré hasta que te lleve a tu casa.
Si
no lo haces créeme que la pasarás muy mal.
Lo
se Julia, pero quiero primero pasar un buen rato contigo.
Eres
un...
La
interrumpió con un beso.
Mira
ya no vi el final de la película. Pero por ese beso no importa.
Mientras
Julia se limpiaba con desagrado la boca.
Vamonos,
te recuerdo que mañana tengo sesión.
Está
bien.
Al
salir del cine se volvieron a encontrar Lena y Julia, pero en esta ocasión sólo
pudieron cruzar unas cuantas miradas.
Una
vez en casa de Julia...