¿Cuál es la situación
actual de los DDHH en el país?
Hay un deterioro
preocupante que empieza a profundizarse desde el año 1999, y toma mayor
énfasis en 2000, paralelo a la crisis: a mayor crisis social, mayores
ambientes autoritarios y mayores casos de abuso de poder. Si hasta 1999
nosotros teníamos registradas entre ejecuciones extrajudiciales,
torturas, hostigamientos, etc., alrededor de 148 casos, en 2000 llegamos
ya a más de 300 casos, ninguno de los cuales ha sido resuelto, lo que
nos presenta un factor central de la situación de DDHH: la impunidad,
en la cual están vinculados fuerza pública y elementos privados de
violencia.
¿Elementos privados de
violencia?
En Santo Domingo de
los Colorados, los empresarios y hacendados, victimas de la zozobra
delictiva, han anunciado públicamente la organización de grupos
privados, en parecida experiencia a los inicios del paramilitarismo en
Colombia. Desde la década de los noventa empezamos a registrar casos
cada vez más numerosos en Esmeraldas, Guayas, Los Ríos, el sector de
La Maná, Imbabura. Ni el Estado ni la fuerza pública pueden ahora
olvidarse de un principio legal: el monopolio de la fuerza es únicamente
del Estado, no pueden ser entes privados los que manejen esto. Hay que
parar la violencia embrionaria, privada, que al unificarse con elementos
corruptos o violentos de fuerza pública, sin paga, puede originar fenómenos
como el colombiano.
El Gobierno Nacional
señala que los casos de ruptura a los derechos humanos son aislados y
no responden a una política sistemática...
El Gobierno esta empeñado
en difundir la idea de que en el país se respetan los derechos humanos,
que son casos excepcionales y que incluso existe alianza con la sociedad
civil para la aprobación de este famoso plan estatal de DDHH. Esto es
parte de otro fenómeno que en los próximos años dará expresiones
concretas: la banalización y burocratización de los DDHH. Internamente
tú puedes despreciar los DDHH, violentarlos o dejar que la situación
se deteriore, pero a escala internacional, la burocratización se da por
la enorme cantidad de normas que existen, y en esto el Ecuador, en teoría,
es el primer país en respetarlas. Junto con esto, la creación
inusitada de oficinas de DDHH en muchas de las instancias estatales, que
parecerían creadas no para investigar delitos y abusos de poder, sino
para indicar ante la comunidad internacional que todo está bien, y
también para recoger la cosecha, para gestionar proyectos ante la ONU
para educación, defensa, promoción de derechos humanos.
¿Cual es la actitud del
Gobierno ante las organizaciones de DDHH?
Cuando el presidente
de la República nos trata de majaderos, que molestamos al país, o
cuando el vicepresidente dice que la extrema izquierda se escuda tras
los DDHH o el ecologismo, eso crea una atmósfera de hostilidad que
recuerda el lenguaje de los dictadores de los setenta. Desde la
autoridad política hay un discurso, una ideología, un pensamiento
autoritario, ultraconservador, si no se expresa en órdenes directas se
puede expresar en lo otro, en el dejar pasar los abusos.
¿Sería entonces el
Estado responsable de la situación de ruptura a los DDHH en el país?
La impunidad tiene
diversos eslabones: leyes injustas, administración de justicia anómala,
poder político vinculado, dirección de cárceles que hacen de todo
menos rehabilitar, falta de investigación sobre la violencia concreta.
Hay un fenómeno nuevo que nos preocupa sobremanera: un ambiente en el
que en nombre de la seguridad ciudadana se legitima la violación de los
derechos humanos. En el caso de Guayaquil, por ejemplo, se da un
ambiente social, ideológico y propagandístico que legitima el
autoritarismo. Se exponen las 'ventajas' de romper los derechos
ciudadanos, bajo un criterio temible: que todo aquello que implique
defensa de derechos humanos equivale de manera inmediata a defensa de
los delincuentes. (AAI)
DDHH
- Alexis Ponce aseguró que en el país
existe un ambiente de hostigamiento y amenazas contra las
organizaciones de DDHH.
- El Ministerio de Gobierno asignó
escoltas policíales a integrantes de la Asamblea Permanente de
Derechos Humanos, luego de una serie de amenazas de muerte anónimas.
- La APDH asegura haber sido víctima
de invasión en sus sistemas electrónicos. Ponce atribuye la acción
a una Unidad de Inteligencia Técnica.
- La organización Amnistía
Internacional lleva adelante un "programa de mecanismos de
protección para los defensores de los Derechos Humanos en riesgo,
en países como Brasil, Guatemala y Colombia. (AAI)
ANALISIS
Política del disimulo
El Gobierno de Gustavo Noboa, en su calidad de representación
institucional del Estado ecuatoriano, ha respondido con una tibieza
preocupante a las denuncias formuladas por Amnistía Internacional, en
su último Informe.
Si se tomara prestado un juicio severo del artista quiteño Miguel
Varea, podríamos decir que el Gobierno levanta la estética del
disimulo como política gubernamental, en materia de DDHH.
El Informe de Amnistía tomó desprevenido al régimen, que apenas pudo
procesar argumentos de carácter diplomático, con lo cual demostró
que, en su óptica, el problema de las violaciones a los derechos
fundamentales en el Ecuador es su preocupación en tanto afecta la
imagen internacional del país, aunque casa adentro reine la barbarie.
Nada se ha dicho, nada se ha prometido para eliminar la impunidad que
es, quizás, la mayor causa de violencia institucional. Tampoco, que una
tentación peligrosísima, que acompaña la gestión de las autoridades
obligadas a enfrentar la violencia delincuencial o política, es caer en
el pecado del autoritarismo. Aquello porque el control social es mínimo
y porque una ideología desesperada, pero admitida sin beneficio de
inventario, no encuentra otro camino para conseguir la seguridad
colectiva que las vías más duras, donde los derechos de la persona son
dejados de lado, usualmente.
Es cierto que las violaciones a los DDHH son más numerosas y más
escandalosas cuando la pobreza también aumenta. Pero también es cierto
que los gobiernos hacen poco por atenuar o combatir la miseria.
Amnistía Internacional ha dicho que si bien ha caído el Muro de Berlín,
los muros de la hipocrecía siguen en pie. (DCM)
Gobierno: Informe no es
actualizado
"El informe de Amnistía Internacional sobre la situación de los
derechos humanos en el Ecuador no cuenta con datos actuales, está
retrasado y cubre el período de 1999, que ya lo cubrió el año
anterior". Así lo sostiene el embajador Francisco Proaño, titular
de la Dirección de Derechos Humanos de la Cancillería.
El diplomático asegura que el informe presentado por el organismo
internacional no recoge los esfuerzos que realiza el Ecuador, para
implementar una política de protección y respeto a los derechos
humanos.
Entre esos esfuerzos cita al Plan Nacional de Derechos Humanos, aprobado
en 1998, elaborado con la participación de varias organizaciones
sociales, y cuya ejecución entrará en plena vigencia a más tardar a
fines de este año o principios del próximo, señala.
Los objetivos del Plan
"Su objetivo es el de fomentar y garantizar el desarrollo integral
de las personas, en condiciones de respeto, defensa y promoción de los
derechos humanos, es decir, es preventivo y no sancionador",
indica.
Asegura que si bien se pueden presentar casos en los que se han
violentado los derechos de una persona, "esto no es un política
arraigada en el Ecuador y son casos aislados que de hecho tienen que ser
sancionados drásticamente". (PACH)