SÁBADO 8 DE JUNIO DE 2001

CRONICA ROJA Entre la tortura sistemática y los
casos que se denuncian
ENTREVISTA
'En teoría, el país respeta los DDHH'
• Huellas delatan a un reo • Las denuncias más relevantes fueron
recogidas por el Comité Permanente por la
Defensa de los Derechos Humanos.
• Un diálogo con el vocero de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos,
Alexis Ponce.

'...Me pusieron una funda de gas que me cubría la cabeza, me introducían un trapo lleno de gas en la boca y lo empujaban hasta la garganta, me pateaban en las piernas, brazos, en el estómago y en la espalda (...) me amenazaban con que me iban a poner corriente o con que me iban a colgar si no decía la verdad" (torturado detenido por presunción de robo).
Ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, torturas durante los interrogatorios policiales, acoso y amenaza a testigos y abogados; inhumanas condiciones de reclusión, detenciones arbitrarias. Estos son algunos de los casos de violaciones a los derechos humanos en el Ecuador, según el último informe presentado por Amnistía Internacional (AI).
Los más de 20 casos documentados que se citan en la reseña están atravesados por un eje fundamental que los agrupa a todos: la impunidad, que para Amnistía Internacional estaría institucionalizada en el país.

Impunidad: ¿todos somos cómplices?

"No existe en el Ecuador una política sistemática contraria a esos derechos", dice el canciller Moeller.

"La impunidad tal vez es peor incluso que los casos concretos de violación a derechos humanos. La impunidad, la seguridad de que no habrá un castigo, da la libertad para seguir cometiendo estos delitos. En cierta medida, los legitima" dice Mónica López, de AI sección Ecuador. "Finalmente, todo nuestro trabajo se centra en la lucha contra la impunidad", agrega.
Amnistía Internacional señala como una de las principales causas para que la impunidad sea práctica común en el país a la competencia que se le da a los tribunales policiales o militares para que sean ellos los que juzguen a sus miembros frente a casos de violación de derechos humanos.
"A delitos comunes, como el asesinato o la tortura, deben ponerse jueces comunes, civiles", señala Elsie Monge, coordinadora de la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (Cedhu), a la vez que concuerda con el Comité de DDHH de la Organización de las Naciones Unidas.
Tras el informe de Amnistía Internacional, el canciller Heinz Moeller -en representación del gobierno ecuatoriano- aseguró que "si bien se producen ocasionalmente casos aislados que afectan los derechos humanos individuales, de ninguna manera existe en el Ecuador una política sistemática contraria a dichos derechos".
"En este país, los casos aislados se repiten con demasiada frecuencia", refuta Pablo de la Vega, presidente del Centro de Documentación en Derechos Humanos Segundo Montes Mozo.
Estadísticas de la Cedhu del año 2000 señalan que el mayor número de violaciones a derechos humanos se centran en arrestos arbitrarios y agresiones físicas.
"Una sola organización de derechos humanos documentó 18 casos de personas cuyos cadáveres habían sido hallados en las afueras de la ciudad (de Guayaquil), y que habían sido muertos a tiros en circunstancias que sugerían que podían haber sido víctimas de ejecuciones extrajudiciales. La mayoría de los fallecidos tenían antecedentes penales, y muchos de los cuerpos mostraban señales de tortura", dice AI en su informe.
Varias organizaciones de defensa de derechos humanos han alertado sobre la posible aparición de grupos armados privados, encaminados a enfrentar y reprimir directamente la delincuencia en ciudades como Guayaquil.
"La violencia como forma de enfrentar la delincuencia solo generará más violencia", dice Elsie Monge. "La delincuencia es efecto de un problema más grave".
"Más del 70% de los ecuatorianos viven en condiciones de pobreza; las tres cuartas partes de la población no tiene empleo. En esa situación no se puede hablar de respeto a los DDHH. Derechos humanos son también seguridad de trabajo, alimentaria, de salud. Así, las políticas económicas de Estado violentan ya de por si los derechos de hombres y mujeres". (AAS)




Hacinamiento carcelario, otra forma de violencia

Amnistía Internacional en su informe también denunció las condiciones de reclusión que sufren los detenidos que se encuentran bajo investigación policial, definiéndolas como "crueles, inhumanas y degradantes".
En Ecuador existen 33 centros de detención, con capacidad para 6 093 personas. Actualmente, según estadísticas de la Dirección Nacional de Rehabilitación Social, hay 8 781 presos, de los que solo 2 909 tienen sentencia.
Sin políticas penitenciarias ni planes de rehabilitación social, en un espacio donde se mezclan hacinamiento, tráfico de drogas, violencia formal e informal, extorsión y tortura, el sistema carcelario ecuatoriano termina cometiendo una "violación masiva de derechos humanos", como aducen varias organizaciones no gubernamentales.
Según la Cedhu -que maneja información principalmente de la provincia de Pichincha-, durante el año 2000 se documentaron más de 600 arrestos arbitrarios, así como 50 casos de tortura. En 1997 la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos señaló 306 casos de tortura en el Centro de Detención Provisional de Quito. (AAS)




El testimonio de Pedro Baque, otra prueba más del abuso

El 11 de febrero de 1999. Pedro Baque Tuárez y los hermanos Carlos y Pedro Jaramillo son detenidos por ocho policías mientras viajan por una carretera en el sector de Guabito, Portoviejo. Obedeciendo órdenes, los tres levantan las manos. Un policía dispara. Pedro Jaramillo cae muerto.
Esposados y con los ojos vendados, Pedro Baque y Carlos Jaramillo son llevados a una propiedad de la Policía. Ahí los golpean, hasta que nuevos disparos acaban con la vida de Carlos Jaramillo. Pedro Baque recibe también varios balazos, que le perforan el abdomen, el brazo izquierdo, los pómulos y el maxilar. Creyéndolo muerto, los uniformados lo abandonan en el lugar.
Tras los hechos, cinco agentes de la Policía Nacional fueron detenidos, y a pedido de Baque y de los abogados de la familia Jaramillo, la Corte Suprema de Justicia ordenó que la causa sea retirada de los tribunales policiales y pase a manos del fuero civil. Amnistía reclama sobre la lentitud del proceso judicial, que pone de manifiesto una aparente ausencia de voluntad de enjuiciar a los responsables de violaciones contra los derechos humanos.
Actualmente, tanto Baque como los familiares y abogados de los hermanos Jaramillo están bajo protección militar, debido a las constantes amenazas que han sufrido por parte de presuntos elementos de la Policía. (AAS)




¿Qué es Amnistía Internacional?

La organización fue fundada en 1961 para realizar una campaña urgente a favor de los presos

Amnistía Internacional (AI) es una organización internacional de activistas voluntarios, cuyo objetivo es "trabajar en defensa de los presos de conciencia y de las víctimas de otras violaciones de derechos humanos", independientemente de la postura política.
Fundada en 1961 para realizar una campaña a favor de los presos de conciencia, el movimiento internacional -con sede en Londres- cuenta ahora con más de un millón de miembros y suscriptores en 140 países, apoyado por 7 500 grupos locales. La organización se ha apersonado de más de 45 000 casos alrededor del mundo.
Al recibir una denuncia particular, el secretariado de AI designa un investigador -nunca del mismo país de origen de la acusación- quien realiza un seguimiento pormenorizado del caso, hasta recabar la información que confirme una violación de derechos humanos. De no recibir una respuesta aceptable por parte de las autoridades estatales responsables, Amnistía hace pública la denuncia a escala mundial, a la vez que realiza las denominadas "acciones urgentes":
En las "acciones urgentes", Amnistía difunde a toda su red mundial de voluntarios las particularidades del caso, quienes bombardean con telegramas, télex, fax, cartas urgentes a las autoridades responsables -jefes de gobierno, ministros o autoridades policiales- en demanda del inmediato restablecimiento de los derechos violentados. Durante el año 2000 se iniciaron 481 acciones de este tipo. (AAS)




Asesinato de Hurtado pasa al olvido

El diputado Jaime Hurtado González, del Movimiento Popular Democrático (MPD) fue asesinado junto a dos de sus asesores el 17 de febrero de 1999, en las cercanías del Congreso Nacional. Los asesinos, que dispararon a quemarropa contra las víctimas, huyeron sin ser identificados, aunque se presume que viajaron a Colombia. Poco después fueron detenidos tres hombres inculpados de haber tenido participación en el hecho.
Los tres detenidos en relación con el caso -Cristian Ponce, Sergei Merino y Washington Aguirre- fueron sentenciados por asociación ilícita a seis años de prisión. Gracias a las políticas de rebaja de penas y al año jubilar, fueron liberados posteriormente, y el triple asesinato quedó en la impunidad, pese a la formación de varias comisiones que investigan el caso.
Amnistía Internacional asegura que tiene denuncias "fidedignas que afirman que los autores del crimen estaban relacionadas con autoridades a las que el congresista estaba investigando por presunto blanqueo de dinero y tráfico de drogas". (AAS)

 

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