Cartas al Libertador

Boletín de un librepensador

Ecuador, 27 de Marzo del 2003

            Mientras la derecha neoliberal luce su impecable “look “ de 3000 dólares por traje, los pragmáticos sindicalistas e izquierdistas étnicos se apresuraron a actualizar su imagen en las tiendas de subastas por defecto o fuera de temporada. Los anteayer incendiarios de los pliegos de peticiones, plataformas de luchas y delegados internacionales,  hoy sin ambages desde sus escritorios de asesores estatales nos hablan de propuestas pragmáticas y técnicas; demandan cronogramas y rentabilidades. ¿De incendiarios a bomberos?... ¿de radicales contestarios utópicos a pragmáticos traidores?.

El coronel Buendía, en los aciagos días de los pececitos de oro, solía afirmar que la única diferencia que existía entre liberales y “cachacos conservadores” era la hora a la que asistían a misa... La única diferencia que existe entre los neoliberales y los “alternativos gutierristas “ son los almacenes donde compran sus muy técnicas y pragmáticas corbatas.

                Los principios del 21 de Enero, aquellos de refundar al país, quedó impreso en las páginas coloridas de un catalogo de moda masculina, la izquierda radical de ayer hoy no es más que pantomima de los organismos internacionales y grosera fotocopia de los oligarcas nativos.

                José “Pepe” Chávez, dirigente sindical de la CEOLS, miembro ilustre de la directiva nacional del Partido Socialista Ecuatoriano, representante de los trabajadores a los directorios del IESS, SECAP y cuanto cargo de representatividad existe, dirigente del FUT Ad Honoren. Que firmó un programa de gobierno donde se establecía claramente la no privatización de los bienes del estado... Hoy, como asesor de la Presidencia de la República, afirma que la concesión de las empresas eléctricas en un hecho irreversible. Es un compromiso adquirido con el FMI que debe cumplirse hasta el mes de Julio. Demanda de los trabajadores eléctricos propuestas alternativas pragmáticas y rentables, cronogramas y planes concretos.

                Claro que es posible reformular el sector eléctrico en el país y hablar de eficiencia y rentabilidades, pero no precisamente desde los sindicatos. Los trabajadores no gravitan nada en el CONAM, en el Mercado Mayorista Eléctrico, en el CONELEC, en las administraciones de las empresas, etc... Dejen de entregar los espacios gravitantes como botín a los corsarios de la política y nacerán las propuestas alternativas desde los sindicatos.

                Que rápido es el contagio cuando se tiene vocación de escalador... DE UTÓPICO SINDICALISTA A PRAGMÁTICO NEOLIBERAL.

Todo ha sido según el color del cristal con que se mira o del lado del escritorio donde se ubica. Su pragmatismo... Sr. Chávez, no es más que un artificio para justificar su camaleónico camuflaje de traidor. El Versache que luce no oculta su traición... Sr. Sindicalista. Su oportunismo no es más que una expresión odiosa, vergonzosa de baja estofa y ralea.

                Tenga por seguro que la izquierda no se consume en su fuego fatuo, observe por su ventana de burócrata y observe a los jóvenes, a los cristianos de base, a los movimientos sociales, a los profesores, a las amas de casa, a los intelectuales, a los ciudadanos comunes, los defensores de los derechos humanos, rockeros y anarquistas, feministas y ecologistas...Vea a los que nunca ostentaron delegación internacional alguna ni pisaron la embajada norteamericana en algún cóctel, ellos no tienen las manos heladas por el escocés en las rocas de las recepciones pragmáticas.... Vea a los que hoy salen a las calles a decirle al mundo NO A LA GUERRA... Ellos serán los que saldrán a acortarle el paso cuando firme Ud. las concesiones de las empresas eléctricas, ellos no le van a creer de que es inevitable. Ellos sabrán señalarle con el dedo y sabrán condenarle al cesto del anonimato, donde duermen los traidores y los testaferros de la ignominia.

                Sr. Chávez Ud. no merece ni siquiera un epitafio en su tumba, lo enterraremos en la fosa común. Cadáver insepulto del sindicalismo decapitado y vencido.