Cartas al Libertador

 

Boletín de un libre pensador
Año I – Nº 44 Diciembre 2001

La perfectabilidad de la democracia 

A menudo, al tratar las virtudes, se enfatiza la capacidad de asimilación y adaptación del sistema donde “impera la voluntad de los pueblos”, se habla de la perfectabilidad de la democracia... La democracia es un sistema perfectible... La democracia es un sistema sujeto a constantes ajustes y cambios...etc.

Esta aseveración que sitúa a la democracia en planos abstractos, le otorga una autonomía que aparece como una voluntad, no solo  por “encima de la realidad social” sino que además como una fatalidad inevitable e ineludible e incuestionable. Los especializados cientistas políticos, poseedores del soplo divino, le confieren vida propia y la capacidad de autoreformularse.

Todo el sistema de representatibidad se entorpece y atrofia, se deslegitimizan y pulverizan en los portales del clientelismo, la falacia especializada electoral y la corrupción. Las organizaciones sindicales sufren de una arterosclerosis, que por momentos se nos presenta como irreversible; las colectividades ciudadanas no encuentran sus fórmulas organizativas y sus intentos se presentan intermitentes y limitados a lo local o en su defecto a demandas puntuales y temporales; los líderes naturales son presas de las redes clientelares y en los oportunismos, no poseen proyecto alguno; los Partidos Políticos no procesan ni politizan nada, transformados en instrumentos del Estado se distancian y aíslan de la sociedad civil a tal punto que su propia existencia se cuestiona; la actividad propia de la democracia, hacer política, se proscribe hasta el punto en que viste de tanto oprobio, que el término político se lo usa como insulto. En este contexto se recrea una nueva categoría: la inserción en el escenario político de los actores sociales, para describir un evento de excepción y cuando ocurre es motivo de análisis profundos, pues resulta extraño y puntual....pues impera el silencio.

Si  embargo, vivimos en democracia... y la democracia es un ente vivo sujeto a evoluciones constantes.

Muy poco se menciona de donde se yergue el liderazgo de Hugo Chávez, tampoco se mencionan sus continuas victorias electorales... Elecciones presidenciales, Elecciones a la Asamblea Constituyente y varias consultas. Se elude deliberadamente el señalar que todo el sistema de partidos fue derrotado por la revolución bolivariana, precisamente en el terreno donde sustentaban su dominio...el electoral.

Si la democracia ha demostrado su capacidad de perfectabilidad ha sido en Venezuela. Es la lección que ha trascendido hacia fuera y hoy se constituye en el primer producto de exportación del pueblo venezolano. La democracia si está sujeta a perfectibilidades.

Pero no es un proceso de abstracciones sino de avances concretos en la organización de una ciudadanía que se familiariza con la política y que fija su residencia en el escenario político, es un proceso de politicidades, lo que impulsa y dinamiza la perfectabilidad de la democracia venezolana.

La creación de los círculos bolivarianos, la incursión en redefiniciones en la organización de los trabajadores, el rol de las fuerzas armadas, hacen entrever que el salto dado por la democracia se asienta en factores reales y concretos, abandonando así el terreno de las abstracciones.

Los procesos sociales poseen su matemática propia y crean sus propias dimensiones y velocidades. No existe regla alguno que fije el rutero de las sociedades. Se conjugan avances y retrocesos en sus debidos momentos, acciones y reacciones en sus debidas intensidades. Chávez en efecto hizo “amanecer de golpe” a Venezuela y hoy asistimos a las reacciones propias de los amaneceres.

Un sistema reproductor de exclusiones, políticas, económicas y democráticas, no se comporta pasivo frente a la incursión de “cuerpos extraños” los considera y los señala como insurgentes o como desestabilizadores. La pregunta que surge es: Desestabilizadores de qué? ... Del sistema de exclusiones?... Si, de eso precisamente se trata y sin ambages ni ocultamientos, se trata de no solo de desestabilizar sino además de desterrar de una vez y para siempre a un sistema de exclusiones. Que a lo establecido le causa escozor la presencia de un pueblo en los espacios que ha reservado para su dominio exclusivos... Si, de eso se trata y en eso consiste la revolución, en politizar a una sociedad, en que la palabra política se conjugue en todos los sectores sociales, eso es precisamente un proceso de ciudadanización. Que se polariza una sociedad... Sí se polariza en: ciudadanos que rompen el silencio y sectores que pretenden mantenerlo. En Venezuela se vive un proceso real y tangible donde la democracia pone en la puerta del horno su perfectibilidad y se fraguan nueva realidades, por ello los amantes de lo estable y los que han lucrado de lo establecido sacan sus cacerolas y protestan y paralizan... Es un orden social que reacciona frente a la incursión de organismos que considera extraños y por tanto los rechaza.

La intensidad de las respuestas que desarrollen los sectores sociales vinculados con la antigua república nos darán las medidas exactas de los avances de la nueva república. Los Adecos y Copecos no van a retirarse dócilmente y pondrán a prueba los avances de la organización ciudadana impulsada por la revolución bolivariana. Se pone a prueba la capacidad del pueblo venezolano para defender su palabra y su derecho a tomar la palabra, se pone en la fragua la figura del Coronel Chávez y se conocerá el temple de sus metales y su liderazgo, se pone a prueba la capacidad reflexiva de todos los latinoamericanos, que pensamos en democracia, para vigilar e impedir la incursión de exógenos factores en el contexto de Venezuela.

El antiguo régimen ha sacado todos sus recursos y los expone en toda su intensidad, la falacia noticiosa, la manipulación de las imágenes, el discurso doble que más esconde que aclara, el boicot de la producción y la movilización de sus huestes... Todo frente a “los otros” que pretenden despojarles los dominios que han sido suyos...”desde siempre”... Los venezolanos han decidido, precisamente, acabar con ese...”desde siempre”.

Desde este lugar del mundo que he establecido mi parapeto de francotirador ciudadano, saludo al pueblo venezolano y me alisto en sus filas como un soldado más de sus causas, que son las causas de todos los que demandamos de la vida algo más que un sillón cómodo e invito a mis semejantes a tomar partida.

Un amigo de las Cartas al Liberador me dijo días pasados algo así (que me perdone mis aliños) ... A esta altura de mi vida no me conformo con nada menos que la revolución. Vaya frase... Vaya intención de vida para seguir como ejemplo.