Cartas al Libertador

 

Boletín de un libre pensador
Año I – Nº 53  Febrero 2002

Neoliberalismo...Neo-izquierda

                Se insiste en observar a los Partidos Políticos  como ausentes en los acontecimientos  que han marcado, en América Latina, el inicio del siglo: Las movilizaciones indígenas y populares en el Ecuador que derrocaron los regímenes de Bucaram y Mahuad, la caída de Fujimori en el Perú,  las acciones de los cultivadores tradicionales de la hoja de coca en Bolivia, los avances significativos de los Sin tierra del Brasil, la ola de protestas en Paraguay, el levantamiento de las cacerolas argentinas...etc. Estudios de Opinión, analistas políticos y comentaristas de medios de comunicación, convergen en señalar los distanciamientos existentes entre la dinámica social y las organizaciones partidarias. Abrumadores resultan los indicadores que nos muestran el grado de disidencia entre lo político y lo social, como que las dos dinámicas se desarrollaran en dos esferas distintas y distantes. Datos recientes agregan, a esta espiral crítica,  nuevas instituciones: la Iglesia, las Fuerzas Armadas, medios de Comunicación y otras...Se concluye lapidariamente...¡ Vivimos una crisis institucional ¡.

                En efecto, si percibimos la realidad desde la perspectiva  ya clásica del Estado como síntesis de una formación social  o como el espacio donde se sintetizan y politizan las diversidades que surgen del cuerpo social, existe una evidente crisis institucional, una crisis funcional.

                No obstante, cada ves me inclino a considerar que la uni-polaridad del contexto mundial, significa algo más que el reinado del modelo neoliberal, sus privatizaciones y reducciones de los roles estatales en las dimensiones sociales, aperturas de mercados y el imperio del librecambio. No solo estamos frente a una matriz económica de concentración y captación de riquezas desconocidas hasta el momento por la humanidad, nos encontramos frente a una reformulación de los roles estatales y de sus aparatos.

                Para América Latina la inserción en la vida republicana significó básicamente la implementación de un marco democrático caracterizado por el dominio de las elites ( una Democracia Oligárquica), no obstante las experimentaciones continuas para desarrollar una Democracia de Partidos, como forma hegemónica de la política. Las experiencias en el cono sur de implementar un modelo democrático sustentado en el desarrollo de Partidos fuertes y consolidados  concluyeron en dictaduras militares que desmontaron todo el tinglado partidario... La constante ha  sido una democracia oligárquica, excluyente... Una democracia de elite donde el Estado se perfilaba como el aparato que garantizaba y daba continuidad al poder de una oligarquía. El Estado, por tanto, definía su primer frente bajo límites establecidos claramente... las fronteras nacionales.

                Hoy, ese Estado está agónico y todas sus aparatos. Bajo la unipolaridad del mundo, los Estados “nacionales” se convirtieron en instrumentos de las transnacionales y del capital financiero internacional. El Estado “post moderno” funciona básicamente cual alfil que marca los territorios de control en el tablero mundial. Los Estado nacionales hoy funcionan a manera de piezas articuladas por una estrategia global, donde el FMI y el BM juegan roles de supraestados.

                Observar , este contexto, las respuestas ciudadanas como locales o nacionales impulsadas por crisis focalizadas o aisladas, resulta lo menos una debilidad.

                A una estrategia global debemos responder con una visión global. El Foro Social Mundial de Porto Alegre tiene esas connotaciones, sus avances y alcances determinaran el devenir de nuestros pueblos.

                Las respuestas no van a surgir de los aparatos políticos existentes, los Partidos políticos dejaron de ser instrumentos ciudadanos para convertirse en instrumentos estatales... Son Partidos de Estado. Las respuestas nacerán de un proceso de construcción ciudadana en una franca dicotomía o contradicción... Ciudadanos – Estado... No existe la intermediación de los Partidos Políticos.

                Experiencias como la de Argentina nos sugiere la posibilidad de que estallidos “espontáneos” deriven en la consolidación de procesos de mayor aliento. Experiencias como la de la CONAIE en el Ecuador nos señalan procesos más lentos y sustentados en la organización sólida de las bases. Experiencias como la Zapatista nos indican la posibilidad de irradiar desde lo local. Lo único cierto es que  lo heterogéneo y diverso nos sitúa frente a una respuesta de múltiples entradas...

                Cobra vigencia aquello de... Pensar globalmente, actuar localmente.