Cartas
al Libertador
Boletín
de un libre pensador
Año I – Nº 12 Junio 2001
En
una acalorada y sesuda tertulia con un amigo del exterior surgió una
interrogante, que hoy les hago extensiva. ¿En donde radica la importancia y
el liderazgo indiscutible de León Febres Cordero?. No queríamos caer en la
simplicidad del poder económico que representa. Si la política fuera una
extensión mecánica de lo económico, Alvaro Noboa está destinado a ser el
próximo Presidente de la República y deberíamos buscar los candidatos en la
lista de los 100 millonarios del Forbes.
De
pronto el diálogo nos condujo a la década de los 80, año 83 para ser
exactos, y empatamos criterios. Febres Cordero lideró el Frente de
Reconstrucción Nacional y abrió en los terrenos electorales la posibilidad
de establecer un dominio a nivel nacional a una derecha política que
consideraba que el péndulo en el gobierno, no se ajustaba a sus proyecciones.
Febres Cordero fue el candidato de la derecha que logró penetrar
electoralmente a las dos grandes regiones del país, la sierra y la costa.
El
modelo económico neoliberal basado en las privatizaciones requería un
equilibrio político fundamentado en la garantía de una continuidad. No era
posible reeditar la experiencia chilena, donde Pinochet lo instala sin
oposiciones, toda resistencia había sido arrasada a sangre y fuego luego del
golpe del 73, en democracia había que implementar un modelo político que
garantice la implementación del modelo.
Febres
Cordero fue la carta electoral que abriría las avenidas a este objetivo. Es
bajo su liderazgo que la derecha encuentra los ingredientes de su proyecto y
fue el Frente de Reconstrucción Nacional el instrumento que posibilitó la
unidad de toda la derecha política, en ese proyecto.
Ya
en esta parte de la conversación el líder socialcristiano se nos presentaba
en otra dimensión que no era solamente la del poderoso empresario. ¿Que
ocurrió con el Partido Social Cristiano?
Hasta
entonces el PSC se presentaba como una claro ejemplo de un Partido de
Notables. Es decir, como una organización que se construye a partir de un círculo
dirigente, el reclutamiento de sus círculos inferiores se realiza por
cooptación, todo con la intención de preservar una cierta “homogeneidad”
de la elite. El crecimiento del partido se establecía mediante la creación
de redes clienterales, garantizándose de esta manera un control más
extensivo en la arena electoral. Modelo partidario muy desarrollado por las
oligarquías latinoamericanas, el PPS de El Salvador, PID y UCN de Guatemala,
PCD de Nicaragua.
La
eficacia de este tipo de organización se vio severamente comprometido con la
instalación de regímenes democráticos en la región. Su elitismo no se
ajustaba a la demanda de participación de sectores medios y los avances de la
Socialdemocracia comprometía severamente su dominio electoral.
Los
socialcristianos entraron en la corriente de muchas organizaciones latino
americanas que los conducían a desplazamientos en las concepciones
organizativas e ideológicas en busca de mayor efectividad electoral. De
Partidos de corte de Notables pasó a constituirse en una organización táctica,
en un Partido de Electores, dando primacía a las estrategias y tácticas diseñadas
desde el marketing electoral. Una máquina dotada de todos los elementos para
la conquista de los ciudadanos electores...el voto.
Los
social cristianos, bajo el liderazgo de Febres Cordero, experimentan con este
desplazamiento. Combinan dos fórmulas, el uso intensivo de la comunicación
política en las campañas y afinan los canales clientelares a través del uso
de los organismos seccionales. Es a partir de la campaña presidencial del 83,
donde saliera victorioso Febres Cordero, en que la derecha inicia la aplicación
de estrategias de corte piramidal en las elecciones. La cooptación de líderes
locales les posibilita trabajar el voto desde abajo, desde la pequeña
localidad. Hasta entonces el trabajo electoral se
lo diseñaba bajo la concepción del convoy de un tren, una sola locomotora
arrastrando a muchos vagones, lo importante era el candidato presidencial que
endosaba votos a toda la lista.
Esta
fórmula le permitió a Febres Cordero sustentar su resultado electoral con
votos de todas las regiones y provincias. Sin embargo, para las elecciones
posteriores se rompe el diseño con desplazamientos electorales en la Sierra.
Fueron
otras organizaciones de derecha las que intentaron reeditar esta experiencia
exitosa en la Costa, con el objetivo de consolidarse en la Sierra. El PUR con
Sixto Durán Ballén, la Democracia Popular con su redefinición ideológica,
el Partido Conservador bajo el liderazgo de Alberto Dahik. Ninguno de estos
proyectos se consolidó.
Si
Febres Cordero abrió la puertas electorales para el dominio de la derecha política,
fue Jamil Mahuad quien escribió su epitafio. Los socialcristianos
sacrificaron su presencia electoral en la Sierra y se consolidan en Guayas, en
nombre de permitir el surgimiento de una opción que les permita sustentar su
dominio desde la Sierra, esa era la misión de Mahuad y de la DP. De darse un
binomio Febres Cordero – Rodrigo Paz en las elecciones el 2003 será en la
insistencia de consolidar su modelo y su proyecto en la Sierra.
Dos
plazas electorales comprometen la continuidad del modelo: Quito y Cuenca. De
ahí que acentuábamos en la importancia de las Alcaldías de estas
localidades: Moncayo y Cordero juegan un rol importante en la configuración
del mapa electoral del 2003.
Nos
arriesgamos a afirmar de que unos de los objetivos del Gobierno de Gustavo
Noboa sería el neutralizar estas Alcaldías vinculándolas a los procesos de
privatización. Tengo información, no oficial, que este tipo de presiones se
están ejerciendo desde el CONAM con el proceso de privatización e la Empresa
Eléctrica Quito. No se trata, solamente, de posibilitar la venta de dicha
empresa, también existiría un objetivo electoral, en ello. Si el General
Moncayo se suma al tren privatizador se estaría minando el sustento electoral
de la ID en Pichincha y por tanto abriendo las posibilidades para que su
aliado la DP recupere esta plaza, esto optimiza las posibilidades de Paz.
La
presencia de Febres Cordero entre las opciones electorales significa una
reedición de proyecto electoral de la derecha, el mismo texto que le
posibilitó la unidad de la derecha y el montaje de un esquema de control a
electores a nivel nacional. Paz juega el rol de llave que abriría las puertas
de la Sierra, región donde el proyecto se debilitó.
Si
el modelo privatizador a logrado sustentarse jurídicamente, con la reformas a
la Constitución y a Leyes, el proceso se ve comprometido desde lo político.
Las organizaciones políticas vinculadas han perdido piso de credibilidad y
están severamente cuestionadas. Por lo tanto, inferíamos que para las
elecciones del 2003 la derecha va a sacar sus mejores cartas. La otra opción
sería el manejar un populismo neoliberal, como ha ocurrido en el Perú con
Toledo, para ello cuentan con las cartas de Alvaro Noboa y Abdalá Bucaram.