|
|
Cartas
al Libertador
|
|
|
Y
LOS INDÍGENAS DIJERON ...NO SOLO PARA INDIOS
Se
rompió con ello el cerco que pretendía el régimen, como una estrategia, y
conducir las conversaciones hacia temas que concernían exclusivamente al
indigenato, la agenda se abrió con otros puntos que se deseaba mantener
intocables.
Señalo
la intención de suscribir el diálogo a temas específicos como una
estrategia, pues esa ha sido la tónica que se ha usado en los diversos diálogos
con otros sectores sociales. Con los trabajadores hablar exclusivamente de
salarios, con los comerciantes minoristas...Hablar de comercializaciones e
importaciones emergentes de determinados productos, con los transportistas de
incrementos de pasaje, evitando el tratamiento de fondo y se han conducido los
diálogos hacia “conquistas limitadas”.
Los
indígenas con esa actitud han abierto puertas que se han mantenido cerradas y
se ponen en el tapete de las deliberaciones puntos que la sociedad en su
conjunto demanda su discusión y debate.
Ha
sido el movimiento indígena el “que ha puesto el dedo en la llaga” cuando
plantea la discusión sobre las privatizaciones, sobre las reformas al sistema
de seguridad social, de las reformas tributarias, sobre los impactos de la
dolarización y la búsqueda de alternativas, sobre el carácter de la
democracia y la participación ciudadana. Es cierto, quedarán muchos puntos
en carpeta y muchos serán planteamientos desiertos o áridos. Pero, sentar
las bases para que estos temas sean tratados por la sociedad civil, es sin
lugar a dudas un avance y un paso más en el proceso de construcción
ciudadana.
El
Movimiento Indígena marca una gran diferencia frente a los movimientos
sociales, mientras las organizaciones de maestros dialogan sobre problemas de
maestros, los de la salud sobre la salud, los petroleros sobre el petróleo,
los jóvenes sobre los jóvenes, las Cámaras de empresarios sobre sus
inversiones...etc. Los indios se sientan al diálogo con una agenda ciudadana
y como ciudadanos.
Esa
ha sido la gran conquista, desplazar los puntos planteados en la movilización
hacia la definición primaria de un proyecto nacional y ciudadano. Los puntos
altos del proceso indigenista, el levantamiento de los noventa y el 21 de
Enero, hoy se consolidan con este desplazamiento programático.... No somos
solo indígenas, somos ciudadanos y queremos hablar del país.
Este
proceso mantiene aún debilidades, puntos débiles que se pusieron en
evidencia en las movilizaciones de Febrero. Una ausencia de políticas de
alianza, vacío que sesga al proceso hacia un componente eminentemente agrario
y regional. Una carga étnica que aún no ha sido totalmente evacuada y
tratada. Y un vacío en la consolidación de un actor político, un agente que
desborde los límites del gremio.
Enormes
son los avances logrados por los indígenas. Es sin dudas, el proceso más
rico en organización y significaciones que se haya generado en la historia
moderna del país. Y cabe hacernos una interrogante: Dónde empieza el límite
de esta forma, movimiento social, y donde empieza la demanda de pasos
organizativos que afirmen el proceso?