Quito, 16 de septiembre de 2002 

Compañero

Lucio Gutiérrez
Presidente del PSP-21 de Enero y Candidato a la Presidencia de la República.

Miembros del Comité Ejecutivo Nacional del PSP-21 de enero

 Muy cordialmente:

El 23 de mayo, las organizaciones de la Coordinadora de Movimientos Sociales firmamos un Acuerdo Programático, Político Electoral, con el Partido Sociedad Patriótica - 21 de Enero. El Acuerdo apuntaba a tres objetivos fundamentales:

La CMS ha cumplido sus compromisos. Nuestra acción pionera empujó la confluencia de otras fuerzas sociales y políticas, hasta lograr dibujar una amplia unidad de las principales organizaciones sociales del país, CONAIE, CMS, FENOCIN, FUT, más la participación del PSP, Partido Socialista Ecuatoriano y Pachakutik. La candidatura de Lucio Gutiérrez a la Presidencia empezó a convertirse en un referente de unidad y de alternativa.

El temor, ante el crecimiento de la candidatura de Lucio Gutiérrez, llevó a la derecha a tomar varias iniciativas. Instrumentalizar la candidatura de León Roldós, para detener este ascenso, separar al PSE del compromiso inicial.

Nuevamente la CMS salió públicamente a defender la unidad programática, política y electoral a la que nos habíamos comprometido. Y contribuimos a retomar el cauce.

Sin embargo usted, Coronel Gutiérrez, no ha honrado su palabra en ninguno de los puntos.

1. En varias reuniones, después del 23 de mayo, demandamos se conforme el Frente de Salvación, para tener un espacio unitario de resolución, con participación democrática de todos los sectores sociales y políticos que interveníamos en la alianza. A pesar de haber sido la primera fuerza que celebramos un acuerdo, por respeto a la unidad, no quisimos entrar a la discusión de candidaturas hasta que estén presentes todas fuerzas dispuestas a construir la unidad. Acordamos con usted que en esta unidad debía destacarse el papel de los pueblos indígenas y los movimientos sociales, sin quedar reducidos únicamente a la presencia de los partidos políticos, pues era necesario reorientar los viejos esquemas de la partidocracia y no queríamos que se repita la historia de que unos pocos deciden, al margen de espacios de participación democrática, mientras los demás obedecen. Pero en forma reiterada, la Sociedad Patriótica y, en particular usted, Coronel Lucio Gutiérrez, diluía la posibilidad de construir un Frente de unidad (el nombre no era lo fundamental), pues privilegiaba la relación con los partidos y movimientos políticos, con El PSE y Pachakutik e impulsaba un manejo personal del proceso.

Esta situación dejó las decisiones en manos, primero del PSE y luego de la dirección de Pachakutik, restringiendo progresivamente la participación con capacidad de decisión para los movimientos sociales y las organizaciones indígenas.

Después de la inconsecuencia del Partido Socialista, volvimos a insistir en la urgencia de un espacio de unidad para resolver los diversos temas electorales. Pero usted prefirió aceptar las presiones de la dirección de Pachakutik, para impedir la conformación de un espacio de unidad. Su dependencia de Pachakutik  desembocó en el traslado de las contradicciones del Pachakutik a la alianza, con resultados de sectarismo y marginación en contra de la CMS.

2. Al mismo tiempo pedimos que se ratifique públicamente el acuerdo de una Agenda Alternativa y de candidaturas unitarias con todos los sectores sociales; pero tampoco se concretó este paso.

A lo largo de la campaña, en sus comparecencias públicas, usted ha renunciado a acuerdos programáticos fundamentales:

Ha renunciado a la necesidad de revisar el convenio de la entrega de la Base de Manta y la realización de un plebiscito sobre el tema; y más bien ha calificado a las FARC como terroristas; lo que implicaría empezar a alinearse con la visión de las fuerzas guerreristas del vecino país y del gobierno de Bush; lo que nos arrastraría a un involucramiento en el Plan Colombia y en la estrategia imperial de la guerra “contra el terrorismo”, sin garantizar una firme política de no-alineamiento y de paz.

Ha renunciado a la tesis de la defensa del patrimonio nacional del Estado, pues ha aceptado la entrega o concesión de la mitad de las acciones de las empresas estatales. La privatización es el “primer paso al infierno”, como señala el Premio Nobel en economía del 2001, Joseph Stiglitz; dar paso a esta política es abrir la puerta a los siguientes “pasos”. Sobre todo en referencia a los recursos petroleros una política privatizadora significaría desconstituir el presupuesto nacional, orientado a la educación, la salud y las políticas sociales. Las concesiones en el sector petrolero han sido fatales para el país durante más de un siglo.

Ha renunciado a la necesidad de decirle la verdad al pueblo sobre el problema de la dolarización y buscar salidas ordenadas a este difícil problema. Más bien plantea el fortalecimiento de la dolarización.

Repite la fórmula del despido de los burócratas, coincidiendo con la propaganda de la derecha en contra de los servidores públicos: el 90% percibe un sueldo en torno a 180 dólares mensuales. El despido de “burócratas” ahondará en desempleo y la crisis social. No hay que confundir modernización con privatización y despido de servidores públicos.

En el tema tributario se alinea con las tesis neoliberales de reducción de impuestos, cuando la política orientada a la justicia tributaria implica la reducción de los impuestos indirectos (IVA), pero el aumento de los impuestos directos (impuesto a la renta) y la eliminación de los escudos fiscales, para que pague más el que más tiene.

No ha dado importancia al tratamiento de problemas claves, especialmente el tema de la deuda externa.

Su planteamiento de reducir la representación parlamentaria y avanzar a conformar dos grandes fuerzas electorales en el país, es una propuesta antidemocrática, excluyente y elitista, que nunca fue parte del Acuerdo Programático.

Su propuesta anticorrupción con la cual compartimos, se queda en el discurso, pues no concretiza hechos actuales de millonarios perjuicios por contrataciones ilegales, en especial en la industria petrolera, eléctrica, telecomunicaciones, pese a haberle entregado documentación al respecto.

Mencionamos estos puntos, porque son los elementos claves de un programa alternativo, renunciar a ellos implica repetir un programa neoliberal con rostro humano y con algunos adornos de políticas sociales. Ese no es el programa que acordamos impulsar. Nosotros no podemos renunciar al objetivo de la lucha contra el neoliberalismo.

3. Usted permitió que se imponga una práctica antidemocrática de veto impulsada por la dirección de Pachakutik en contra de los representantes de la CMS. No respetó ninguno de los acuerdos electorales en ninguna provincia. No se trata de problemas individuales, sino de coartar la representatividad de las diversas organizaciones de la CMS. Y más bien, en provincias como la de Pichincha, ha preferido regresar a la vieja política de la venta de puestos a quien más puede financiar la campaña.

Este tipo de prácticas debilita la confianza de nuestras organizaciones en su posición política. Nosotros estamos interesados en contribuir a la unidad programática y electoral que refrendamos. Pero para ello esperamos una respuesta clara de su parte y una reorientación de sus planteamientos, tomando distancia de los postulados neoliberales. No es correcto mentirle a la población, en nombre de la habilidad y el pragmatismo para ganar las elecciones. La política alternativa implica una ética profunda. Por ello, confiamos en que sabrá recoger este pedido en sentido positivo. En todo caso, nuestras organizaciones sabrán tomar las decisiones que correspondan en el momento oportuno y anunciarlas públicamente.

La CMS no ha empezado en esta campaña ni terminará en esta campaña. Nuestro compromiso es con un proyecto de liberación de nuestros pueblos y de refundación de la República. Seguiremos en este camino. Esperamos poder marchar juntos en estos objetivos que levantamos el 21 de enero del 2000, que sigue siendo la fuente de inspiración de nuestras luchas actuales.

  

Atentamente,

 Faustín Valencia                            Napoleón Saltos                Fernando Villavicencio
Presidente FETRAPEC                   Vocero CMS                     Secretario Ejecutivo CMS
Presidente de turno CMS

 Carlos Luzardo                               Fausto Espín                    Jaime Espinoza
Presidente CTE                               Representante PTE               CONASEP
Presidencia Colegiada                 Comité Ejecutivo               Comité Ejecutivo
 

Elina Guarderas                              Paulina Muñoz                      Luis Oñate
Representante CEBS                     Frente de Mujeres               FENACOMI
Comité Ejecutivo                             Comité Ejecutivo            Comité Ejecutivo