ELTIEMPO- BOGOTA
El coronel golpista, que se convirtió en la mayor sorpresa electoral
de Ecuador al ganar los comicios del domingo pasado y pasar a la
segunda vuelta definitiva, mostró, en entrevista con EL TIEMPO, su
antipatía por el Plan Colombia.
También dijo querer promover un grupo de garantes para que "se
cumplan los compromisos de paz” del gobierno anterior en Colombia.
“Como ve no soy un energúmeno que anda gritando ¡guerra!, ¡guerra!”,
decía en tono grave Lucio Gutiérrez, el triunfador de la primera
vuelta electoral en Ecuador, a las 7 de la mañana del miércoles,
cuando estrenaba su look de civil, con un traje oscuro y corbata de
colores vivos que reemplazará a su traje militar verde oliva con el
que hizo toda la campaña. “No soy comunista como dice mi
opositor porque soy cristiano y creo en la propiedad privada”,
insiste.
Y es que Gutiérrez, el coronel que se unió al movimiento indígena
el 21 de enero del 2002 para echar del poder a Jamil Mahuad, a quien
acusaba de haber hecho un pacto corrupto con la banca, tiene muchas
razones para tratar de suavizar su imagen.
De aquí hasta el 24 de noviembre, día de la segunda vuelta electoral,
Gutiérrez deberá convencer a todos los partidos políticos de centro
y al empresariado de que es un hombre sensato y moderado.
Si no lo hace –aparentemente sí lo está logrando–, difícilmente
ganará a su contrincante el multimillonario Álvaro Noboa quien lo
acusa de comunista y enemigo de la empresa privada.
¿Es usted un populista sin preparación para gobernar?
Los hombres mediocres, cuando pierden, lanzan lodo a quienes triunfan.
Soy el más preparado de todos los candidatos. Soy ingeniero civil y
el mejor graduado de la politécnica del Ejército, soy licenciado en
educación física y el mejor graduado, soy licenciado en administración
de empresas y el mejor graduado, soy licenciado en ciencias militares
y el mejor graduado, soy coronel de Estado Mayor Conjunto y desde
cadete fui el mejor graduado de mi promoción.
Además soy profesor universitario, he sido rector de la Politécnica
del Ejército, he estudiado en los E.U. en el InterAmerican Defense
College. Esta casa la diseñé, la calculé y la construí yo. Difícilmente
habrá en la historia de las Fuerzas Armadas alguien con un currículum
como el mío.
Es decir que su carrera militar habría podido llegar a …
Era el primer aspirante a ser general y comandante del Ejército.
Con su antecedente del 21 de enero también podría sucederle lo mismo
a usted si es que llega a estar en el poder.
Si yo comienzo a gobernar el país como lo hizo Mahuad, regalando como
5 mil millones de dólares a un grupo de banqueros corruptos, si yo
congelo los depósitos a más de un millón 600 mil ecuatorianos, si
comienzo a elevar los precios de agua, luz, gas y teléfono para
seguir entregando dinero a los banqueros, obviamente que el pueblo se
va a revelar.
En nuestra Constitución, como presumo que también en la colombiana,
hay un artículo en donde el Estado garantiza el derecho de los
pueblos a rebelarse contra los gobiernos opresivos.
Pero si hago lo mismo que Mahuad no solo que me saquen del poder, sino
que me fusilen, porque no solo estaría traicionando a mis principios
sino a mi pueblo.
¿Siempre pensó en el poder o fue un proyecto que nació a raíz del
21 de enero?
El sueño de mi vida fue ser militar y llegar a comandar a mi Ejército.
El momento en que salí a la vida civil por haber luchado contra un
gobierno corrupto tenía dos opciones: o seguir en la lucha o quedarme
con los brazos cruzados.
Escogí el camino más difícil, y estoy haciéndolo con todos los
pasos democráticos. Sin dinero y contra todos los pronósticos gané
la primera vuelta. El que no quiera escuchar este clamor del pueblo
por gente honesta es sordo.
Lo que usted dice hace recordar mucho al comandante Hugo Chávez. ¿Es
acaso usted el Chávez ecuatoriano?
Yo soy Lucio Gutiérrez del Ecuador. Al tema del presidente Chávez lo
respeto y no quiero interferir en temas que son de la población
venezolana. Cuando yo sea presidente solo voy a admitir crítica de
los ecuatorianos.
Respeto a todos los gobiernos y no quiero que Venezuela fracase porque
sería un fracaso para la democracia latinoamericana, así como no
deseo que fracase el presidente Uribe, el presidente Toledo o el
presidente Bush. Quiero tener las mejores relaciones con todos los países
del mundo.
¿Es usted amigo de Chávez?
No he hablado ni personal ni telefónicamente con el presidente Chávez.
No tengo ningún tipo amistad, todas son especulaciones maliciosas que
se iniciaron con una publicación perversa de un periódico de los
Estados Unidos.
La prensa en ocasiones es perversa, maliciosa y mentirosa, porque hay
veces en que se une a ciertos grupos de poder económico que no
perdona a quienes se oponen a los gobiernos corrup-tos de América
Latina. Lastimosamente en ciertas ocasiones la prensa es títere de
estos misera-bles.
En esa publicación se dijo que yo había recibido 500 mil dólares de
Chávez, que tenía vínculos con las Farc, que estaba organizando
focos subversivos. Son afirmaciones ridículas, infantiles porque yo
soy militar y he sido entrenado para combatir a los movimientos
guerrilleros.
¿El otro candidato dice que usted es comunista?
Una cosa es que yo me haya sensibilizado con los más pobres de mi país,
que haya salido en defensa del millón 600 mil ciudadanos a los que se
les quitó su dinero legítimamente ganado y otra que sea un
extremista, un cuco, un comunista como tratan de calificarme. Como se
dice en el Ecuador, son mentiras cerdosas.
¿Qué opinión le merecen las Farc?
Ese es un tema interno de Colombia que tiene que solucionarlo Colombia.
Ahora, como es un tema que afecta a los ecuatorianos, yo, como
presidente de los ecuatorianos, lo primero que haré es conversar con
el presidente Uribe para ver cómo puede contribuir el Ecuador a
solucionar ese problema.
¿Tiene alguna fórmula en mente?
Si el gobierno de Colombia está de acuerdo, eso es lo principal, yo
promocionaría un grupo de países garantes para que en el sitio
garanticen los compromisos de paz que se firmaron durante el gobierno
anterior. Lo fundamental es que haya un cese al fuego y luego motivar
a que haya un diálogo se llegue a una solución pacífica.
¿Cree en una solución pacífica?
Es que yo soy una persona profundamente cristiana y por eso soy
convencido hasta el extremo de que el único que puede quitar la vida
es dios. Los soldados de Colombia al igual que los guerrilleros, los
paramilitares y todos sus ciudadanos son seres humanos. Hay que tratar
de hacer algo, lo que esté en nuestras manos, para que no muera más
gente.
El Plan Colombia no parece ser muy de su agrado...
Nunca podría estar de acuerdo con un plan que puede ocasionar muertes
innecesaria y eso lo pienso por mi formación cristiana.
El 21 de enero la condición que les impuse a los indígenas y obreros
para encabezar el golpe fue que no se dispare ni un solo tiro, que no
se saquee ni una solo institución pública o privada, y por eso fue
un movimiento pacífico. Si no aceptaban esa condición yo no me unía
a ellos.
¿Un militar que está en contra de matar?
Como militar estoy preparado para la guerra porque amo profundamente
la paz, y por eso siempre optaré por las vías pacíficas. La guerra
será la última de las últimas alternativas…
¿Qué opinión tiene de la visa para los colombianos?
Pienso que más bien deberíamos fortalecer la integración entre los
dos países. La unificación de nuestros países tiene que darse,
aunque sea en 500 ó 800 años. Yo siempre les decía a militares y
civiles colombianos y venezolanos, que eran mis compañeros en los
Estados Unidos, que nues-tro desafío como militares jóvenes era
lograr la unificación de nuestros pueblos.
Siempre tuve la idea de hacer una consulta a nuestros pueblos porque
creo que más del 90 por ciento estaría de acuerdo en que nos
unifiquemos.
¿Estaría dispuesto a promover esa consulta si llega a la Presidencia?
Podría hacerlo siempre y cuando exista el mismo interés en los otros
países.
¿Qué puede esperar Colombia de un posible gobierno suyo?
Yo amo a Colombia como amo al Perú, a Venezuela y a todos los países
latinoamericanos que ojalá lleguen a ser un solo país. Voy a mejorar
y fortalecer las relaciones con Colombia, tenemos que ser hermanos más
que simples socios.
Tenemos prácticamente la misma historia y los mismos problemas. En
Ecuador uno que otro más grave y en Colombia uno que otro más grave,
pero las soluciones van a ser más o menos las mismas. Tenemos que
unirnos porque todo va a ser más económico.
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