Una abeja de hace 100 millones de años
Fecha: 12 de Diciembre de 2006
Fuente: http://www.astroseti.org/noticia_2636_Una_abeja_hace_100_millones_anos.htm
Hace mucho, mucho tiempo, la tatarabuela de todas las
abejas decidió detener su vuelo y descansar sobre un árbol. Y allí se quedó.
Según informa un grupo de científicos, el hallazgo del fósil más antiguo de
una abeja apoya la teoría de que estos insectos evolucionaron a partir de
las avispas.
El fósil de 100 millones de años de antigüedad fue descubierto en una mina
del valle de Hukawng, en Myanmar (Birmania), y fue preservado en ámbar. Esta
sustancia, que es a su vez el fósil de la savia de un árbol, a menudo atrapa
insectos y estructuras vegetales antes de fosilizarse.
“Es el espécimen más antiguo que se ha podido identificar hasta ahora”, dijo
el autor principal del informe, George Poinar, un investigador de la
Universidad del Estado de Oregon. “Pero en general, es más una abeja que una
avispa, y nos da una idea bastante buena sobre el momento en que estos dos
tipos de insectos comenzaron a separarse en sus senderos evolutivos”.
El fósil de seis milímetros comparte características de las avispas
carnívoras, como por ejemplo sus delgadas patas traseras, mientras que a la
vez muestra pelillos en ellas, una característica de la abeja moderna que le
permite la recolección de polen.
Aproximadamente por la misma época en que la abeja quedó atrapada, las
plantas que se basaban en mecanismos diferentes al viento para dispersar sus
semillas comenzaron a expandirse y a diversificarse. Antes de eso, el verde
del mundo de tierra firme estaba principalmente representado por coníferas
que dependían del viento para su polinización.
“Las plantas con flores son muy importantes en la evolución de la vida”,
dijo Poinar. “Pueden reproducirse más rápidamente, generar una mayor
diversidad genética, diseminarse más fácilmente y mudarse a nuevos hábitat.
Pero antes de la evolución de las abejas no tenían ningún mecanismo
realmente poderoso para diseminar su polen, únicamente algunas pocas moscas
y escarabajos que no llegaban muy lejos”.
Plantas con flores: Las angiospermas, o plantas con flores, aparecieron
sobre la Tierra a fines del período Jurásico. Al menos, así lo afirman los
científicos que han estudiado el fósil más antiguo que se conoce de un
vegetal de este tipo.
El ejemplar, de unos 140 millones de años de antigüedad, fue descubierto en
1998 cerca del pueblo de Beipiao, a unos 400 kilómetros al noreste de
Beijing, en China.
La planta, si bien no se parece a las magnolias o a los crisantemos actuales
porque carecía de pétalos, si presenta carpelos, es decir, vainas parecidas
a hojas, una característica única de las plantas con flores que no aparece
en los otros tipos de plantas.
Es posible que antes de ella, existieran otros ancestros de las angiospermas
actuales, pero no han sido descubiertos hasta la fecha.
Resulta interesante recordar que un tipo especial de angiospermas, la hierba
común, surgió hace apenas unos 70 millones de años. Por lo tanto, los
conocidos dinosaurios herbívoros (como por ejemplo el estegosaurio y el
brontosauro) no contaron, por lo menos hasta poco antes de desaparecer hace
aproximadamente 65 millones, con praderas donde alimentarse, y debieron
contentarse comiendo principalmente helechos, cícadas, colas de caballo,
musgos, coníferas y gingkos.