AMOR...
Por Aida

Amor, dolor y condena.
Golpes, caídas, sinsabores en mi lengua.
Pareciera la más grandiosa tortura inquisitoria,
Sin sacar una milésima gota de sangre,
Provoca un alarido estridente del horror.

Mordida a mordida,
Comerse la carne fresca sin restricción,
Esperar a que se restaure y volver a la acción.

Vísceras colgadas como muestras de honor,
Trofeos malolientes que atraen al espectador.
Morbosas miradas recrean sus pupilas,
Pobres almas pidiendo comida.

Amor, dolor y condena,
El olor de mi sudor...



Todo el material protegido bajo derechos de autor, © 2000-2001
Counter




Regresar al índice... Regresar al arrullo...