EL CUCHARON DE SERVIR SALSAS

Fernando invita a su madre a cenar una noche en su apartamento de soltero. Durante la cena la madre no pudo por menos que reparar en lo hermosa Que era Sara, la compaņera de apartamento de su hijo.

Durante mucho tiempo ella habia tenido sospechas de que su hijo tenia relacion con Sara y, al verla, la sospecha no pudo sino acrecentarse.

En el transcurso de la velada, mientras veia el modo en que los dos se comportaban, se pregunto si estarian acostandose. Leyendo a su madre el pensamiento Fernando le dijo: " Mama, se lo que estas pensando, pero te aseguro que Sara y yo solo somos compaņeros de apartamento".

Aproximadamente una semana despues, Sara le comento a Fernando que desde el dia en que su madre vino a cenar, no encontraba el cucharon grande de plata para servir la sopa. Fernando contesto que, dada la posicion de su madre , dudaba que se lo hubiese llevado pero que la escribiria una carta.

Asi que se sento y escribio: "Querida mama: No estoy diciendo que tu cogieras el cucharon de plata de servir salsas pero tampoco estoy diciendo que no lo cogieras, pero el hecho es que este ha desaparecido desde que tu viniste a cenar a casa".

Unos dias mas tarde, Fernando recibe una carta de su madre que decia:

"Querido hijo: No estoy diciendote que te acuestas con Sara o que no te acuestas con Sara, pero el hecho es que si Sara se acostara en su propia cama, ya habria encontrado el cucharon de plata para servir salsas.
Con todo cariņo, Mama"