Hay una generación de poetas hondureños, cuyos textos pude conseguir por la publicación que hizo esa gran iniciativa de la Editorial Paradiso. Pondremos acá una pequeña muestra de dos autores, que creo representan muy bien la gran calidad creadora de ese país.

María Eugenia Ramos José Luis Quesada
 
 
 

 

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AUSENCIA

Alguien se fue

y dejó todos los cuadernos

abiertos en la página 21,

servidos el café

y los frijoles

en la mesa,

caliente

la cama sin hacer,

el perro

esperando su comida,

una cita de amor

puesta a secar en la ventana

y en los vacíos del ropero

el olor de los sueños.

 

 

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La llama eterna

Cuado esta llama explote

dejará de ser luz

y se hará fuego.

Un viento fuerte

barrerá las llamas de las velas.

Regresarán las ramas secas

a la tierra,

se agrietará el planeta

y un volcán amarillo

será todo el continente

hasta estallar

-fogonazos de sol,

cristal fundido,

lava a presión bañando el cielo-

para que no se sepa

qué color era el mar

y se olvide la medida de la noche.

Después lloverá

como en la biblia,

se inundarán de pájaros los patios,

despuntará lo verde

y será eterna

la llama del amor que será nuestro

como el pan de la tierra liberada.

 

 

 

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Riesgo

 

Asumir la ternura

como deber histórico

es igual que volver

de un largo viaje,

mirarlo todo,

probar el temple

de la carne y el alma,

identificar el olvido

con la muerte

y decidir quedarse

              quedarse

              quedarse

y transformar

el corazón vagabundo,

hacerlo sólido,

creador legítimo de estrellas

aunque se rompa en el intento.

 

 

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