La propaganda burguesa ha conseguido que ante la nueva ofensiva de ETA incluso sectores que se reivindican revolucionarios condenen el "accionar violento" de la organización separatista vasca. Solidaridad entiende que quienes ponen por encima de todo la condena de la violencia en abstracto están actuando objetivamente como complices del Estado español, ayudando a este a ocultar sus crimenes y las causas del conflicto vasco. Por otro lado, la gran mayoría de los que no condenan la "violencia" de ETA suelen actuar como su furgón de cola, no entendiendo que la solidaridad incondicional con el pueblo vasco y en particular con las víctimas de la represión española tiene que complementarse con una crítica a la estrategía pequeñoburguesa de ETA. El artículo del Grupo de Propaganda Marxista, CARTA DE UN COMUNISTA A UN PEQUEÑO PATRON ESPAÑOL, que reproducimos al tiempo que marca las responsabilidades de la burguesía española (única responsable del conflicto vasco), intenta pone en claro que la estrategia política de ETA es inviable y conduce al proletariado de Euskadi a un callejon sin salida.