Había
una vez un hermoso amanecer en un bosque.
-Linda mañana-dijo un caracol saliendo de su caparazón.
-Puf-protesta una hormiga dejando la hoja y agregó,
-no doy más.
-Mucho peso para la espalda. Parece un chico de 5to con mochila- dijo
el caracol.
-No me cargue don Caracol-le dijo la hormiga.
-No le parece que ya va suficientemente cargada?-preguntó el
caracol.
-Siempre tan bromista. Ni ganas de reirme me quedan. Toda la noche caminando
para recorrer apenas 100 metros. Y todo este esfuerzo, porque a la hormiga
reina se le ocurrió que este invierno quiere cenar hojas de plátano-dijo
la hormiga muy enojada.
-De plátano?-preguntó sorprendido el caracol.
-Sí como lo oyó. Todo por ese hormigote extranjero que
está de visita .
Es tan grande y tan pesado que más
que una hormiga parece un hormigón armado .
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