Existió hace muchísimo tiempo, un castillo, en medio de un gran campo, en este castillo vivían una bruja y un
mago, que no se podían ver la cara. Estaban tan enojados el uno con el otro, que cada encuentro que tenían en el castillo, terminaba en las manos, o mejor dicho en hechizos.

Una vez, la bruja se enojó tanto que le hizo crecer al mago un árbol en la nariz,y el pobre mago, humillado y enojado, le hizo a la bruja un nido de hornero en la cabeza, ¡ pobre bruja!, luego se pedían disculpas el uno al otro y se quitaban los hechizos, luego se volvían a pelear, y asi vivían.

Esto se repetía casi todos los días,hasta que algo pasó.

Cierto día,visitó el castillo un hombre muy especial,que entendió enseguida el problema de la bruja y el mago.Pero,cual era? Este hombre se hizo amigo de los dos,tanto que lo invitaron a que se quedase un tiempo en su casa,y el hombre aceptó.

El mago y la bruja tenían una biblioteca muy grande,donde los domingos se sentaban a leer,por
supuesto que el mago a la mañana,y la bruja a la tarde.(Pequeños detalles para evitar discusiones,
aunque eran inevitables).

Bien,lo que el hombre sabía,era que la bruja y el mago se tenían un inmenso cariño, pero se peleaban porque no
sabian comunicarse afectivamente y que necesitaban una ayudita, y el se la daría. Escribio una carta al mago en nombre de la bruja(claro que esta no sabia absolutamente nada)pidiendo disculpas por las molestas y repetidas discusiones,de la cual ellos eran protagonistas,y ademas,que lo quería ver en la torre mas alta del castillo,para pedirle perdón personalmente y bla,bla,bla...}

Y la envió,luego mando la misma carta a la bruja,y se fue a una colina donde se veía perfectamente la torre,y
ahí se sentó a esperar el encuentro. Una hora mas tarde llego la bruja y despues de unos minutos llego el mago.

La buja dijo:-Bien mago,te perdono-.
El mago saltó y dijo:-como?,yo te perdono a ti-,y ahí nomas se armó otras de sus tantas discusiones,en lo
mas animado de la pelea la bruja dijo:-¡Mira!- , señalando al hombre en la colina.

Enseguida cmprendieron todo,lloraron y se abrazaron pidiendose perdón mutuamente,jurando ser amigos por
siempre.

Voltearon para decirle gracias al señor,pero este se habia ido,por un camino de flores con una sonrisa en los labios y silbando bajito.