ICONO DE LA VIRGEN DEL TERCER MILENIO

La "Virgen del Tercer Milenio" está basado en el modelo de la Virgen de Vladimir que se encuentra en la Galería Tretjakov de Moscú, considerado como el icono más grande de la Santa Madre de Dios, que el papa Juan XXIII proclamó patrona de la unidad de todas las iglesias.

En nuestro icono la verdadera protagonista de la obra es la mirada de la Virgen: no somos nosotros los que miramos a la virgen sino que es la Virgen quien nos mira a nosotros, nuestros sufrimientos, los pecados, las angustias... y provee, como ha visto y provisto en Caná de Galilea cuando en las bodas faltaba el vino.

El color rojo fuego y el amarillo recuerdan la zarza ardiente desde la cual Dios habló a Moisés. Es el fuego del celo divino por la salvación de los hombres.

La Virgen observa nuestra vida y ve que falta el vino de la resurrección: la victoria sobre la muerte. Nuestras bodas humanas, nuestras alegrías no son plenas, falta el vino. Cristo, su hijo amado, consigue la salvación eterna para nosotros. Resucita de la muerte y se consume el vino.

Ahora todo tiene sentido, Cristo ha resucitado, la muerte ha sido vencida y la Virgen intercediendo por nosotros nos invita a llevar a todos los hombres el vino de la Nueva Evangelización.

La Santa Virgen con el Niño están rodeados por las inscripciones:

"Ave stella novae evangelizationis
tertio millenio Maria humilis
mater gloriosa".

El icono mide 100 x 74 cm. Está pintado al óleo sobre tabla de roble cocida al (bolo) y laminada con pan de oro