Eduardo Rojas
Chorombo sinchulancha folk
La señora doña China
no retiene la orina
y meando se mea,
de risa en risa un rido,
de pichi en pichi, un pichi
El señor don Chino
interpreta otro chiste
para señorito doño Chilloncito,
y este celebra.
Se entusiasma el auditorio,
la casucha
y misis doña Chaina Chilensis
grita:
¡allegame el balde pus chingue chico!
Y se sienta como en platea
en su pelela reclinable,
relaja el cuerpo,
¡catapum!,
juegos artificiales;
con lo que se reanuda el show
en el cuartucho casi rancha,
en vivo y en directo para toda la familia,
con alguna interferencia de la noche,
para el resto de la poblá
¡chchch...!
hace doña China
¡me toca !
y se encarama a la mesa
despaturrao a cuatro patas,
hasta que se para.
Se arma la espectacion
mientras se soba la pera,
busca butaca don Chino chico
mientras se rasca una teta.
¡Ya, alla voy¡, este me lo conto el Chorombo
dice, y golpea las tablas una pulga
saltando asaltando el silencio.
¿Que le dijo un peo de un roto picante,
con olor a axila en escabeche,
a un gas pudiente de caldo azul?,
¿nadie sabe?,
le dijo:
no importa el poto del cual vengas,
todos los peos alcanzaran la gloria,
ascenderan al cielo,
amen.