En octubre del 2000, los militares Ollanta y Antauro Humala se declararon en rebeldía contra el régimen de Alberto Fujimori. Su atrevida acción capturó a una gran cantidad de adeptos, quienes se identificaron con el etnocacerismo, doctrina de los Humala, que, entre otras cosas, plantea el golpe de Estado como una solución viable a la crisis del país. Antauro nos explica por qué

Mayor Humala, ¿podría explicarnos que es el etnocacerismo?
El etnocacerismo es simplemente el nacionalismo en versión castrense. Nace en una perspectiva militar, producto de la vivencia que tienen los oficiales que pertenecen a la generación de los 80', quienes salen de las escuelas militares a comandar patrullas contrasubversivas en la década del terrorismo. Muchos simplemente actuaron, pero otros pensaron que era algo anormal salir a matar compatriotas que tenían otra ideología. Entonces había que pensar por qué se hacía eso, y en esa inquietud sale una alternativa de solución no marxista, en función a nuestros lineamientos propios. Así sale la palabra etnocacerismo que vincula dos acepciones, la etnia y Cáceres. Escogimos a Andrés Avelino Cáceres porque dentro de la historia militar es el único que hace una doctrina castrense eminentemente y es la única que ha dado resultados eficientes: la campaña de la Breña. Y la etnia porque simplemente se refiere a nuestra estirpe ancestral.
Pero esta doctrina tiene propuestas muy radicales, por ejemplo, plantea un golpe de Estado
Pienso que hay un amariconamiento político, así como un amariconamiento en los términos, y nosotros somos alérgicos a esto. Cuando me dicen radical, a veces me hacen pensar que soy suizo, sueco o italiano, como si estuviéramos en una sociedad perfecta. Allí ser radical es ser estúpido. ¿Quién va a quemar llantas en Suiza?, solamente un loco. Pero acá estamos en el antípoda, estamos más cerca a Bangladesh que a Berna. Aquí ser conservador es estúpido. Acá lo coherente es ser radical, porque la realidad es radical.
Cuando a usted lo tildan de golpista, ¿qué responde?
Si ser golpista es rectificar lo malo, entonces yo amo el golpe de Estado. No me asusta. No sé que tiene de malo ser golpista. En otras palabras lo enfoco así: un soldado, hasta el mariscal en todo ejército del mundo, ha jurado ante la bandera de su país fidelidad a la Nación. No le he jurado fidelidad al Gobierno, ni a Perú Posible ni a Alan García. Yo he jurado ser fiel a la Nación.
¿No es extremista decir, tal como usted lo afirmó, que en un gobierno etnocacerista de los Humala se fusilaría al ex general Nicolás Hermoza Ríos?
Me siento como Colón antes de 1492, quien decía que la tierra era redonda cuando todo el mundo decía que era plana. El reglamento vigente del Código Oficial Militar dice que la traición a la patria en tiempo de guerra se castiga con fusilamiento, pena de muerte. Pero no sólo lo fusilaría a él. Si cae Nicolás de Bari hay toda un secuencia de fusilamientos, porque si se fusilan a los vladigenerales, también se tendría que fusilar a los vladiciviles. Allí sería fusilado Alberto Kouri y todos los tránsfugas. Serían fusilados porque es la única manera de sanear a la República.
¿Tienen un estimado de cuantos seguidores tiene su doctrina??
Potencialmente en el Perú todos podemos ser etnocaceristas. Por eso mis reservistas son bien recibidos a todo los pueblos donde van. Cuando yo voy a Arequipa o a Puno me recibe muy bien la gente. Por eso que el Servicio de Inteligencia se orina de miedo de hacerme daño, por que sabe que se metería en un problemón. Por eso que Toledo no me puede hacer nada porque sino le digo sus verdades.
Ustedes critican mucho al gobierno, pero su hermano Ollanta aceptó el cargo de agregado militar en la embajada de Francia que le dio Toledo...
Ollanta es soldado en actividad y un soldado recibe órdenes, y una orden es un cambio de colocación. A él lo han podido cambiar a una trinchera en el Huallaga o a un escritorio en el Pentagonito. Él recibe la orden y la tiene que cumplir, a menos que quiera pedir su baja. Pero yo considero que él quiere a hacer carrera y tiene derecho. Ollanta quiere ser general y cambiar al Ejército. Un cambio de colocación no es un premio ni un castigo, es una orden.
Pero se podría pensar que ese cambio también puede tener un trasfondo político
Lógicamente. A lo que me he referido es el aspecto técnico. Ahora, el aspecto político lo explico así: en estos momentos el líder nato para encabezar cualquier rebelión y que arrastraría medio ejército es Ollanta Humala y lo mejor es tenerlo a 20 mil kilómetros de acá. Allí han pensado bien. Juegan bien su ajedrez.
¿Su doctrina buscará conformarse en un movimiento o agrupación política? ¿Qué papel juega en eso el diario 'Ollanta' que dirige?
Cuando salimos del Real Felipe, luego de estar dos semanas detenidos, mucha gente se nos presentó para organizar un partido político, pero sinceramente me sentía un poco dudoso, porque todos eran extraños y no sabía con quién me metía. Consultando llegué a la conclusión de que para tener un partido hay que tener primero una ideología sino terminas como Perú Posible, que es una barra brava, un club. Por eso decidimos sacar la prensa 'Ollanta', y ahora que ya tomó fuerza queremos crear la organización política.
Si esto se llega a concretar y su doctrina se transforma en un partido, ¿buscarán tener representación en el Congreso?
Claro. El etnocacerismo se basa en dos formas de acción para acceder al poder: la convencional y la no convencional. La convencional es: te voy a jugar en tu cancha, tu pones el árbitro, las camisetas, tu público y encima te voy a golear. Es decir, con tus reglas: planillones, ONPE y toda esa cucufatería. Y la forma de acción no convencional es en función a la masa etnocacerista, en función a una rebelión, tal como lo mostró Arequipa en el problema de EGASA y EGESUR, como lo que hicieron Tambogrande y los cocaleros, porque este gobierno entiende a patadas. A las buenas no le sacas nada. Entonces, le encanta que lo pateen y cuando pateas, tienes que hacerlo bien.
También han criticado al Gobierno señalando que existe una suerte de "chilenización" de la política nacional. ¿A qué se refieren con eso?
Obviamente que la hay. Primero, a Toledo le financian su campaña muchas personas, entre ellos el secretario general del partido político gubernamental de Chile. Esto jamás fue desmentido. El buen Toledo ha tenido cuatro asesores chilenos y casi todas nuestras empresas privatizadas tienen capitales chilenos. Además, tenemos una política de cielos abiertos con Chile, hay libre tránsito. De igual forma tenemos la amputación del mar de Grau en 37 mil kilómetros cuadrados a la altura de Ilo, Marcona y Tacna, y eso lo sabe perfectamente la Marina de Guerra. ¿Esto es traición?, ¿chilenización?. Esto es el colmo.
En un hipotético gobierno de los Humala, ¿los conflictos ya cerrados con Ecuador o Chile podrían reavivarse?
Obviamente. A menos que me estés insinuando que mejor sigamos con el pantalón abajo. Mira, el tratado de Itamaratí, que establece la paz con el Ecuador, es firmado por parte de Perú por un canciller y un presidente. Ese presidente es Fujimori, de nacionalidad japonesa, y el canciller es De Trazegnies, de nacionalidad belga, ya que tiene pasaporte de dicha nación. Entonces, dos extranjeros han decidido por 25 millones de peruanos. Por consiguiente un gobierno nacionalista debe desconocerlo. Eso no es ser radical, es ser realista. Ahora, si por decir, hay un gobierno etnocacerista acá, y en Ecuador gobierna la Confederación Nacional Indígena, y en Bolivia, Evo Morales, pienso que estos problemas se van a diluir.
Ha señalado que Ollanta se está preparando para ser Presidente y usted para ser ministro de Defensa...
No he dicho eso. Eso lo ha dicho Caretas y Canal 4. Ollanta simplemente hace lo que él considera que debe hacer y si esto implica la Presidencia de la República, lo hará. Pero no lo hace porque quiere ser presidente. No es su afán serlo sino que como soldado correcto y coherente considera que esto está mal y hay que corregirlo. Y si esa corrección implica la Presidencia, bueno pues habrá que ser Presidente.

Texto: Wilfredo Angulo (wilfredo.angulo@interlatincorp.com)
Fotos: Lin Belaúnde