Recorte de LA PRENSA,  
12 de octubre de 1999

POR UN MUNDO SIN DROGA

Una simple pregunta
por Raimundo Amadeo Orlando
                                                                                                                          
LA PRENSA,  12 de octubre de 1999

Después de mucho hablar sobre las drogas, siempre aparece alguien que hace una pregunta muy simple ¿que es una droga? Y se produce el silencio. Un vacío. Y  una duda, por la que el preguntón es mirado como un posible curioso inocente o un inquisidor que nos toma examen. Si reflexionamos, debemos aceptar las dos posibilidades y admitir que no todos saben que es una droga, por lo que carecen del punto del partida para estudiar o  el tema. Si no contestamos respetuosamente y certeramente, la función docente se quiebra, y  empuja- mos al preguntón al bando contrario que si le contestara rápidamente  ¿Sabe como? Dándole una droga para que pruebe, por que le dirá que no le podrá hablar de efectos que desconoce. Lo que hemos conseguido, entonces, es cederle el paso al adversario.  
Una definición clásica dada por la Organización Mundial de la Salud puede servir de guía para intentar comprender que son esas sustancias que llamamos drogas, así como para saber actuaciones preventivas se pueden realizar: “Droga es toda sustancia que, introducida en el organismo por cualquier vía de administración, produce una alteración de algún modo, del natural funcionamiento del sistema nervioso central del individuo y es, además, susceptible de crear dependencia, ya sea, psicológica, física o ambas”. Desmenucémosla. Sustancia
. Las drogas son sustancia, lo que excluye de las drogadependencias conductas tales como ludopatía, ver en exceso la televisión, videojuegos etcétera.Estas conductas de dependencia o adicciones no se establecen con una sustancia o droga. Todas..... Tanto las legales como las ilegales::: el criterio legal no es valido de cara a la prevención. De hecho, las drogas mas consumidas en nuestra sociedad y que causan un mayor numero de problemas son el tabaco y el alcohol, cuyo uso esta permitido. Son las llamadas drogas ilegales, termino siempre tan discutido... Cualquier vía de administración. No específica la vía, pues las drogas pueden ingerirse – como por ejemplo el alcohol  y los medicamentos – o bien se fuman – como el tabaco y la marihuana – otras pueden administrarse por vía endovenosa (inyectada), y algunas también pueden ser aspiradas o inhaladas, etcétera. Puede alterar de algún modo el sistema nervioso central. Las alteraciones que las drogas pueden causar son muy variadas: excitar (como lo hacen las drogas clasificadas como estimulantes); tranquilizar, eliminar el dolor o aplacar (como las depresoras), u ocasionar trastornos perceptivos de diversa intensidad (como las denominadas alucinógenos).  Son susceptibles de crear dependencia ya sea psicológica, física o ambas. Todas las drogas pueden generar dependencia psicológica y/o física, de acuerdo con el tipo de sustancia, la frecuencia del consumo y la permanencia en el tiempo. No obstante, la prevención del abuso de drogas es conveniente llevarla a cabo desde los comienzos, en determinada edad, trabajando sobre la conciencia del abuso de otros productos tales como golosinas y algunas medicinas, luego sobre tabaco y alcohol. Hasta alcanzar el objetivo ultimo de evitar los abusos de sustancias potencialmente psicoactivas. 
En resumen: las drogas son distintas y, por tanto, distintos son tanto los motivos por los que se usan así como sus efectos, sus riesgos o las consecuencias de su consumo. Internet cada día vuelca en su mundo virtual infinidad de material sobre las drogas, pero no todos son virtuosos, porque hasta incluye la apología de su consumo. 
Sin embargo, en la red pueden encontrarse trabajos importantes como este análisis de la definición de droga que hizo Marcela Cristina Hourmilougué  en su sitio http://members.spree.com/marcela/index.htm. Trabajo con un digno sentido docente que debe imitarse por quienes de distintas formas quieren un mundo sin drogas.  

                                                                                     LA PRENSA,  12 de octubre de 1999.-