El Cuento de Julian Rodriguez
Un cuento ficticio basado sobre una realidad trágica.
Por Terry Lee Smith
Julio de 2003
Julian era un niño típico de México. El ser uno de siete niños, de su madre y del padre previo él pues podrían lo más mejor posible. Lodo, su padre, trabajado siempre que los campos del bastón lo necesitaran o siempre que él podría enganchar un paseo a la mina del ópalo. Arcellia, su madre, le dio a luz en su casa del ladrillo y del cemento del tres-cuarto situada en la ciudad pequeña de la montaña del El Hermitano, en el estado de Nayarit.
Espaciaron a sus más viejos hermanos aproximadamente un año de separado y su llegada en la familia se había parecido ser justa otro día, otro acontecimiento ocasional, otra razón de la alegría cuidadosa y preocupación de la tranquilidad. Mientras que su nacimiento no estaba fuera de lo común, su madre detectó de alguna manera que una vida especial aguardó esto, su más nuevo hijo. Ella detectó que su vida marcaría una nueva manera de la vida para Mexicanos rural que era, desconocida a ella, separando su interior de la manera de las costas, los palacios turísticos que brotaban para arriba en una trayectoria southward de los Estados Unidos.
Lentamente, como el tiempo entra cerca en México, los muchachos crecieron en adulto con poco en su futuro pero encontrar a una buena mujer para casar y para seguir la manera de su padre de ganar una vida. El su enseñar era mínimo, consistiendo sobre todo en los golpes duros y los dedos quemados que tocarían solamente ciertos fuegos una vez. Leyeron y escribieron pero solamente cuando son necesarios, y era solamente necesario cuando la vida presentó las situaciones que implicaron la iglesia o el gobierno. Para el momento en que sean Julian fueran tres, su madre fueran idos. Muertos de la pulmonía lejos delante de su tiempo y Lodo el irse en una situación que requirió a la ayuda de su madre, a muchas de sus amigos, y a sus vecinos empathetic.
Vino una época cuando todos los hermanos trabajaron excepto Julian, dejándolo para vagar las calles del El Hermitano y para observar la vida que lo rodeó allí. En la edad de seises, él se encontró que caminaba a través de una lluvia torrencial, solamente. Él sabía mejor que hacer eso y cuando él manchó la puerta abierta del almacén de la tienda de comestibles de la comunidad, él funcionó hacia él. Él había sido en el almacén varias veces pero no había pensado mucho de él. Era justo allí, una parte de la ciudad, una pieza que era tan necesaria como las casas, los árboles, los animales, y la lluvia, un "campo común".
Dentro de, él encontró a dueño, solterona Connie, hablando con un hombre que él nunca había visto antes. Hablaban de las cosas Julian no entendían pero guardaron el señalar en un estante nuevo de las virutas de patata, de los enrollamientos del queso, de las virutas de maíz, y de otros convites que fueron empaquetados de plástico colorido. Eventual, Connie dio el hombre un poco de dinero y a hombre a la izquierda el almacén mientras que la lluvia disminuyó. Él condujo lejos todavía en un escarabajo de Volkswagen, pintura brillante y libera de abolladuras y de moho.
Mientras que su familia no tenía mucho de él, julian sabía que el dinero era importante y que él podría negociar cantidades pequeñas de él para el alimento, las ropas, las fuentes para la casa, el etc. Su padre y hermanos se parecían siempre tener algunas monedas redondas en sus bolsillos que compartirían de vez en cuando con él. Él preguntó a Connie acerca del estante nuevo y del alimento que fue envuelto de plástico. Ella le dijo que que fuera una nueva manera poner los convites a disposición los clientes, de que ella los compró del hombre para un poco dinero y los vendió en el almacén para un poco más dinero. Ése era cómo ella hizo el dinero para se. Julian fue fascinado con la simplicidad del arreglo. Su mente ágil de alguna manera le dijo que que estos artículos empaquetados representaran su futuro, almacén de ese Connie tendría eventual menos y pocos barriles de arroz y maíz, las cestas de huevos, las losas de la carne, las frutas y los vehículos frescos y más y más artículos que estaban libres de los ravages de insectos y la prueba machaca de clientes, agradecen al plástico colorido.
Connie tenía siempre una sonrisa. Connie comía siempre el alimento disponible. Cada uno en ciudad bien-tuvo gusto a Connie. ¡Connie era especial! Julian deseó ser como eso. Connie le dijo que ella tuviera que leer y escribir cada día y que ella tuvo que ser exacta con números. Era obvio a julian que ella gozó de su trabajo. Ella no dijo cualquier cosa sobre tener que saber utilizar un machete, subsistencia de desmayarse en el sol de agosto, siendo machacado durante un derrumbamiento, o curando mordeduras del insecto y de la serpiente. Su trabajo era sumamente diferente de el de su padre y los hermanos y él lo pulsaron que puede ser que sea posible para él a propio un almacén algún día, también. Cuando él compartió su interés con ella, Connie con conocimiento le ofreció un trabajo.No era mucho de un trabajo pero entonces, julian eran solamente seis años de viejo. ¡Y proporcionó el dinero que entró sus propios bolsillos! ¡Dinero que él podría compartir con su padre y hermanos! Él continuó trabajando para Connie, aplicándose para aprender, ganando más y más responsabilidad y gozando de su reputación bien-ganada como persona amistosa, feliz, e inteligente.
Algo sucedió al mundo cuando es julian era en sus últimas adolescencias. Tenido no solamente lo probando las especias de la vida en el El Hermitano, él había estado a otras ciudades próximas. Él había visto muchos almacenes como Connie en las ciudades y las aldeas pequeñas circundantes e incluso había visitado los supermercados magníficos en Tepic, casi treinta millas lejos. La gente vivió diferentemente en Tepic. Julian notada que mucha mucha gente tenía coches y las ropas y las casas nuevas con muebles almacenar-comprados nuevos y dispositivos electrónicos extraños. ¡Apenas pues julian vino entender que él era pobre, su padre anunció que él se trasladaba a los Estados Unidos de América! Dos de sus más viejos hermanos lo acompañarían para trabajar allí, prometiendo enviar el dinero de nuevo a sus esposas y sus otros hermanos que también tenían esposas y los niños sus el propios, toda la vida en la casa ampliada del ladrillo que él había sido nato adentro. Este cambio vida-que se alteraba hizo julian tomar una medida importante fuera del El Hermitano y en el mundo del negocio. Él habló al hombre que entregó sabritas al almacén de Connie y encontró que había una oportunidad para que sienta bien julian a un distribuidor mismo. Dirigieron al hombre también al norte en la búsqueda de riqueza.
Julian tomó la medida, viendo un futuro y agradable que proporcionarían el trabajo constante y seguro. En el mismo tiempo, él tomó la mano de la muchacha joven bonita que hizo su esposa dentro del año. La vida estaba en la agitación pero no toda necesariamente una mala clase de agitación. El primer de sus dos hijos fue llevado en abril, el año próximo. Su segundo, el año siguiente, apenas tan Julian se había establecido firmemente como un vendedor confiable y digno de confianza en su área, con muchos buenos amigos. Él era un hombre de la familia con un trabajo. Un hombre conforme y feliz de hecho. Lo más mejor posible de todos, el amor en su casa era digno de alabanza. Se parecía fluir entre los miembros de su familia y hacia fuera en las calles del El Hermitano.
Los años se movieron uno por uno en el pasado y la vida continuó siendo buena. Un día pronto, pensamiento Julian, él hizo bastante dinero ahorrar hasta para comprar un escarabajo de Volkswagen. Entonces su negocio realmente sacaría. Él podría ampliar su territorio y quizás incluso para atender a la universidad en Tepic. Entonces él podría mover a su familia en una casa magnífica, goza el mirar de sus niños ahora adolescente-envejecidos el crecer para arriba en el mundo electrónico nuevo que había venido ser, contenta agradablemente con su vida de la clase media.
Hasta entonces, Julian tendría que continuar al viaje dificultoso de la ciudad a la ciudad, llevar un saco burgeoning de sabritas en el suyo detrás. Un día a la semana, él saludaría el carro que le proporcionó su acción mientras que avanzar a lo largo de las calles escarpadas del cobblestone del El Hermitano. Él tenía un horario fijo para entregar sus paquetes coloridos a sus cliente numerosos. Caminando los caminos polvorientos a través del campo hermoso y fertil, él totalizador los artículos unidireccionales y volver el otro con sus bolsillos llenos de moneda deslustrada y de billetes bien-usados. Asombrosamente, él encontró que sus fines de semana estaban libres de trabajo. Él pasó esos días estimados con su familia, proporcionando la relevación para su Concita querido y la hospitalidad para sus dos muchachos especiales.
Era viernes. Julian caminaba el camino de San Leonel de nuevo al El Hermitano que comtemplaba reservado su vida, pensando en su padre y los hermanos (todos de quién ahora trabajaban encima del norte), preguntándose si el dinero en su bolsillo, agregado a su lata de café ocultada de ahorros, finalmente sería bastante para comprar por lo menos una motocicleta pequeña.
Vinieron en él de ambos lados del camino, de las pistolas brandishing y de los fulgores ancho-wide-eyed amenazadores. Cuál había sido otro día del tranquil del recorrido solitario fue llenado repentinamente de amenazas y de miedo ruidosos. Los dos hombres eran desconocidos a julian, más probable de trabajo del la, él pensaron. Una de ellos le acercó, exigiendo que él los da toda de su efectivo. La injusticia de la situación señaló por medio de luces dentro de mente Julian y él azotó hacia fuera para pulsar al hombre, difícilmente bastante para que él sufra una quijada quebrada y se caiga torpe a la tierra. Julian dada vuelta a la cara el segundo hombre, apenas en hora de ver el flash de la pistola como ella lanzó muerte en su dirección.
La bala, estado dirigida negligentemente en un momento del pánico, había pulsado julian en el pecho. Julian arrugada lentamente, una mirada del choque y sopresa en su cara. ¿Cuántas veces él había caminado este camino? ¿Cuántas veces él había llevado sí mismo orgulloso, embolsa por completo de nueva vida? ¿Cómo pocas veces él había encontrado otra alma mientras que hacía sus redondos? ¿Por qué? ¿Por qué ahora? ¿Qué él había hecho para merecer muerte de una manera tan inhumana? Con los cuadros de Concita el fluir a través de su mente, Julian dar un suspiro con el sonido raspy del nunca mas.
Nunca encontraron a los hombres que tiraron y mataron a Julian.  Puede ser que fueran extranjeros en el área. Puede ser que vivieran no lejos de cualquier número de los almacenes que estaban en la ruta Julian. Su cuerpo no fue encontrado hasta el día siguiente en que su esposa había pedido a su vecino que condujera a sus y sus dos hijos a San Leonel para ver qué pudo haber sucedido a su marido. Mancharon el cuerpo mientras que bajaron algo rápidamente la pendiente gradual que ésa condujo a la curva aguda que había recogido muchos carros llenados del bastón de azúcar sobre los años. Los ladrones incluso no habían intentado ocultarla. Una piscina pequeña de la sangre secada marrón estaba debajo del pecho Julian, cubierto con las moscas y los mosquitos y otros insectos desagradables. El enjambre dispersó para volar solamente algunas pulgadas lejos del cuerpo mientras que Concita le dio la vuelta a la visión la cara que ella nunca vería sonreír con amor o lujuria otra vez.
Los muchachos gritaron y golpearon la tierra con sus puños apretados en ultraje. Concita cayó en la agonía que se rasgó en ella y lloró. El vecino que los había conducido, se sentó abajo pesadamente y acaba de mira fijamente la escena.
El padre y los hermanos Julian, con sus esposas y niños, volvieron de los estados para atender a su entierro. Todo el El Hermitano resultó no solamente ofrecer la ayuda y el consolation, centenares de gente vino de el resto de ciudades que habían venido saber y tener gusto Julian. Su endecha del cuerpo en un ataúd abierto para la visión, rodeado por las flores, san los iconos, y los mourners. Algunos la vieron y llorado, otros se dieron que sabía miradas como si decir, la "muerte sucede. Sucedió a julian, de que es toda." La muerte es común, apenas al igual que nacimiento. El nacimiento sucede y la vida comienza. La vida es vida, la buena y malo de ella, y entonces la muerte sucede. Es la manera de cosas.
Los mourners contribuyeron pedacitos pequeños del cambio flojo y algunos empapelan las cuentas, poniéndolas en una caja negra adornada con las flores de papel negras. Concita utilizaría el dinero para erigir un monumento en el punto inoportuno de la muerte julian. El monumento todavía está allí. La gente no se ha olvidado. El amor verdadero está ahora y por siempre. Iguales con amistad verdadera. Iguales con el respecto por uno quién es de alguna manera especial. El marcador del cemento está inscrito con conocido julian y los años que él llenó mientras que esta' vivo. Todos pintaron un brillante y el blanco limpio, el marcador se remata con una cruz. El marcador y la cruz se adornan con frecuencia con las flores y las notas del remembrance scribbled sobre pedazos de papel de sus amigos y familia. No hay pintada que lo estropea es belleza. Brilla con vida, apenas como tenía Julian.
Nunca cogieron a los asesinos. Quizás los condujeron para tomar la vida de otra para algunos dólares de modo que pudieran combinarse de alguna manera con éxito en el mundo que los había alcanzado. Qué vida llevada a cabo para ellos es tan desconocido como es su identidad. Y apenas como inconsecuente. Era la vida Julian que había importado. Y es su vida y muerte que se recuerdan hoy.
Todavía poblar la caminata el camino entre San Leonel y el EL Hermitano. Caminata, impulsión, encendido a caballo. . . dan la mucha gente que ve el monumento la pausa a pensar. Y en su pensamiento consiste otro cambio importante a sus vidas, ella siente apenas una punzada del miedo que ella nunca se había sentido antes.
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