Artículos

Página Principal

¿Es viable un programa para el Tercer Sector?

 

por Norberto Pazos

 

Los expositores que me antecedieron han hecho referencia a un tema recurrente: el de los valores. He anotado, que el Lic. Ricardo Murtaght, al hablar de la globalización manifestó que las "Organizaciones No Gubernamentales (ONG) pueden poner sobre la mesa temas como el de los valores, más que los temas económicos" y agregaba que las ONG debían adaptarse a los condicionamientos de la globalización. Con lo cual estoy y no estoy de acuerdo. Porque frente a los resultados de la globalización estimo que la adaptación debiera ser inversa.

 

El Dr. Martínez Nogueira, a su vez, al hablar de la "Identidad de las ONG" dijo que corren el peligro de convertirse en prestadoras de servicios. Y que frente a ello debe reaccionar en consonancia con sus valores y finalidades.

 

La Lic. Bernarda Pirovano, al explicar su modelo articulado, señalo que las ONG promueven valores.

 

La Dip. Elisa Carrió expresó que el Tercer Sector, vinculado al Estado y a las políticas sociales constituye el tema del futuro. Y agregó que el crecimiento del Tercer Sector preanuncia una nueva politeia, estimando la autora que ésta se centrará también en valores.

 

También el Dr. Atilio Alvarez, que efectuó un análisis histórico de la política social dividiendo los tiempos desde su inicio en cuatro etapas: 1) la limosna, 2) la beneficencia, 3) los subsidios y 4) el Estado terciarizando, agregó "que hay que diseñar el quinto tiempo, el de la globalización". Descontamos que el Dr. Atilio Alvarez incluye el tema de los valores en este quinto tiempo.

 

Y surge, a mi entender, que una de las funciones del Tercer Sector, tal como lo señala Pablo Guarino (((1))) al referirse a las O.N.G.D. (Organizaciones No Gubernamentales de Desarrollo) al decir que son ellas las que "por sus actividades pretenden no solo brindar satisfacción a determinadas necesidades puntuales (salud, educación, hábitat, trabajo, etc.) sino también promover valores y aptitudes, entre los destinatarios de su trabajo y entre otros actores sociales (Estados, Organismos Internacionales, medios de difusión, etc.), tendientes a un cambio social basado en criterios de justicia social, equidad, democracia, participación y solidaridad".

 

Con este encuadre del problema se justifica mi apreciación anterior sobre la globalización. Es evidente que este término está referido fundamentalmente a los aspectos económicos del desarrollo de los países. Y al decir que éste debería estar al servicio de la gente, estamos refiriéndonos a un enfoque social opuesto a las posiciones economicistas predominantes.

 

Este enfoque tuvo presencia a través de publicaciones tales como "Desarrollo con rostro humano" de Naciones Unidas, o "Desarrollo a escala humana" coordinado por Manfred Max Neff, publicado por la Fundación Dag-Hammarskjold y CEPAUR. La hipótesis de esta última publicación es que el desarrollo se refiere a las personas y no a los objetos.

 

¿Cuál sería un indicador de crecimiento cualitativo de las personas? La calidad de vida; y ¿cómo determinar la calidad de vida de las personas? Una forma sería la mediación de la satisfacción de las necesidades. Este parámetro de medición constituiría lo que Neff denomina: satisfactores. Como ejemplo de satisfactores podemos citar: la alimentación o un determinado orden político en relación con la participación.

 

¿Cómo se mide habitualmente la pobreza? Con datos cuantitativos: ingreso per capita, datos sobre la vivienda, etc. Sin embargo, Neff dice que no hay pobreza. Hay pobrezas. Hay pobreza de subsistencia, de protección, de afecto de participación, de identidad. Cada pobreza genera patologías. "Cualquier necesidad humana fundamental no satisfecha de manera adecuada produce una patología". Por ejemplo, patología colectiva de frustración, de miedo, etc.

 
Conceptualización

 

Concepto de desarrollo integral.

 

En 1982, la CAPAL afirmaba que "el desarrollo debe asegurar ante todo la satisfacción de las necesidades básicas de las mayoría postergadas. Y en este contexto, la participación popular comenzó a ser valorizada más por su condición de derecho humano que por su contribución funcional al desarrollo".

 

Estos conceptos, si bien exponemos una definición del año 1982, fueron discutidos y aplicados en la formulación de políticas públicas y en los objetivos expresos de distintas organizaciones comunitarias, de base y de apoyo, desde la década del ´60, y adoptadas por distintos países de América Latina. Se vinculaba así el desarrollo con la participación popular, como elementos inseparables del desarrollo integral. Y, glosando a Fernando Osorio Molinsky, agregaban que el "desarrollo integral no puede obtenerse mediante esfuerzos parciales en ciertos sectores de la economía del sistema social, sino a través de un avance conjunto de todos los aspectos. Sólo así será posible apreciar en que medida el avance conjunto de todos los sectores está promoviendo un nuevo tipo de sociedad orientada hacia un rápido desarrollo humano".

 

En consecuencia, se deduce que el mero crecimiento (es decir, el crecimiento económico) no es una condición suficiente para asegurar el pleno desarrollo social y humano.

 

De aquí surgen conceptos o valores derivados como la equidad, la justicia y la participación, y el objetivo de configurar sociedades más justas e integradas, con destino propio, con identidad propia, donde el hombre encuentre reales potencialidades para el desarrollo de sus potencialidades.

 

Finalmente, para terminar con este marco de referencia conceptual e histórico, cabe destacar con palabras de Jaques Maritain que "es necesario rehacer la civilización moderna, para que puedan subsistir los principios de la cultura, tratando de llegar a una primacía vital de la calidad sobre la cantidad, del trabajo sobre el dinero, de los humano sobre lo técnico, de la sabiduría sobre la ciencia, del servicio común de las personas humanas sobre la codicia individual, del enriquecimiento indefinido o la ambición estatal del poderío ilimitado". Estas palabras fueron escritas en 1935. Parece que lo fueran hoy.

 

Veamos ahora dos ejemplos extraídos de los Informes Anuales del Indice del Desarrollo Humano (IDH) publicado por Naciones Unidas.

 

La tabla siguiente muestra la distribución de ingresos. El 20% más rico de la población mundial recibe el 82,7% de los ingresos totales del mundo, mientras que el 20% más pobre tan solo recibe el 1,4%.

"El crecimiento económico mundial casi nunca filtra hacia abajo".

 

Población Mundial

Ingresos Mundiales

20% más rico

82,7%

Segundo 20%

11,7%

Tercer 20%

2,3%

Cuarto 20%

1,9%

20% más pobre

1,4%

 

Distribución de los ingresos mundiales por quintil.

 

El gráfico que sigue refleja el inquietante fenómeno del crecimiento sin empleo en el mundo. La recta quebrada superior representa el crecimiento del PBI (1975-1990) y su tendencia proyectada (1990-2000) ponderado respecto de determinadas regiones (países de la OCDE, América Latina, Africa Subsahariana, Asia Oriental).

 

La línea inferior representa el crecimiento del empleo, ponderado en esas regiones. Desde 1975 el crecimiento del empleo ha estado siempre a la zaga del crecimiento de del producto, y es probable que esa disparidad siga acentuándose durante el decenio de 1990. (Informe IDH 1993).

 

1975 1990 2000

 

* Promedio ponderado del crecimiento del PIB y del Empleo

 

Y las ONG de Desarrollo (Bombarolo, Pérez Coscio y Stein).

 

Las O.N.G.D son "aquellas organizaciones conformadas básicamente por prefesionales y técnicos".

 

A fines de la década de los ´50 surgen las primeras O.N.G.D. en América Latina. Sus protagonistas, profesionales y técnicos con alto cotenido de militancia social, o grupos pastorales de la Iglesia inspirados en las conclusiones del Concilio Vaticano II y la CELAM, que reforzaron el contenido social en la práctica de la Iglesia.

 

Estos equipos o personas desarrollaron trabajos de promoción de grupos de base con sectores marginados. Se relacionaron con agencias de cooperación europea y/o de procedencia católica, que colaboraban en la financiación de sus actividades.

 

Se fueron constituyendo organizaciones de apoyo con objetivos de acompañar los intentos de los nuevos movimientos sociales en sus esfuerzos por constituir sociedades más equitativas, democráticas y productivas. Las líneas de trabajo de estas organizaciones son la transferencia de tecnología, la búsqueda de soluciones concretas a través de pequeños proyectos y la organización.

 

Entre la década del ´60 y ´70 se desarrollaron procesos educativos ligados a la corriente de educación popular (ejemplo: escuelas radiofónicas).

 

En la década del ´70 se produce un quiebre del camino mencionado como consecuencia de la crísis económica, de los gobiernos militares que emergían en la región en el contexto de la Guerra Fría y de la consecuente supresión de los partidos políticos y de los movimientos sindicales. Durante estos años éstas organizaciones pasan a operar en una forma diferenciada, menos visible, promoviendo actividades de resistencia, muchas veces sostenidas por la cooperación internacional.

 

Una década después, el retorno al sistema democrático acompañado de otros factores (necesidad de los sectores populares, reducción del gasto público, incremento de la cooperación internacional) generan un nuevo crecimiento cuantitativo de las O.N.G.D.

 

Primer concepto de Tercer Sector

 

El concepto del Tercer Sector surge en un seminario que se llevó a cabo en la sede de la Fundación Alemana para el Desarrollo Internacional (DSE) en Berlín Occidental en diciembre de 1981, con el tema "Alternativas de crédito a grupos marginados".

 

En dicha reunión el Ing. Rodolfo Martínez Ferrate aportó a la discución el concepto del Tercer Sector: "es el sector de la economía conformado por diversas formas asociativas de producción, sus organismos de segundo y tercer grado y las instituciones de apoyo, articuladas en un sector económico que se diferencia del sector privado tradicional en que no concentra la renta y la capacidad de decisión".

 

Los miembros en cada forma asociativa, además de ser propietarios de los medios de producción, generalmente aportan su trabajo personal y participan con mayor equidad de los beneficios y exedentes de la empresa.

 

Está conformados por muchos tipos de organizaciones de base, empresas asociativas, cooperativas y organizaciones de segundo y tercer grado, así como las instituciones de apoyo, articuladas en un movimiento, siendo esta articulación la clave de la organización del sector.

 

El autor da el ejemplo del Tercer Sector en el agro, diciendo que debe ir unido a una descentralización administrativa y una participación popular en la mejora de su propia comunidad, es decir, debe ir hacia un desarrollo integral participando no solamente las empresas asociativas sino también los pequeños campesinos que allí conviven.

 

Para crear este Tercer Sector de la economía, dice el autor, no se necesita alterar las formas de propiedad, ya que el régimen democrático tiene posibilidades de fomentar el desarrollo social y económico, teniendo en cuenta además, que ya existen en los países un conjunto de organizaciones que pertenecen al Tercer Sector y que solamente necesitan la articulación de dichas organizaciones en un movimiento que permita promover este Sector de la Economía (ejemplo: Alemania con "las empresas de la economía de interés general: cooperativas, bancos de interés general"). Cita Martínez Ferrate a Walter Hesselbach, quien distingue entre empresas privadas y empresas de la economía de interés general, afirmando que son empresas privadas aquellas que sirven en primer término a los intereses de sus propietarios y sus ganancias a manos privadas. En cambio las empresas de economía de interés general se dedican en primer término al interés públicos y al bien común. Sus ganancias se aplican a propósitos que sirven los intereses generales de la colectividad (ejemplo: la Central de Cooperativas Agrarias de Colombia, reúne a seis cooperativas cafeteras, una cooperativa central de mercadeo, una de ahorro y créditos beneficiarios para 32.000 socios, contando con el apoyo de la Fundación Konrad Adenauer.)

 

Una importante tarea de la empresas de economía es la regulación de la competencia. El economista norteamericano John Gilbraith argumentó a favor de estas empresas en su libro "The Insutrial State".

 
Tras un segundo concepto del Tercer Sector

 

El Tercer Sector, llamado también no gubernamental y sin fines de lucro, está compuesto por todas aquellas organizaciones sociales privadas que representan una manifestación acabadas de un país.

 

Según la publicación de la Fundación Del Viso, denominada Tercer Sector, la vigencia del sistema democrático y la vigencia de la economía de mercado, han producido una diversificación de las organizaciones sociales privadas y su crecimiento. Detecta 3.500 fundaciones y 11.000 asociaciones civiles en Capital Federal, más 3.500 coopertativas de distinta índole cuya afiliación total supera a la de los partidos políticos.

 

Esto también tiene su correlato en países desarrollados como los Estados Unidos de América donde uno de cada dos adultos dedica aproximadamente cinco horas semanales voluntarias en este sector, lo cual equivale a 10 millones de empleos de tiempo completo (5% del PBI estadounidense).

 

Según Peter Druker la cantidad de energía humana que cualquier sociedad vuelca en el Tercer Sector es inmensa y en algunos casos comprende a tantas personas como las involucradas por el sector de empresas comerciales; no obstante dichas fuerzas se manifiestan bajo un voluntariado poco inteligente, debido a que el esfuerzo no se canaliza utilizando herramientas que generen un marco adecuado de información y de hipótesis de trabajo.

 

Tradicionalmente, dichas organizaciones tenían como fin realizar expresiones de la caridad sin embargo actualmente promueven transformar al ser humano y a la comunidad en la cual éste se inserta.

 

El Tercer Sector pasa a conformar junto con el Sector Comercial y el Sector Estatal la totalidad del espectro socio-económico de un país.

 

1 Pablo Guarino, presidente de ALOP, Asociación Latinoamericana de Asociaciones de Promoción, "Los dilemas de las ONG en América Latina", publicación a ABONG, Asociación Brasilera de ONG, Encuentro Latinoamericano de Asociaciones Nacionales de ONG, Brasil, 1995.

Arriba