Palabras de Apertura
por Germán Sarlangue
Hoy nos reunimos para iniciar una intensa semana de encuentro, debate y capacitación, entorno a una realidad compleja y dinámica, la relación entre la Administración Pública y las organizaciones no gubernamentales, definidas éstas en un sentido amplio.
Se encuentran presentes personas venidas de todas los rincones de la Argentina:
Desde el Servicio UNCION se ha generado este espacio, a los efectos de brindar un escenario desde donde, todos juntos como actores de una sociedad democrática, podamos intercambiar enfoques, generar nuevas ideas, clarificar dudas y aprender a distinguir las políticas propicias a una relación enmarcada en el sano principio de subsidiaridad, de aquellas modernas –y a su vez antiguas– ideologías que promueven la separación de ambos actores del sistema político, el abandono por parte del Estado de sus responsabilidades sociales, el traslado de dichos deberes a las organizaciones sociales no gubernamentales, y en definitiva, la vuelta a la sociedad de beneficencia.
Partimos de un debate intelectual arduo que nos permitirá analizar las funciones inherentes del Estado para con sus ciudadanos, promover el Bien Común por medio del cumplimiento y el hacer cumplir el respeto de todos los derechos individuales y sociales contemplados en la Constitución Nacional. Creemos conveniente postular y enarbolar a un artículo constitucional tristemente olvidado, poco feliz su presencia para las escuelas eficientistas, devotas del Mercado, de lo ajeno. Parece un Cristiano en medio de los Paganos. Escandaliza, incomoda, interpela. ¿Lo recuerdan? Su nombre propio es el 14 bis:
Este establece con fuerza de ley suprema que "el trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes, las que asegurarán al trabajador: condiciones dignas y equitativas de labor; jornadas limitada; descanso y vacaciones pagados; retribución justa; salario mínimo vital móvil; igual remuneración por igual tarea; participación en las ganancias de las empresas, con control de la producción y colaboración en la dirección; protección contra el despido arbitrario; estabilidad del empleado público; organización sindical libre y democrática [...]. El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social, que tendrá carácter de integral e irrenunciable. En especial, la ley establecerá: el seguro social obligatorio [...]; jubilaciones y pensiones móviles; la protección integral de la familia; la defensa del bien de familia; la compensación económica familiar y el acceso a una vivienda digna".
Confronto la realidad, abro las puertas de este hermoso Puerto Madero con un PBI per Cápita de 24.000 dólares y comienzo a recorrer mi Tucumán, el Departamento Pellegrini o el Departamento Quebrachos en Santiago del Estero... tierras que sangran todavía un atropello desgarrador. Ahí quedaron las hermosas estaciones. Ahí quedaron las poblaciones. Bajo del tren a las 11 de la noche y observo a familias enteras con sus bolsas llenas de la basura de una decadente clase media porteña... Miro los ojos del hachero, o al obrero golondrina, que cobra, tras 10 horas de sudoroso trabajo, dos pesos en bonos provinciales, más una magra comida, como acto de cortesía. Aclaro: Los dos pesos no incluyen aportes jubilatorios ni obra social. Sigo caminando y me encuentro con un hermano mapuche, que por Trelew es generosamente beneficiado con un ambiente, con baño y cocina incluidos, para él y su extensa familia.
Con lo recién leído y confrontado, acabo por aceptar que las acciones políticas actuales están dejando de lado, por lo menos, a esta humilde y sabia cláusula. Se está violando la Constitución Nacional. Se está llevando al Estado al moderno S XVIII, siglo del Constitucionalismo Clásico, como reacción contra aquel perimido Estado garante de la Justicia Social (Constitucionalismo Social), que según dicen los que saben, en Europa Occidental aún goza de buena salud.
Hoy nos hablan de democracia... hace poco hemos votado a los representantes del pueblo y de las provincias. Pero una democracia dónde el pequeño, el frágil, el niño y la familia, no son tenidos como los más importantes de sus afanes, se olvida lamentablemente de la palabra PUEBLO.
La Constitución Nacional es muy clara. La Administración Pública y las ONG´s han de aprehender a interactuar para dar cumplimiento a la legislación mencionada. Los actores mencionados tienen esferas, radios de acción complementarios y no suplementarios. Las ONG`s no pueden ni deben asumir el rol del Estado y éste no puede ni debe transformarse en una organización no gubernamental. Ambos, unidos y distinguidos deben bregar por la justicia social y el desarrollo integral de la Nación. Cada uno desde el lugar que le corresponde. ¡Cuidado con querer ser lo que no se es! ¡Cuidado con el pecado de omnipotencia!, advertencia para la ONG’s; ¡Cuidado con el pecado de omisión!, advertencia para el Estado.
Esperamos, desde la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, que el día viernes 9 de noviembre, pueda concluir el presente seminario, a pasos de ser inaugurado por las Autoridades aquí presentes, con el enriquecimiento personal de todos los participantes del encuentro. Desde ya, muchas gracias por haber aceptado estar aquí.
A continuación quisiera dejar unas últimas palabra a modo de yapa, como para ayudar a pensar los temas que en estos cinco días de encuentro vamos trabajar, palabras que no son mías sino de Pablo Raúl Trullenque, poeta Santiagueño nacido en 1934. Es un poema que habla de lo que permite la ausencia de un Estado, como garante de la justicia distributiva, en el Santiago del Estero de la generación del ’80, del ferrocarril inglés y de Empresas como La Forestal. Habla de un Estado que sólo se autodefinió, durante el S XIX y durante la primera mitad del S XX, como un Estado gendarme, garante del comercio y procurador del progreso... un Estado que dejaba lo social en manos de la buena voluntad de las organizaciones intermedias... dejaba lo social desguarnecido.
Por favor, ahora cierren los ojos y dejen que las palabras poéticas trabajen en sus memorias... busquen cuanto de ellas hay en la Argentina de hoy. Cuantos de los discursos que a diario escuchan y leen, hablan –bajo un halo de romanticismo y solidaridad, con hermosas fotos y buenos deseos en nombre de las urgencias- de los beneficios de volver al modelo mencionado.
Un maestro y amigo, con su enseñanza me dice siempre: Pregunte, pregunte a la historia... ella les revelará sus secretos.
Grito de un viejo silencio fragmentos
Ricos latifundios fueron, vendidos por dos centavos a capitales portuarios miles de hectáreas de bosques traficados en la noche para reserva de esclavos.
Allí era el analfabeto así... como el hombre ideal y de pensar ni que hablar eso era... como la lepra al cepo iba en cuarentena porque podía contagiar.
Y es así porque se saca de la incultura ventaja fomentando la ignorancia se convierte en más al pueblo sin ojos, mente, ni sueños, en un pájaro sin alas.
La fonda proveeduría y el prostíbulo del pueblo toda era del obrajero que también era la ley con la suma del poder el... gobernaba su feudo.
Mas no es la culpa del chancho ... dice un antiguo refrán. Si quien debe administrar la justicia entre los pueblos le da de comer al cerdo. Eso, eso siempre ocurrirá.
Y se instalarán obrajes en fábricas y talleres en cuanto en la carne... que es débil anide la corrupción... influyente institución sin moral, honor ni leyes.
Con el sol salía el hachero pa’ volver con el ocaso con charqui, yerba y tabaco para mentirse energía talaba el pobre la vida mientras se moría a pedazos.
El día del pago lo vales volvían al obrajero y sí el proveedor un peso le dejaba en los bolsillos el pobre, ya embrutecido lo perdía en alcohol y juego.
Debe brindar el trabajo pan, salud, y techo digno; educación a los niños y darle la oportunidad al hombre de progresar si así no es, es un castigo.
Hoy sólo habitan muñones en aquel verdor trinado en los bosques arrasados nunca arrojaron semilla... los que mataron la vida y allí... brotó el desarraigo.
Y jamás se abrieron surcos por decisión de la usura por la rentable cultura; de las mesas de dinero es que en el mercado negro fortunas... crecen sin lluvias.
Pueblos enteros migraron y en su diáspora encontraron la cruz de los marginados, la impotencia y el baldón, del rancho e’lata y cartón, y hasta el racismo entre hermanos.
Y mancillaron su sangre porque sus hijos y nietos son los sin luz, los sin techos, los intrusos que les dicen los que no hallan sus raíces en la tierra que nacieron.
Cristo... vio por los de abajo... bajo el pie del despotismo... desde la cruz del martirio. desde el centro del amor.
Sólo por Él creo; en vos... y... "Y" en un mundo con "tus" niños libres, sin drogas, sin hambre. Que los viejos no son lastre que vivir tan sólo es dar y que un día tendrán hogar nuestros chicos de la calle.
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