Un Recuerdo por Atilio Alvarez El 8 de octubre de 2001 fue asesinado en su parroquia de Salta en circunstancias no del todo claras,.el R.P. Ernesto Martiarena.
Su trayectoria como sacerdote católico, siempre comprometido con lo social y lo político, tuvo amplia difusión en el Norte Argentino, y su figura criolla era conocida en los ámbitos especializados de todo el país.
Infancia y Juventud –revista en Red- se asocia al duelo y a las indignadas expresiones ante una muerte absurda. La sociedad necesita una profunda investigación sobre los móviles del horrible crimen y espera que ésta no deje duda alguna sobre aspectos que han sido objeto de comentarios
Cuando moría un guerrero en las viejas culturas, no bastaba con llorarlo Sus camaradas se turnaban para entonar las salmodias que relataban sus combates, sus hazañas, y los hechos por los que pervive en la memoria de su pueblo cada uno de los que deja la existencia terrena.
Del Padre Martiarena , en esa tradición, recordaremos uno : Hace ya más de una docena de años un camión recorría el Norte Argentino, llevando en la oscuridad de su caja cerrada, con un agujero en el piso a modo de todo sanitario , un valioso cargamento de mujeres embarazadas y jovencitas con criaturas al pecho.
Lo que para los traficantes era valioso por su precio, -unidos a la indignidad de los esclavistas- para otros , como el Padre Martiarena, era preciado por el valor intrínseco de las dignidad de las personas esclavizadas.
Comprando y vendiendo, con ruta prevista por el Chaco hacia una de las capitales de la "niño exportación" el camión del oprobio fue detenido en Gral. Güemes, Salta, por directa intervención del Padre Martiarena.
Aún suenan por los caminos los ecos de la patriada. Y, confusos en el tiempo y en los silencios a medias, no han sido olvidados los apellidos del poder entonces y quizás ahora vinculado al tráfico de niños.
Hemos cumplido en recordarlo. Ahora, cuando el Padre Martiarena no está. Ahora, cuando algunos pseudo garantistas pretenden alinear a la República Argentina en la "niño exportación" Ahora, cuando desde el contractualismo insisten en legitimar con la endeble voluntad de una pobre madre, a los modernos vehículos de los traficantes, a los nuevos camiones de la infamia. Como en los tiempos de la juventud de las culturas, las armas del guerrero muerto – en este caso la palabra de cura y de abogado- fueron quebradas y enterradas con el caído. Pero quedan vivas otras manos y otras voces. Para decir verdad. Para llamar a las cosas por su nombre.
Hasta que nos toque el turno...
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