ABORIGENES: CULTURA E INTEGRACIÓN SOCIOECONÓMICA
P. Pedro Olmedo Rivero cmf Presidente de la Comisión Episcopal Aborigen
La Iglesia estuvo, desde antiguo entre los pueblos indígenas. En algunas zonas del país hubo lagunas importantes que dieron lugar a la presencia de otras Iglesias cristianas.
El Concilio, luego S. Miguel como fruto de Medellín trajo una nueva presencia, esta vez más articulada con equipos mixtos: religiosos, sacerdotes, laicos que fueron a los más pobres y configuró una nueva forma de estar a los indígenas.
Estos grupos de comunicaban y reunían llegando a formar el primer encuentro nacional de quienes estaban trabajando con indígenas. Fue un encuentro ecuménico importante con presencia indígena alentada por los padres obispos Jaime de Nevares por el sur, y Sabdrelli y Kemerer por el norte.
Estos quipos crecieron y en noviembre de 1984 la CEA crea la Comisión de Pastoral Aborigen (CEPA), que reúne y nuclea estos agentes en el Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (ENDEPA).
ENDEPA, es el ámbito de articulación, de animación de los equipos diocesanos, donde se realiza el acompañamiento y el trabajo de los pueblos indígenas. Funcionar con Asambleas Nacionales y regionales donde se reciben las prioridades y se eligen los miembros de la colaboración.
ENDEPA acompaña a los pueblos indígenas. El término acompañar no es casual , venimos revisando y profundizando nuestra experiencia entre ellos: y como nos impulsó Santo domingo queremos dejar de ser padres para ser hermanos. Con el diálogo, la cercanía, el intercambio, la gratuidad, y el respeto.
En nuestro país hay más de 20 pueblos indígenas y 3 de descendientes organizándose. Son pueblos crecientes y aunque se suele estimar que son más de 500.000 resulta difícil saber con precisión la cantidad de indígenas en Argentina. Ya que los censos de población y vivienda que se han realizado en el país no lo tenían en cuenta, después de la reforma de la Constitución de 1994 se obliga al estado a incluir a los indígenas en el censo.
Viven predominantemente en el norte y en el sur del país, asentados alrededor de 900 comunidades rurales y peri-urbanas, aunque en las últimas décadas se está produciendo una honda de migración a las grandes ciudades de la Pampa Húmeda: Santa Fe, Rosario y Buenos Aires.
El indígena en Argentina no es un monumento al pasado, constituye un presente fuerte con mucha vitalidad y perspectiva de futuro. A pesar de las realidades de muerte. Sus culturas permanecen con mucha fuerza, y aquellas que más han sido atacadas y debilitadas hoy se encuentran en un proceso de recuperación.
El logotipo de ENDEPA es un tronco cortado con un borde verde que está naciendo queriendo sintetizar las palabras de un indígena: "Los pueblos indígenas éramos fuertes, nuestras culturas, nuestras tierras y nuestras vidas eran fiestas y abundancia... pero los que llegaron cortaron nuestro árbol, mis ramas, comieron nuestros frutos y pensaron que el árbol del pueblo indígena estaba muerto. Pero nuestras raíces eran tan profundas y fuertes que no pudieron acabar con nosotros. Hoy somos como estos brotes que renacen con fuerza".
Estas raíces fuertes y profundas siguen creciendo y brotando en todo el país en la diversidad y en la pobreza, son pobres entre los pobres. Puebla refiriéndose a ellos: "nos llama los más pobres entre los pobres", porque la pobreza común suele sumar la discriminación étnica que afecta profundamente su dignidad.
Creemos que los pueblos indígenas a pesar de nosotros y con nosotros crecen en identidad, organización, capacitación y reclamo por sus derechos. Creemos que ayuda a ellos el descubrimiento en su espiritualidad, la posibilidad que le otorgó el derecho positivo de la Constitución nacional de 1994 para identificarse como comunidad aborigen y el derecho a la tierra.
Para que esta legislación tenga vigencia en el país era necesario, por parte del poder ejecutivo realizar el trámite formal o ratificación ante la sede de Ginebra, de la Organización internacional del Trabajo.
Durante 8 años, no se concretó el deseo de los pueblos indígenas y la voluntad de los legisladores con trabas resistencias de ciertos sectores del gobierno.
Durante estos años los reclamos de los dirigentes indígenas fueron incesantes: reclamo del PPI, semana de los pueblos indígenas de 1999 , "Convenio conviene", en abril de 2000 se reúnen CON Rigoberta Menchú planteándole la preocupación por el tema, quien transmite esta inquietud al Gobierno de la Nación. En mayo del mismo año, el documento de los gestos jubilares del
Episcopado se solicita el Gobierno Nacional que se proceda a hacer el depósito de la sede de Ginebra y entrevista a la Comisión ejecutiva se solicita al Sr. Presidente.
Por fin, el 3 de Julio de 2.000 presenta el instrumento ratificatorio, firmado por el Sr. Presidente de la Nación y su Canciller, entrando en vigencia dicho Convenio el 3 de julio de 2001.
Ejemplo 1: Jujuy: Ley Nº 5030/97 y su reforma ley Nº 5231 del 26 de diciembre de 2.000 Ejemplo 2: Salta: la ley de desarrollo de los pueblos indígenas, sin la consulta y la participación de los pueblos indígenas de la provincia, a pesar de los solicitado por los pueblos indígenas de Salta por si interés de participar.
Este bien tan preciado con los indígenas y cada vez más escaso por su concentración en pocas manos, es el punto crucial donde se resuelve el destino de los pueblos indígenas.
Art. 75 inc. 17: de nuestra carta magna que reconoce el derecho a la posesión de las tierras que tradicionalmente ocupa y otras aptas y suficientes para el desarrollo humano.
Art. 14 de la Convención Internacional de la OIT, que entró en vigencia en nuestro país el 3 de julio de agrega también que: "deberán instituirse procedimientos adecuados en el proceso jurídico constitucional para solucionar los problemas de tierra formulados por los pueblos interesados".
El Art. 18 de l citado Convenio dice textualmente: "la ley deberá prever sanciones apropiadas contra toda intrusión no autorizada en la tierra de los pueblos autorizados de las mismas por personas ajenas a ellos y los gobiernos deberán tomar medidas para prever tales sanciones".
Sin embargo, poco y nada se ha hecho desde 1994 al presente del proceso de concentración de expulsión de los habitantes rurales a los cinturones de miseria continua sin pausa.
La doctrina de la Iglesia frente a este fenómeno en su documento "Para una mejor distribución de la tierra" del Pontificio Consejo Justicia y Paz: "solicitar a todos los niveles una fuerte toma de conciencia de los dramáticos problemas humanos, sociales y éticos que desencadena el fenómeno de la concentración indebida de la tierra. Se trata de problemas que golpean en su dignidad a millones de seres humanos y privan de paz a nuestro mundo".
En este contexto ante la propuesta de ENDEPA y la CEPA, la Iglesia Argentina con motivo del Jubileo emite el documento: "El gran Jubileo y el derecho a la tierra de los pueblos indígenas" (79 Asamblea. 11 de mayo de 2.002).
Las propuestas del documento fueron elaboradas por los equipos Diocesanos de ENDEPA como así un relevamiento de las tierras de los pueblos aborígenes.
Comentario del documento del Gran Jubileo y derecho a la tierra de los pueblos aborígenes.
Los desafíos que se presentan son grandes. Es importante lo que los pueblos indígenas han logrado, pero aún queda mucho camino que correr.
En este camino, quiere seguir acompañando, compartir sus sueños, luchas y esperanzas.
Como dice el documento del Jubileo: "La Iglesia quiere caminar junto a los pueblos aborígenes en espíritu de ayuda; y seguir contribuyendo a reparar las injusticias del pasado y del presente. Pedimos perdón a Dios y a los pueblos aborígenes por las acciones de los cristianos que en este ámbito no han sido fieles a Cristo y al Evangelio".
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