NACIÓN MAMÜLCHE - PUEBLO RANKÜL PASADO – PRESENTE – FUTURO Y ALGUNAS PROPUESTAS PARA REFLEXIONAR
por Germán Canuhé
INTRODUCCION
Fue también a partir de ese tiempo que comenzó a recibir en su seno a miembros de diferentes Pueblos del Norte que, huyendo del invasor, encontraron seguro refugio en su inexpugnable fortaleza natural: la selva de Caldén. Este árbol, considerado sagrado por nuestras gentes, crece únicamente en estas latitudes, junto al algarrobo, chañar, piquillín, molle y un sinnúmero de otras especies silvestres que ofrecían su fruto, leña, protección, abrigo, a todas las formas de vida que la habitaban.
Aquí sólo entraban los que nuestras gentes permitían. No llegaba el brazo del intruso español que jamás pudo hollar nuestro hábitat por la fuerza,aunque merodeó por las periferias.
Fue a partir del siglo XIX que otros pueblos buscaron guarecerse en nuestro hábitat que seguía siendo impenetrable para las pretensiones del ahora invasor criollo.
Tanto los primeros como los segundos inmigrantes forzados que se guarecieron en este paraíso terrenal, ahora incrementado por la abundancia de ganado vacuno y caballar, se adaptaron inmediatamente a nuestra forma de vida, a la que aportaron mucho de su idioma y su cultura. En este santuario reharían sus vidas.
Se afincaron favorecidos por la hospitalidad de los dueños de casa para con los perseguidos, como lo demostró a lo largo de su aún casi desconocida pero seguramente rica historia. 60.000 Comechingones del Sur de Córdoba, que censaron los españoles allá por el 1.6OO es de suponer que se radicaron entre nosotros. Más acá en el tiempo la historia registra al puntano Baigorria, enemigo de Juan Manuel de Rosas, que, junto a 300 unitarios convivió con nuestro Pueblo durante 20 años sin que lo alcanzara el brazo de enemigo alguno.
Cuando Callvucurá, proveniente de Llaima, del otro lado de la cordillera de los Andes, hizo su irrupción violenta en Masallé, matando a Rondeau y a su gente, Coliqueo, proveniente de Boroa, también del otro lado de la cordillera, logró escapar de la matanza perpetrada por su compatriota buscando refugio en el único lugar seguro por entonces: nuestro territorio. Allí, por veinte años, convivieron ambos, Baigorria y Coliqueo, cada uno conservando su identidad pero bajo la protección de la única Nación que mantuvo a raya por trescientos cincuenta años al invasor español primero y a sus seguidores después. Caído Rosas, Baigorria volvió a su civilización y Coliqueo, que estaba emparentado con él lo siguió.
Todos los refugiados, más los que se sumaron en el intenso intercambio cultural, comercial y humano, por simples razones de supervivencia fueron concentrándose en el Mamüll Mapü, los mismos Rankülches que ocupaban la inmensa franja que va de Santa Fe a Neuquén, pasando por el sur de Córdoba, San Luis y Mendoza terminaron cambiando de hábitat y se vinieron al monte. Algunos hermanos Wiliches que vivían a nuestro Sur y al Sur de los Pehuenches buscaron refugio en nuestro hábitat como también lo hicieron muchos Pehuenches, como lo describe magistralmente el Chileno don Luis de La Cruz, en el Diario de su Viaje a través de nuestra tierras (1806). Vale recalcar que este es el primer testimonio escrito sobre nuestro Pueblo.
En él podemos leer que el idioma, los usos y costumbres eran por entonces comunes en las tres grandes Naciones Indígenas que De La Cruz describe: La Nación Mamülche, cuyo jefe era Carripilun ocupando y protegiendo lo que es hoy el Centro de Argentina, la Nación Pehuenche gobernada por Puelmanc, desde Mendoza hasta el Pacífico y la Nación Wiliche cuyo extenso territorio, al Sur del Río Negro y Río Cautín estaba gobernada la región Norte por Cagnicolo y la región Sur por Guerahueque. Este testimonio del mapa político Indígena del Sur el el que describe magistralmente don Luis de La Cruz, en el Diario de su "Viaje....", a través de nuestras tierras(1806),con gran conocimiento por ser nativo de Concepción,Chile,rodeado del mundo indígena.Carripilûn, el jefe que conociera De La Cruz, llegó a firmar Convenios y Tratados con todas las provincias fronterizas. Convencido por el viajero Chileno aceptó su ofrecimiento de entrevistarse con Sobremonte, encuentro que habría cambiado la historia de nuestra Nación de no ser por las invasiones inglesas que frustraron dicho encuentro al huir Sobremonte a Córdoba. Al volverse, Carripilûn ofreció 3.000 lanceros, por si los precisaba. También dejó claro que era el jefe indiscutido de los Meli Buta Mapü, (los cuatro puntos cardinales del Centro de la hoy Argentina). Leemos en el Diario de De La Cruz la respuesta que le dio al emisario del Virrey Del Pino cuando éste lo mandara a llamar: "Que si como Virrey le pide que vaya, él como Lonko de estas tierras le contestaba que no quería ir".Digna respuesta para tal pedido.
PRIMERA PARTE.
En 1820 muere Carripilûn, El Ranquelino. En sus veinticinco años de gobierno alcanzó tanto prestigio como Lonko Rankül de la Nación Mamülche que ambos términos, Mamülche y Rankülche, se mimetizaron significando prácticamente lo mismo para propios y extraños. Por esta época los Pueblos que la integraban ocupaban la siempre inexpugnable selva de Huitru (Caldén) en su totalidad. Se produjo un importante éxodo de los hermanos de el otro lado de la cordillera, principalmente de la región Boroa, hoy Temuco. Se afincaron en la llanura, por Guaminí, Carhué y zonas aledañas. Rosas les brindó protección a cambio de que lo ayudaran a mantenernos a raya. Sus jefes, entre otros, fueron Rondeau, Melín, Coliqueo.
A Carripilûn le sucedió Yanquetruz, el fuerte, el fornido. Este gran guerrero había sido derrotado por el gobernador de Mendoza, Amigorena, allá por 1780. (Eché a Yanketruz y sus Ranqueles desde El Carrizal hasta el Neuquén). Muerto Amigorena, retorna Yanketruz. Por su valía es elegido Jefe sucesor de Carripilûn. Hace honor a su fama transformándose en terror de sus enemigos. Es por esa época que Rosas trama su famosa Expedición al Desierto. Avanzarían por tres lugares: Oeste-Centro-Este. Él se reserva el comando de la División que, costeando nuestro territorio por el Este llegaría al Río Negro. Facundo Quiroga, al mando de las otras dos, envía a Ruiz Huidobro por el Centro designando al fraile Aldao para la División que, saliendo de Mendoza se juntarían con la de Huidobro y juntas llegarían al punto de convergencia con la División al mando de Rosas. Ruiz Huidobro, derrotado por Yanketruz en San Luis, se vuelve. Aldao, que en vano espera a la División Centro, sufre la guerra de guerrillas de nuestras fuerzas hasta que se produce un enfrentamiento en El paso de la Balsa, sobre el Río Chadileuvû, donde mueren ochenta soldados y también se vuelve. Rosas tiene la habilidad suficiente de presentar su fracaso como triunfo, los porteños le creen y le dan las facultades que pide. Por supuesto, muy poco tiempo después estábamos otra vez a las puertas de Buenos Aires.
Yanketruz junto con Painé Nürü, (Zorro Celeste), un gran guerrero y diplomático, que sería su sucesor,mantienen la tradicional enemistad con el Gobernador de Buenos Aires. Y llegan más lejos aún. Se granjean la amistad de los Borogas, que Rosas pretendía utilizar contra nuestra Nación, y juntos aprovechan las luchas entre unitarios y federales. Según el resultado de cada combate, si ganaban los unitarios, los Rankülches arreaban con las pertenencias de los derrotados. Si el triunfo era federal, los que se beneficiaban eran los Borogas.
Rosas, previendo lo que se le venía, le abre las puertas a un Llaimache, Callvucurá, para que castigue a su aliado infiel y ocupe su lugar. Así es como este Jefe perpetra en Masallé una gran matanza especialmente de los jefes Boroganos y queda dueño del campo y de la amistad de Rosas. Coliqueo, milagrosamente, escapa de la emboscada y busca refugio en el único lugar que podía ofrecérselo: El Mamüll Mapü.
Allí permanece por veinte años, manteniendo su identidad de origen, hasta que decide pasarse a la civilización junto con Baigorria, un blanco unitario que escapando del mismo personaje es acogido por nuestro Pueblo donde nos presta grandes servicios. Emparentado con Coliqueo, cuando Rosas cae convence a su suegro de acompañarlo. Callvucurá, no estando más su protector, se siente liberado del compromiso que tenía con Rosas y se muestra en toda su dimensión escribiendo páginas de gloria en la lucha mantenida por los indígenas de esta parte del continente contra los intereses extraños que finalmente logran su objetivo de apoderarse en forma ilegítima de tierras que no eran suyas . Callvucurá comienza a escribir su propia historia.
A la muerte de Painé Nürü le sucede su hijo mayor Calvaiû (Galván). Desaparecido trágicamente llega el turno de Panguitruz Nürü. Siendo chico fue hecho prisionero y entregado a Juan Manuel de Rosas. Enterado de que era hijo de un gran Jefe Rankül lo toma a su cargo, lo hace bautizar, pasa a ser su ahijado. Transcurrido unos años en la Estancia El Pino, Panguitruz, cuyo nombre cristiano es Mariano Rosas, se escapa a su tierra. Pudo más su familia, su tierra, su ansia de libertad que los supuestos placeres de la civilización. No reniega nunca de su experiencia entre los blancos. Por el contrario, siempre recuerda con afecto a su padrino y todo lo que aprendió de él, pero invitado por éste, regalos de por medio, a que lo visite, consulta a las machis y éstas le predicen grandes desgracias para la Nación si vuelve a tierra cristiana. Es así que su imbatible ejército es comandado por su hermano Epu Nürü, cada vez que hacen incursiones a tierras cristianas.
Invencible en la guerra, en tiempos de paz lleva a la Nación a su mayor grado de prosperidad aplicando las enseñanzas de Baigorria y las que él supo aprehender. Secundado por jefes como Baigorrita, descendiente de Yanketruz, y Nahuel, conocido como Ramón Cabral, el Platero, reciben a Mansilla con el que firman Tratados de Paz. También tratan con el cura Burela, Donatti y otros que también dejan interesantes escritos sobre nuestra Nación. Muere en 1877. Sus restos fueron profanados por el Ejército Argentino de Ocupación. Entregados a Zeballos, conocido desenterrador de huesos indígenas, la familia de éste los dona luego al Museo de La Plata. Después de casi doce años de diversas gestiones los actuales integrantes del Pueblo Rankül logran su restitución a Leuvucô, lugar donde Panguitruz nació, vivió y murió y de donde nunca quiso ni debió salir. Las predicciones de las adivinas se cumplieron. Todas las desgracias juntas cayeron sobre nuestra Nación desde el momento en que sus restos fueran llevados a Buenos Aires. Con justa razón creemos que al volver Mariano a su lugar, comenzará una nueva era en la relación entre nuestro Pueblo y el Estado Argentino, cuyo inicio puede ser la ceremonia de su traslado donde convergieron fuerzas de todo signo dejando sentado que es posible la unidad en la diversidad.
Roca tuvo que apelar no sólo al rémington para vencernos, supo utilizar la traición. Mientras aprobaba el Tratado de Paz del 24 de Julio de 1878 con Epu Nürü y Baigorrita, convencía a Ramón Cabral, El Platero a que se pasara a la civilización, solicitaba al Congreso la autorización para llevar la frontera hasta el Río Negro y preparaba sigilosamente el Ejército Argentino de Ocupación. Hizo caso omiso del artículo 65 inciso 17 de su Constitución que ordenaba "mantener el trato pacífico con los indios....". Ordenó emboscar a las dos comisiones que marchaban al Río Cuarto por el cumplimiento del Tratado, una fue aniquilada, la otra hecha prisionera. Así, en dos jugadas estratégicas quedamos casi sin hombres de pelea. El resto fue un paseo para el ejército que contó con la colaboración de nuestros "protegidos unitarios" que oficiaron de baqueanos. Epu Nürü, vencedor en mil combates, fue hecho prisionero sin pelea. Baigorrita, en "sobre aviso", intentó ganar la cordillera. Fue alcanzado, herido y se lo quiso traer prisionero. Una y otra vez se arrojó del caballo que lo transportaba hasta que el teniente al mando de la partida ordenó su muerte.
En Agosto de 1882, Yankamil, el de más prestigio entre los sobrevivientes, fue protagonista del último enfrentamiento armado entre 50 de los nuestros y 27 soldados fuertemente armados. El combate tuvo lugar en Cochi Cô (Agua Dulce) un alejado paraje del oeste pampeano. Yankamil, a pesar de muchas bajas, se retiró vencedor luego de matar a 7 soldados y un indio chileno traidor al que creyeron muerto luego de aplicarle 23 lanzazos y un bolazo en la cara, perdonando la vida al resto de los soldados. Ganó la batalla pero se dio cuenta que la guerra estaba perdida y se entregó en Marzo de 1883.
Luego de 1882, fecha del último enfrentamiento armado con las fuerzas nacionales, poco a poco los integrantes de nación tan poderosa, a la que trataron de hacer desaparecer de raíz, ya que al Genocidio perpetrado le siguió un Etnocidio atroz como lo dice un decreto de 1895 emitido por el Gobernador Pico por el cual debía desaparecer de La Pampa no el indio físico, vencido militarmente, sino el pensamiento, lo que significa ser indio. Allí queda claro cual es el enemigo a vencer por Occidente y sus testaferros autóctonos. La filosofía de vida, la cosmovisión y sobre todo la forma comunitaria de vida opuesta por completo al pensamiento occidental, individualista, privatista, egocéntrico. En nuestra organización social no existía la acumulación de riquezas, por lo tanto no había diferencias de clases, ni ricos y pobres. Tampoco la explotación del hombre por el hombre o por el Estado. Forma de pensar aún no superada.
Los hombres de nuestra Nación fueron enviados a trabajos forzados a Tucumán, Martín García (somos los que fabricamos los adoquines de Buenos Aires), a diversas estancias como peones (Epu Nürü, el invencible guerrero, finalizó sus días como peón en la Estancia El Toro de Bragado), a las Malvinas, (No seremos antecesores de los Kelpers?). Las mujeres jóvenes y los niños repartidos entre familias pudientes como servidumbre. A esto fuimos reducidos los miembros de la Nación Indígena más orgullosa de esta parte del continente, la misma que por 350 años mantuvo a raya al invasor español y a sus seguidores criollos.
Roca dio por terminado lo que para ellos era el "problema indio". Nunca aceptaron que nosotros no somos el problema sino que son ellos los que nos lo crean.
Conclusión primera parte
Los restos dispersos de nuestra gente que no estaban prisioneros o se habían liberado más los que pertenecían a la jefatura de Ramón Cabral, en fuerte Sarmiento, al que no le cumplieron ninguna de las promesas, poco a poco fueron buscando puntos de concentración. Gral. Acha y La Blanca, un paraje cerca de Luan Toro, muy buena tierra y aguada, fueron los lugares elegidos. En este último lugar llegaron a tener buena hacienda y sembradíos. Hasta ellos llegaba con una carreta un mercachifle de apellido Güiraldes, que les proveía de mercaderías a cambio de plumas, cueros, pieles, y arte indígena. Se decía amigo, y por cierto lo apreciaban. Hasta que un día llegó como siempre, pero con el Juez, la Policía y un papel que decía que era dueño de todas esas tierras. Hubo que salir. Encomendaron a sus jefes Santos Catrenao Morales y a Caleu y Curunao Cabral a que buscaran otras tierras. Eligieron el lugar más inhóspito de La Pampa, la temida travesía, donde no vivían ni las lagartijas. Allí creían iban a tener tranquilidad. Roca se frotó las manos. Ahora sí daría por finalizado el problema indio. Seguramente que no aguantarían mucho allí y tendrían que asimilarse a los centros poblados donde por fin dejarían de ser indios, deglutidos por el sistema. Firma dos decretos, uno el 28 de Febrero y otro el 24 de Abril, ambos en 1899, por los cuales nos devuelven 80.000 hectáreas.
Pero un indio con tierra no desaparece así nomás. No solo sobrevivieron. Favorecidos por una economía que necesitaba mucha mano de obra rural como lo eran las cosechas, la esquila, el arreo de ganado, todas especialidades indígenas, la gente joven salía de la llamada Colonia Indígena Emilio Mitre y volvía a disfrutar con los suyos el fruto de sus esfuerzos. Mientras, los ancianos, las mujeres y los chicos se ocupaban de mantener en forma su hábitat. Así fue como llegamos a tener escuela, telégrafo, correo, juzgado de paz, comisaría, comercio. Todo comenzó a perderse partir del 40. Muere Santos Morales, verdadero motor de la transformación que sufriera el paraje y no aparece otro líder de su envergadura. La revolución industrial hace aparecer la máquina esquiladora, las cosechadoras, el camión, los caminos. La gente joven sale de La Colonia a trabajar pero ya no vuelve. Se va quedando en los nacientes pueblos y ciudades. Los viejos y las mujeres, los chicos, incrementados por nietos sin padres que dejan las hijas que salen a trabajar de sirvientas, vuelven cada tanto a parir y así sigue. La economía se transforma en sobrevivencia, con unas pocas chivas, algunas ovejas. Mendoza corta unilateralmente el Río Atuel y la región se transforma en un páramo.
A fines del 60, comienzo del 70, otro gobernador, viendo tal vez que a pesar de todo el indio resiste, emite otro Decreto por el cual la tierra no es para quien la posee ni para quien la trabaja sino para aquel que mejor pueda trabajarla. Un indio, sin plata, sin cuenta bancaria, sin avales, no puede tener tierra. Otra vez aparece un blanco con un papel, el juez y la policía y comienza a quemar ranchos y a alambrar campos. Aún no sabemos como pero esta vez nuestro Pueblo, con líderes espontáneos que nacieron por la circunstancia, se opuso al decreto. Demostró su unidad, su fuerza, y con la inapreciable ayuda de un abogado blanco logró su objetivo.
El entonces presidente de Argentina, Lanusse, personalmente, se ocupó de que se nos devolvieran las tierras. Pero el blanco no da puntada sin hilo. Nos las entregaron con títulos de propiedad individual. Muerto el tronco, ocho, diez o más ramas no pueden vivir de una tierra que ni alcanza para una familia. Comenzamos a malvender. Es así como hoy apenas nos quedan 40.000 has. de las 80.000 que tuvimos. Los buitres siguen revoloteando sobre nuestras cabezas a ver si nos pueden despojar de todo.
Aquí es donde comienza nuestra organización. Gracias a ella comenzamos a revertir la historia. La rebelión de 1970 no fue en vano. No sólo nos hizo comprender que seguimos vivos como indígenas. Muchos que creíamos nuestra causa perdida nos dimos cuenta de que no era así. Y decidimos el retorno. Antiguamente, cuando avestruces, guanacos, huemules, liebres y otras especies se ponían en movimiento en una dirección, los guardias fronterizos pegaban el grito: "Se vienen los indios. El campo está en movimiento".Hoy hemos logrado la aprobación de la Ley 23.302. Del Convenio 169 de la OIT. Del Artículo 75 inciso 17 de la Constitución Nacional y en el caso de La Pampa, la Constitución Provincial reconoce nuestra preexistencia y adhiere a la Constitución Nacional. Tenemos presencia en el Consejo de Los Pueblos Indígenas de Argentina. En la Asociación Indígena de la República Argentina (AIRA), somos partícipes de cuanto evento ocurre en el país y en el extranjero.
Somos uno de los 225 Pueblos Indígenas que reconoce Naciones Unidas. En el próximo Censo de Población en Argentina estamos identificados como Rankülches. Nos hemos organizado internamente con nuestro Lonko Che (Jefe principal), el Peñi Carlos Campú, nuestro Inanlonko, (segundo jefe), Ataliva Canhue (que encabezó la rebelión de 1970) y nos hemos constituido en 22 Comunidades en todo el ámbito geográfico de La Pampa, tanto urbana como rural.Estamos constituyendo el Consejo de Lonkos.Podemos anunciar que "el campo está en movimiento".Fernández Acevedo,el abogado que se puso a nuestro servicio en el 70 nos hizo ver con su accionar que no necesitamos recurrir nuevamente a la lanza, las boleadoras, la piedra arrojadiza, el caballo para que se nos reconozcan nuestro Derechos. Estamos utilizando una arma impensada por nuestros padres y abuelos y aún por el mismo blanco: El Derecho.
SEGUNDA PARTE.
Llegamos al punto más álgido de la cuestión. ¿Qué queremos los indios? ¿Tenemos propuestas? ¿Cómo vemos el mundo actual? Para comenzar a entendernos vamos a recrear un pensamiento de Sábato: "Nadie quiere volver al pasado. Sigamos entonces para adelante. Y en cuarenta años no existirá más la humanidad". Cuando a Einstein le preguntaron como iba a ser la tercera guerra mundial contestó: "La tercera guerra no se como va a ser. La cuarta sí: con piedras y palos."
A los occidentales no les da la cabeza para entender estas reflexiones. Están tan ocupados condicionando países y acumulando riquezas que se olvidan que de nada sirven los valores materiales si se marcha inexorablemente a la autodestrucción del planeta que nos cobija y de sus habitantes.
Esta forma de pensar no es exclusiva de los actuales occidentales. Los que aparecieron por aquí en 1492 procedieron igual que los que vinieron después. No entendieron la avanzada civilización que encontraron y la destruyeron. La retrograda iglesia, la misma que condenó a Galileo por sostener verdades elementales que ponían en duda la credibilidad en sus convicciones sostenidas por siglos, no podía aceptar otro culto que no fuera el suyo, lo que encontró era obra del diablo y debía desaparecer. Avaló la explotación, el saqueo, la muerte de ochenta millones de seres humanos. Recién en 1538 reconoció que el indio de América tenia alma, pero no raciocinio. Porque nos negamos a pensar como ellos.
Nuestra nación Mamülche, junto a los hermanos del Chaco, otra fortaleza inexpugnable, mantuvimos a raya al español aunque no escapamos a muchas de sus influencias. La yerba, el azúcar, la harina, la vestimenta, también el alcohol, la viruela, la sífilis.
Otra influencia obligada por las circunstancias fue el idioma. El nuestro, común en las tres grandes naciones indígenas del Sur de Buenos Aires, las naciones Mamülche, Pehuenche y Wiliche no poseían escritura. El intercambio en épocas de paz, y sobre todo los pactos, acuerdos, tratados, que primero eran de palabra, luego fueron escritos en español. Hubo que aprender a hablarlo y a escribirlo. Nuestra independencia no corría peligro. Al contrario, ayudamos a la futura Argentina a lograr la suya. San Martín, Belgrano, Güemes, Moreno, Castelli y tantos otros verdaderos patriotas sabían lo que querían: Volver al orden Indígena. Renegaban del pensamiento occidental que al igual que entonces, ahora y siempre privilegia lo material por sobre lo humano. Lograda la independencia de España, otros imperialistas aparecieron en escena. Con la complicidad de testaferros autóctonos, nueva forma de dominación, desplazaron o mataron a los artífices de la liberación y seguimos siendo colonia con otros amos. La incipiente industria se transformó en proveedora de insumos y compradora de manufactura de Europa. Así hasta 1945 en que por 10 años dejamos de ser colonia inglesa.
Por entonces éramos país rico pueblo pobre. Comenzó una transformación abortada en 1955 donde otra vez cambiamos de patrón. Apareció EEUU. En 1878, por orden extranjera y con su financiación, se lleva a cabo la mal llamada "Conquista del Desierto". Había que explotar esas tierras que "esos indios ignorantes desperdiciaban", además de negarse a integrarse a los "beneficios" de la civilización. Occidente y sus pro no comprendían ni comprenden esa resistencia. A su vez nuestra gente no entiende porque debían perder su libertad y trabajar para otros, vivir en sarcófagos, y ser parte de una globalización en la que no se tiene ni voz ni voto. San Martín es de origen indio. Liberó a América. Alem es de origen indio. Fue el inspirador del primer movimiento popular. Perón es de origen indio, fue el que implementó desde el gobierno el pensamiento indígena denominándolo doctrina, tergiversada por sus pseudos seguidores pero no superada. Tanta sangre morena en los momentos decisivos de nuestra historia y sin embargo a los Argentinos les place que se los considere "el país más blanco de América". EEUU, buscando ser la potencia hegemónica, permitió nuestro libre albedrío del 45 al 55 porque nos consideraba una valla natural contra el comunismo, su enemigo entonces.
Pero se le quemaron los papeles cuando la doctrina americanista de ese gobierno se expandió por el Sur y Centro de América que no solo produjo todos sus insumos sino que además dio entrada a capitales alemanes y japoneses y creó una conciencia independentista opuesta por completo a los intereses de un país que aspiraba a ser amo del mundo. Argentina por esa época era un ejemplo, los alemanes para la metalúrgica y la industria automotriz, los japoneses para la industria pesquera, centrales hidroeléctricas para la energía, producción agropecuaria en su más alto nivel, fuerzas armadas autosuficientes. Pleno empleo para todo el que quisiera trabajar. La iglesia creó problemas cuando le llegó el turno. Éramos, a los ojos de occidente, un mal ejemplo que había que cortar de raíz. Y así se hizo. Otra vez los testaferros, otra vez la dependencia.
Occidente aprendió la lección, nunca más permitiría el crecimiento de oposición alguna a sus designios. Pero no podía matar al creador. Podría ocurrir lo mismo que en México cuando mataron a Zapata. Su pensamiento sigue vivo. Había que desacreditarlo. Diecisiete años después el pueblo seguía esperando su retorno a pesar de políticos y sindicalistas que hicieron lo posible para que se lo olvidara. Al no producirse la muerte natural del líder había que obligarlo a volver para hacerlo fracasar, tomando previsiones; se lo rodeó en forma maquiavélica y se rodeó al país con gobiernos adictos, revoluciones mediante. Cuando todo estaba listo lo torearon: "No viene porque no le da el cuero". Volvió. El cerco funcionó. Al fin murió. El plan siguió su marcha. Cuando el 24 de Marzo de 1976 se escuchó el primer comunicado muchos sabíamos o presentíamos lo que vendría después. La deuda externa no es una simple operación comercial fracasada. Todo fue premeditado. Primero dinero fácil volcado al circuito financiero. Los acreedores transformados en especuladores se llevan el dinero de vuelta. A nosotros nos queda la deuda, incrementada hasta el infinito con la complicidad de los de siempre. Agravada esta vez por un gobierno de ineptos que no sólo aumenta cuatro veces la deuda sino que enajena el patrimonio que a los argentinos nos costó 40 años construir.
El final cantado: A los 10 años no tenemos ni plata ni capital. Todo se malvendió con la complicidad de una dirigencia sindical que dio la razón a los que sostienen: "La lucha de clases no existe. Si existe la lucha por acceder a la clase inmediata superior. Hoy estamos a las puertas del desastre total. Aún no sabemos por qué los gobernantes dejan la economía en manos de economistas, para que la manejen como ellos quieren. O en el caso nuestro, como les ordenen. Si yo deseo construir una casa, contrato a un especialista para que haga los planos, calcule costos, elija los materiales, etc. Pero jamás permitiré que haga la casa que él quiera, deberá construir mi proyecto. Menos aún si el supuesto técnico hace las cosas exactamente al revés de lo que debe ser. Si un gobierno desea realmente reactivar la economía debe darle más dinero a los que gastan jamás reducir bajo ningún concepto esos ingresos. La desocupación es consecuencia directa de ese menor poder adquisitivo. Entonces sincerémonos, queremos sacar realmente este país adelante o la orden que se recibe es hundirnos más hasta no tener reacción. Digo esto porque no aparece tan difícil la solución, si de verdad se desea sacudir el yugo que nos oprime y volver a ser un país independiente. Veamos: Primero aceptemos que no es cambiando funcionarios como se soluciona esto. En segundo lugar tomemos conciencia de que Argentina es un de los tres países del mundo que puede vivir de lo que tiene dentro. Los otros dos son EEUU y Rusia. Si coincidimos en esto, una solución es bajar costos internos para poder exportar. Bajar el costo de los servicios (gas, electricidad, combustible, transporte, agua, comunicación). No se ve posible porque las empresas a cargo de los servicios compiten entre ellas a ver quien gira más ganancias al exterior,favorecidas por contratos hechos a su medida
Entonces:
-Disminuir la jornada laboral a 6 horas,sin que afecte el salario. -Aumentar las horas de Comercio y Producción en 4-6 horas -Ocupar en esas horas exclusivamente a desocupados.
Previo a estas medidas, firmar un acuerdo con empresarios para no aumentar los precios por un tiempo determinado (¿Cinco años?).
Con estas simple medidas se reactiva el país de un mes para otro. El asunto es quien le pone el cascabel al gato.
Por supuesto, si bien la reactivación sería casi inmediata, siempre nos quedaría el lastre de la ilegítima deuda que seguiría acarreando fuera de nuestras fronteras el producto del esfuerzo de millones de personas. ¿Tenemos solución?.
En primer lugar hay que renegar de la globalización que no es tal del momento que nos es impuesta. Luego aceptar, aunque sea a regañadientes, que América es india, por historia, por presencia, por no haber claudicado jamás de su pensamiento comunitario, o simplemente porque luego de más de quinientos años de explotación y dominación, no ha aparecido por estos lugares nada superior al modo de pensar y de actuar indígena. No somos zonzos, si hubiera algo mejor lo hubiéramos adoptado. Es más, vemos con gran beneplácito que los descendientes de los que vinieron en barcos, a partir de la quinta generación y aún antes, comienzan a pensar como nosotros. Una vez aceptado que no somos la misma cara de una misma moneda sino la otra cara, la diferente, estamos en condiciones de adoptar una medida que cambiará por completo las reglas de juego. Llevar adelante acciones hasta lograr que un indio, como tal, asuma el poder en Argentina.
¿Por qué?
Porque sólo un indio puede tomar las siguientes medidas:
Sobre este punto me voy a extender un poco:
a) Sin participación indígena, por lo tanto sin autorización, las multinacionales farmacéuticas se han repartido el conocimiento medicinal indígena de la siguiente forma: Europa tiene bajo su control a Brasil e India. Japón toma para sí la medicina indígena de Asia. Las compañías americanas explotan a América Latina. b) El mercado anual mundial de medicinas derivadas de plantas medicinales descubiertas a partir del conocimiento de los Pueblos Indígenas es de 43 billones de dólares. c) Estos conocimientos hacen que las propiedades curativas de las plantas sean utilizadas en unos 7.000 componentes médicos. d) Existen más de 30 millones de especies diferentes de genes, especies y ecosistemas, la mayoría en territorios indígenas. Los agentes de estas multinacionales visitan, hablan, promueven congresos, seminarios, reuniones. Se llevan las muestras, las procesan, elaboran el producto. El "descubrimiento" es patentado y los derechos quedan para la empresa. Nada llega a los Pueblos Indígenas, verdaderos poseedores del conocimiento a través de milenios.
Conclusión segunda parte
Si sumamos todos estos reclamos que sólo representantes indígenas asumidos pueden hacer, la pregunta es inmediata: ¿QUIEN DEBE A QUIEN?. Por si esta propuesta no cae en saco roto, los indígenas deberemos irnos preparando para el 2003. Alguno se preguntará qué no hemos empezado antes. Lo intentamos. Pero las leyes actuales nos impiden participar a menos que fundemos un partido político indio. No tenemos medios para ello. Y no nos es posible hacerlo a través de los partidos ya constituidos porque nos obligan a renunciar a nuestras convicciones.
En La Pampa, nuestra Nación Mamülche lleva adelante diferentes acciones, desde 1983 a la fecha. Concientización de propios y extraños. Creación de Comunidades. Recreación de nuestra forma ancestral de gobierno, bajo el lema "El que obedece es el que manda. El que manda es el que obedece". ¿Quién dicen que inventó la democracia?. Rescatamos nuestra ceremonia más significativa, el Nguinllantün, luego de casi ochenta años de no practicarla. Logramos la restitución de los restos de Panguitruz Nürü (Mariano Rosas) desde el Museo Florentino Ameghino de La Plata, hasta Leuvucó, La Pampa, luego de doce años de gestión. Diseñamos y construimos el monumento que eterniza su memoria. Estamos rescatando nuestro idioma. La restitución de tierras, 40.000 has. está en una etapa avanzada. Estamos legalmente autorizados a implementar planes Trabajar. Gestionamos 25 becas en el 2.000 incrementadas este año a casi 80, aún sin aprobación. Tenemos en gestión un proyecto para comunicación, otro para turismo. Estamos gestionando la personería jurídica de nuestras 22 comunidades. Diversos planes de desarrollo e infraestructura. Participamos en cuanto congreso, seminario, reunión nos invitan. Y más temas en carpeta. Hemos abandonado el papel pasivo a que nos había llevado el blanco.
Por supuesto que no somos ajenos al mundo que nos rodea. Por el contrario, deseamos involucrarnos sin perder nuestra identidad. Creemos que tenemos mucho que aportar desde nuestra cosmovisión. Es así como vemos que los occidentales son incapaces de aprender de sus errores. Siempre les sale el señor feudal desde dentro y siguen cometiendo error tras error. A nosotros nos querían como siervos en nuestra propia tierra. Como no aceptamos, nos combatían, se apropiaban de lo nuestro, de nuestras familias, de nuestros bienes. Nos querían imponer su idioma, sus usos, sus costumbres, sus vicios, su religión. Cuando reaccionábamos, éramos los bárbaros, los salvajes, los terroristas. Lo que nos hicieron a nosotros hasta 1883, hoy lo hacen en todo el mundo, que no logra ponerse de pié. Argentina no es la excepción. Nos crearon una deuda impagable e incobrable que nos produce hambre,desnutrición,miseria.8.000 personas cruzan por día la línea de pobreza. Ése y no otro es el resultado de más de quinientos años de expoliación. Los indios jamás entenderemos porque muchos deben aceptar lo que deciden pocos. Debemos acordar que hay que retornar al pensamiento comunitario si queremos un orden más justo. Basta de que alguien se considere "el elegido" y pretenda que los demás le rindan pleitesía. Toda vida en la tierra nace para ser libre. La única limitación debe ser la libertad del otro. Las circunstancias hacen que el hombre deba crear rebaños de animales para su supervivencia. Pero nadie se puede arrogar el derecho de crear rebaños de seres humanos para su satisfacción, para su beneficio. Si pretende hacerlo, debe saber que más tarde o más temprano este hecho antinatural deberá producir alguna reacción. Tanto acumular riqueza materiales para gastarlas en defenderse de las víctimas de esa opresión cuando se las lleva a la desesperación.
ACTUALIDAD INDIGENA .
En Marzo de 1883 YANKAMIL, el jefe de más prestigio por entonces, al frente de las familias que estaban bajo su protección, decide entregarse dando fin a una resistencia de más de 350 años por parte de nuestra Nación al modelo extraño de vida que se nos pretendía imponer.
En Marzo de 1983, exactamente 100 años después, quien esto escribe se autoidentificaba como INDIO ante un auditorio que lo escuchó con curiosidad primero y luego con asombro. ¿Cómo?, ¿No era que La Pampa no era una provincia atrasada, que no tenía más indios?
En ese momento y en ese lugar, en el salón de reuniones del Banco de La Nación Argentina, sucursal Santa Rosa, dio comienzo a lo que luego se denominaría: "Un Largo Camino de Regreso a Casa".
Ya lo creo que es largo. Y plagado de dificultades. Que nos crean propios y extraños. Hubo muchos de los nuestros que nos dijeron: Para qué. Dejemos tranquilos a nuestras gentes, sobre todo a los viejos. Que vayan desapareciendo de a poco, en paz. Sin saberlo y sin quererlo, cuanta coincidencia con Roca. Cuánto logra la prédica continua.
Por su parte los blancos tratan de ser ellos quienes deciden quien es indio y quien no. Intentan por todos los medios negarles entidad a los indios que se han venido a los pueblos y ciudades. Como si ese tránsito casi siempre obligado les hiciera perder su condición de descendientes de los que primero habitaron este continente. Por las dudas, nos califican a su manera:
a) Que somos pedigüeños consuetudinarios. b) Que somos vagos. c) Que somos borrachos. d) Que somos reclamistas sin sentido. e) Que nos pasamos peleando entre nosotros, incapaces de unirnos. f) Que los dineros que recibimos los malgastamos. g) Que pedimos tierras sin saber para qué.
Y así hasta el infinito.
Pero veamos:
a) ¿Somos pedigüeños? Sí. Al menos en La Pampa. El Etnocidio que siguió al Genocidio perpetrado por Roca y sus mandantes nos llevó a ello. Todos los gobiernos y funcionarios, desde 1900 hasta esta parte, con muy pocas excepciones, se han dedicado a asistirnos sin que medie ningún proyecto o propuesta que tienda aunque más no sea a paliar esa dependencia. Es un asistencialismo que envilece, que denigra, y lo que es peor, que condiciona. Los funcionarios lo practican para mantener su trabajo. Viven del indio. Los políticos lo apoyan para mantener sus votos. Sus clientes. Nosotros nos acostumbramos tanto y por tanto tiempo siempre a recibir que hemos olvidado casi por completo el significado de la palabra DAR, base de nuestra filosofía de vida. b) ¿No nos gusta el trabajo?. No como lo impone occidente. Nosotros somos trabajadores comunitarios. El esfuerzo de cada debe ser retribuido en proporción al mismo. Esta forma de pensar, aplicada por milenios, da por resultado que no haya acumulación de riquezas por parte de unos pocos sacrificando a miles. Que no haya diferencia de clases. Que no haya pobres y ricos. Si al momento de nacer y de morir no hay diferencias, porque debe haberlas en vida. Nunca entenderemos al señor feudal. c) A muchos de nosotros nos domina el alcohol. Una bebida que no conocíamos y que el blanco utilizó como arma de guerra, junto a la viruela, la sífilis y otras enfermedades que tampoco conocíamos. Es un veneno impuesto que nos cuesta sacarnos de encima. Pero lo habremos de lograr. d) ¿Somos reclamistas? En La Pampa mantuvimos un silencio estratégico de 100 años. Mientras, nos fuimos preparando. Hoy somos casi 10.000 indígenas, cifra que sigue aumentando, en la medida en que nos vamos dando cuenta de todo lo que se nos han apropiado en forma ilegal. Ningún reclamo nuestro lo hacemos sin fundamentos. e) ¿No nos unimos? Es cierto que nos pasamos peleando entre nosotros. Pero también es cierto que nuestras diferencias son fomentadas por el mundo blanco, llámense Multinacionales, Latifundistas, Terratenientes, o sus testaferros sean estos gobernantes, funcionarios, iglesias, que ven peligrar sus privilegios si el Mundo Indígena logra su tan ansiada unidad. Dividir para reinar. Y lo logran. Indios del campo contra indios de ciudad. El que habla la lengua materna contra el que no. El indio de alpargatas contra el que usa zapatos. Tratan de estereotiparnos en una imagen detenida en el tiempo como si éste no transcurriera para nosotros. Y al que se aparta de ella, no es indio. Es lo que quisieran. Y a lo que se suman muchos, incluso los medios de comunicación. Pero estamos tomando conciencia de ello. No permitiremos que hagan con nosotros lo que hacen con los gauchos, disfrazados, felices, folklóricos, inofensivos. f) ¿Malgastamos los dineros que recibimos? Algo de eso ocurre. Los gestores de estos apoyos son generalmente hermanos indígenas amigos de algún político o funcionario, la manera más fácil de que se concrete, pero se diluye el control. Por derecha es muy poco lo que se logra y es lo que no trasciende. Estamos trabajando en La Pampa para que todas las comunidades indígenas tengan su personería jurídica, así cada una manejará sus asuntos y creará sus propios organismos de verificación. Pero no es fácil. Los funcionarios en su gran mayoría piensan: "hay que crear las dificultades para poder cobrar las facilidades". Desde 1998 a la fecha sólo hemos logrado concretar UNA personería jurídica. Siempre falta un punto o una coma cuando la Comunidad solicitante intenta gestionarla por sí misma. De modo que tenemos que caer en que los funcionarios nos "enseñen" como hacer los trámites, previa varias visitas a nuestras comunidades, viáticos y otros gastos de por medio. Como no hay plata, esto también se diluye. Y así seguimos. g) El blanco jamás entenderá porque un indio sin tierra es un indio muerto. Para ellos la tierra es un elemento más que sirve si le rinde dividendos. La explotan hasta agotarla. La degradan. Intentan hacerla su esclava. El indio considera a la tierra como a su madre. Y como a tal la trata. La respeta. Le rinde culto. Establece con ella un sentimiento de reciprocidad. Convive y fomenta todo lo que ella es capaz de entregarle. Así por milenios. El indio es el que sabe qué hacer con la tierra. Que es lo que espera de ella. Si estos conceptos se entendieran y se extendieran, si los grandes acaparadores de tierra abandonaran o al menos minimizaran su fantasía de sentirse amos y señores de algo abstracto, intangible, para un ser que transita por ella apenas una millonésima parte del tiempo de su existencia, que lo sabe, pero a pesar de ello pretende manejarla a su antojo sin importarle el antes y el después, si esto tan simple fuera finalmente comprendido, cuántas cosas cambiarían en este planeta. Una párrafo aparte para las sectas religiosas. Sabemos que en un principio fueron enviadas para disminuir el poder de la iglesia católica. "Jamás dominaremos América mientras sea católica". EEUU. Al llegar aquí vieron que el pensamiento indígena permanecía imperturbable a pesar de casi quinientos años de dominación física, intelectual y económica. Se dieron cuenta que allí estaba la verdadera resistencia a la dominación. Así fue como comenzaron a enquistarse en cuanta Comunidad Indígena existiera en el país, financiadas por multinacionales petroleras, tabacaleras y gaseoseras que temen por sus privilegios si este continente decide "volver al pasado". Realizan un profundo lavado de cerebro tomando como base la globalización del pensamiento al que denominan "universalismo", impiden que nuestros hermanos tomados por ellos se asuman como indígenas porque sería una actitud "sectaria", siempre con la amenaza de castigos divinos si no se les obedece. La Iglesia Católica, ya desde antes que el Papa nos pidiera perdón por haber bendecido el genocidio más atroz que recuerde la humanidad, había cambiado su forma de actuar. Continúa con nosotros pero no imponiendo sino acompañando. Para dar fin a esta Actualidad, es importante que ustedes sepan que ningún gobierno cumple con las leyes, convenios ni con la misma constitución, a pesar de ser aprobadas por ellos mismos previo paso por el Congreso. Es que parece que Argentina tiene hijos y entenados. Por ejemplo, todos se pelean a ver quien mejor cumple con la ley de Jubilaciones de Privilegio, pero ninguno, ni siquiera sus autores, se preocupan para que se cumpla aunque más no sea mínimamente con las leyes que favorecen a los Pueblos Indígenas.
Me despido dando la mano al rico y al pobre, al blanco y al negro. Al final del camino no existe la diferencia
Germán C.Canuhé Rankülche La Pampa-Argentina Noviembre 2001
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