Montañas esculpidas por los dioses
que dan marco a la insólita belleza
de un lugar encantado de Morelos
que aún presenta su mágica grandeza.

Pueblito que Aladino apareciera
de su encantada lámpara en un frote
o encantado lugar de maravilla
formado con espinas de pochote

En medio del poblado primoroso
se levanta grandioso un monumento, orgullo de la gente religiosa,
único en la región como convento.

Quien pudiera pueblito bullanguero
descubrir el porqué de tu belleza;
!quien pudiera volver  a aquellos tiempos
en que al mundo mostrabas tu grandeza!

Conjuntos armoniosos, ritmo y gracia;
litúrgico es el ritmo por doquiera:
amor, rencor, pasión y sentimiento
danzando alrededor de una bandera.

!Tlayacapan querido!, vas conmigo
sorteando los embates de la suerte
y juro que tu embrujo y tu alegría
cerca de mi estarán, hasta la muerte.

!Tierra bendita!, dame el privilegio
de portar lo que siempre fue mi anhelo:
un corazón dispuesto a la alegría
envuelto en el ropaje de !un chinelo!
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