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Los antecedentes del manga ( el cómic japonés) son los Ukiyo-e, grabados que proliferarón durante el Periodo del Edo (1600-1867), una época de dictaduras feudales que provocó descontento y frustración social. Estos grabados solían ser parodias políticas que retrataban fielmente las costumbres cotidianas de la cultura japonesa de la época.
Pero es el progresivo auge de la prensa diaria en América en el S. XIX con sus caricaturas y sátiras, lo que crea el caldo de cultivo para que surjan los primeros comics, y así el New York World, de Joseph Pulitzer, publica desde 1893 un suplemento dominical a color en el que desde 1895 el dibujante Richard Outcault da vida a su personaje Yellow Kid (una especie de chinito vestido de amarillo, presentado en una página entera), que puede citarse como el origen real del cómic. A raíz de la proliferación de los pulps, comienzan a salir las primeras revistas de historietas, dedicadas en sus inicios a recopilar historias aparecidas con anterioridad.
Simultáneamente, en Alemania aparece la pareja de pilluelos Max und Moritz de Wilhem Busch. Este cómic divirtió a los alemanes durante años y luego inspiró a un autor americano, Knarr, que creo los Katzenjammer Kids.
No es hasta la Segunda Guerra Mundial que los occidentales supieron algo de los principios orientales del cómic, cuando a manera de papeleta anticomunista se publicó la noticia de que el cómic japonés existía y había sido utilizado en afanes expansionistas que preparaban a su gente para tal fin por medio de los cómic. Se destaca chip hein chú, llamado a también la historia de "lee pei" un niño japonés que viajaba con sus padres en un barco y que al naufragar sobrevivió montado en una tabla hasta llegar a una isla donde los aborígenes lo adoptaron para en el futuro convertirlo en el rey absoluto, para los americanos este fue el principio de las técnicas pedagógicas aplicadas para fines expansionistas.
Por otro lado, también los japoneses pensarón que el manejo de la imagen amarilla que hicieron los occidentales en el cómic "yellow kid" era una ridiculización de su cultura.
En Latinoamérica con el inicio de la guerra de Cuba vemos el comienzo del cómic que en esta parte del mundo cumple dos finalidades: la crónica y el entretenimiento.
En los comienzos la gráfica latinoamericana trata preferentemente la sátira, dirigida hacia los jóvenes gobiernos en formación, influenciada fuertemente por los grabados de Rodolphe Toppfer, que satirizaban la vida cotidiana de la burguesía a principios del siglo XIX, desarrollándose así hasta finales de la década del `20, donde en Argentina apreciamos ya el origen de las primeras publicaciones del género, con la editorial Columba como el gran semillero de artistas. Aquí encontramos los primeros trabajos de Alberto Breccia, autor que demostraría sus dotes de innovador tres décadas mas tarde.
Europa continuó la tradición de la época con revistas tamaño tabloide dedicadas al publico infantil y juvenil. Los primeros países fueron Bélgica, Francia, Italia, y España, donde encontramos las primeras manifestaciones en revistas como TBO (de aquí el termino tebeos para los comics en España), en 1917, y Pulgarcito, en 1921, en la que trabajó K-Hito (Ricardo García López), creador del personaje Macaco, de corte dadaísta y de una increíble modernidad. Estas publicaciones se hicieron populares en muy poco tiempo.
En 1930 ve la luz Ogon Bat en Japón, un semidios justiciero que combatía el crimen, un pequeño preferente al mundo delos superheroes. Sus autores: Ichiro Suzuki y Takeo Nagamatsu.
En los Estados Unidos la mayoría de los grandes personajes del mundo del cómic visten el uniforme militar o colaboran con la policía de su país para deshacer complots o perseguir espías. Pocas o casi ninguna novedad importante se producen en estos años, y todavía la situación resultó mas deteriorada por la creciente fuerza de los sindicatos que controlaban todo: los temas, el tamaño de las tiras, los dibujantes, etc.
En Europa fue igualmente costoso volver a editar, pero el despegue fue más brillante que en los EE.UU. En Bélgica continua editándose Tintín y en Francia Albert Uderzo crea su primer personaje Arys Buck. En España, en el veterano semanario TBO (creado en 1917) colabora Marino Benejam con su Familia Ulises, de calidad internacional. Francisco Ibáñez nos presenta a través de la editorial Bruguera a Mortadelo y Filemón y se perfecciona el formato apaisado (es decir, un cuadernillo rectangular y horizontal) con personajes como El Guerrero del Antifaz (1944, Manuel Gago) o El Capitán Trueno (Victor Mora y Ambrós,1956).
Por otra parte la corriente puritana que recorre el mundo hace que se cree una autocensura que vetara determinadas temáticas, en 1954 se publica "La seducción del Inocente", de Frederick Wertham, libro que intenta demostrar que los cómic book son perniciosos para la juventud a través de argumentaciones tendenciosas o absurdas. Los editores, viendo el revuelo que esto causa y después de un juicio del Congreso fundan el Comic Code Authority, órgano de autocensura que dará el visto bueno a las publicaciones que salgan a las calles. Las reglas de este código prohibían principalmente cosas como las palabras como horror y muerte en la portada, así como la aparición crímenes impunes y muertes en las revistas, casualmente lo que publicaba Gaines, el editor más exitoso. EC vio su única
vía de escape en una revista que de manera irreverente atacaría todo cuanto estuviera en su mira: Mad.
Además la televisión comienza a privatizar la atención de las masas que pronto descubren que es mas cómodo ver que leer y más sencillo apretar un botón una vez que pasar hojas muchas veces.
De esta manera las nuevas direcciones de expansión del cómic son dos: una la tira-cómica en los diarios, con intención humorística pero critica, dirigida a los adultos, y la otra será los comics-books, principalmente para adultos.
En la línea de los comics-books se tiende a una mayor permisividad ya que se prevé que su lectura será, únicamente, la de los adultos. De esta manera el cómic gana una batalla a la televisión ya que a esta no la puede controlar el público y nadie puede evitar que la vean los niños; por eso la censura es mayor que la del cómic, donde a partir de los años 70 no hay prácticamente ninguna.
En 1956 se publica Showcase Nº4 y la primera aparición del nuevo Flash. Timely, rebautizada como Marvel Comics, publica Los Cuatro Fantásticos, reuniendo así a dos de los mas importantes autores del cómic, los que innovaron tanto por la dinámica de su gráfica como por la humanidad de sus personajes: Stan Lee y a Jack Kirby.
El personaje más relevante de 1959 es Astérix y su compañero Obélix, con guión de René Goscinny y dibujos de Albert Uderzo, no sólo dentro del área cultural francesa sino dentro del conjunto internacional, fue publicado en Pilote, revista dedicada a los adolescentes, que entre sus filas además de con Goscinny y Uderzo, contó con Charlier y Jean Giraud (Blueberry, 1963). En 1968 se integra Morris con su personaje Lucky Luke, también con Goscinny como guionista.
En otra línea mas onírica y fanta-científica Guido Crepax creara en 1965 su Valentina; aquí el dibujante utiliza un montaje de viñetas con un sentido analítico decididamente genial. Roma Gubern lo cita como el más grande innovador de los comics contemporáneos.
En la historia del cómic es fundamental señalar el descubrimiento del mismo por las clases cultas como consecuencia del movimiento artístico denominado PopArt. En 1962 se crea en Francia el Club des Bandes Dessine'es, que, entre otras cosas, estaba dedicado al estudio histórico, social y estético del cómic, y es a partir de esa fecha cuando proliferan los álbumes cuidadosamente editados v el interés de las minorías cultas.
La humanidad de los personajes nipones que tenían debilidades y se enamoraban, calaron perfectamente en América. La tradición "manga" prosiguió escalando por las décadas en las que la televisión le daba mas fuerzas a estos géneros de comunicación cada vez mas válidos, con una excelente técnica comercial que radicaba en las historias completas por generaciones, además el héroe japonés moría, sus historias tenían final e incluso podía perder la contienda o ser sorprendido por la muerte, pero las series se desarrollaban con longitudes extensas y numerosas sagas, como en el caso del popular manga Dragon Ball, en la que se narran las aventuras de Goku y de todos los personajes a los que va conociendo a lo largo de más de siete mil páginas).
Para 1970 el cómic en Europa gozaba de una considerable fama intelectual, gracias a los estudios sobre los medios de comunicación que proliferaron en esta época. Esto ya hacía considerar al cómic como un medio adulto en todo el sentido de la palabra. Prueba fue la primera aparición de una heroína adulta, como Barbarella de Jean Claude Forest (1962) o Valentina, de Guido Crepax (1965) en la revista italiana Linus. Un caso especial y marginal lo ofrece el italiano Hugo Pratt, quien en 1967 crea su personaje Corto Maltesse. Con un dibujo sobrio, exacto y muy expresivo, narra aventuras dentro del más refinado estilo de los años treinta.
Un grupo de rebeldes de la revista Pilote decide en 1975 fundar Humanoides Asociados, con una publicación estandarte como Métal Hurlant. Estos fanáticos de la ciencia ficción adulta fueron Jean Giraud (ahora Moebius), Druillet y Dionet.
Así, hemos podido observar cómo en el caso de Dragon Ball , personajes claves como Krilin, e incluso, el mismo Son Goku han sido sorprendidos por la muerte en pleno combate. Lo mismo ocurre con el argumento de estas historias, puesto que constan de un principio y un fin, originando que la trama se vaya enriqueciendo a medida que avanza, creando interrogantes y hechos que al final logran resolverse, aunque no siempre para el bien de los protagonistas. De esta manera observamos cómo los personajes pueden ganar tras una gran pérdida, o bien, pueden perder la vida después de haber cumplido su cometido.
En Europa, las viejas glorias siguen publicando con renovadas energías, Uderzo, ya en solitario sigue dibujando las aventuras de Astérix. Mortadelo y Filemón siguen saliendo al mercado a un ritmo vertiginoso de la mano de Ibañez, nuevos autores retoman viejos comics, como en el sistema americano, y otros como Tintín gozan de una excelente salud gracias a las continuas reediciones.
Pero debido a la invasión del cómic japonés y americano y a las continuas reediciones, el cómic actual europeo está perdiendo terreno en la industria y cada vez resulta más difícil la publicación de los nuevos autores en Europa, que tienen que emigrar a Estados Unidos donde serán bien recibidos para realizar más comics de superhéroes.
En el año de 1814, el artista Katsushika Hokusai comenzó a realizar dibujos en los cuales narraba historias cortas protagonizadas por samuráis, representando las guerras y sucesos por los cuales había atravesado Japón durante aquel período.
A partir de 1950 se aprecia un claro renacer del cómic pero ya no fue lo mismo que en la época dorada. Las circunstancias son otras y ello va a generar un producto nuevo. La sociedad se ha vuelto mas critica y escéptica y no se interesa por las fantasías de la ciencia-ficción y los superhéroes.
La fórmula Marvel, que dejará en segundo lugar a la DC, consistía en presentar al público otro tipo de superhéroes, profundizando la psique y complicando la vida de los personajes hasta convertirlos en dramas, haciéndoles - en expresión de Stan Lee - "más grandes que la vida". Esto se reflejaría en títulos como El hombre araña, Hulk, el hombre increíble o X-Men, todos personajes con conflictos perfectamente equiparables a los de cualquier adolescente.
Posteriormente en los años setenta se puso de moda la tendencia oriental gracias al movimiento de liberación hippie, se permitió la entrada del cómic y el animé japonés a los Estados Unidos, teniendo un gran éxito. Personajes como Centella (1968), Mazinger Z (1980), Fantasmagórico(1975) y Meteoro (1982-1985) triunfaron y se sembraron en la memoria de las actuales generaciones. La razón que llevaba a tal éxito consistía en un aire de renovación a los personajes invencibles y similares que ya nadie amaba con la veneración anterior a la Segunda Guerra Mundial, y menos en épocas donde el afán pacifista anulaba a los héroes de origen combativo.
Para 1979 nacería la primera editorial independiente llamada Eclipse Comics. En los siguientes años parecerán Dark Horse, First, Image, etc.
La edad contemporánea comenzaría en 1984, con la llegada de Alan Moore a DC en la serie La Cosa Del Pantano, el inicio de una madurez en la forma de contar las historias que abriría la puerta para la gran invasión inglesa que desembocaría en la creación de Vértigo, un imprint de DC que esta mas cerca de hacer cómic de autor que cómic comercial.
En Japón, actualmente, existe una gran diversidad de temas, bien sea acción, deportes o ciencia-ficción, lo cual busca complacer a toda clase de públicos (de hecho, la temática es tan grande, que existen incluso comics dirigidos a ejecutivos o a la tercera edad), abarcando así todo un gran mercado de consumo. Una de las características principales del manga es que sus personajes suelen tener un realismo único, su forma de actuar, de pensar, la forma en que evoluciona la vida, e incluso, el físico de estos hace que el público pueda identificarse con ellos. Los personajes son tan humanos como cualquiera de nosotros, pueden nacer, sufrir e incluso morir para dar paso a otra generación.