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Entrevista a Enrique Bunbury
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" La Nacion" (Diario de Argentina), 3 de noviembre de 2000 |
Raíces árabes y gitanas Bunbury presenta su trabajo solista
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El ex integrante de Héroes del Silencio actuará desde hoy y hasta el domingo en The Roxy.
Su show, "Pequeño cabaret ambulante", recorre las tradiciones musicales de España. |
Cuando esta noche Enrique Bunbury, ex líder del grupo español Héroes del Silencio,
ponga en el escenario del Roxy su espectáculo "Pequeño Cabaret Ambulante",
los que no han seguido sus últimos pasos ni escuchado su último disco, "Pequeño",
quedarán sorprendidos con una banda de diez músicos que incluye violín, vientos y acordeón.
Es que lo que presentará desde hoy y hasta el domingo, a las 22, en los Arcos del Sol, de Sarmiento y Casares,
tiene poco que ver con aquellos temas heroicos que caracterizaron a su grupo. |
La historia de hoy comienza en 1996, cuando los caminos de cada uno de los miembros de Héroes del Silencio
no tenían la misma dirección. "Cada uno tenía una visión muy diferente del grupo
y de la vida. Así fue como Héroes se rompió en mil pedazos", dice Enrique Bunbury,
que, entonces, decidió seguir solo en la ruta. Esa ruta tenía ya un rumbo más ó menos
preciso, "la aproximación al Mediterráneo y la búsqueda de la hispanidad". El primero
de los intentos fue el álbum "Radical sonora", en el que predominó la música
electrónica. "Tanto que esa hispanidad quedó encubierta por una avalancha de secuencias y programadores",
reconoce. Entonces, se tomó un tiempo, y armó "Pequeño", su último
disco, en el que se ha despojado de tecnología -sólo utilizó máquinas para la edición
y algunas repeticiones y loops de instrumentos tocados-, y pobló el disco de cuerdas, vientos y acordeones.
"Siento que concreté lo que quería obtener, la búsqueda de tradiciones. Músicas
de diferentes lugares, pero que tienen en común que son puertos, lugares un poco bastardos, donde se ha
producido una mezcla de cultura que ofrece una riqueza increíble. Tánger, Cádiz, Barcelona,
son puntos de encuentro y que han marcado a este disco, y creo que también mi futuro." Bunbury
confiesa que siempre le atrajeron la tradición gitana y las raíces árabes que pueblan España. |
El nació en Zaragoza, que fue el último bastión árabe, luego de diez siglos de ocupación
de la península. "Incluso, cuando viajas por diferentes países mediterráneos, ves que
existe una conexión que puede explicarse históricamente. Pero realmente la razón es casi genética,
no sé por qué, pero me gusta, no quiero buscar una excusa histórica. Prefiero una razón
mucho más valiosa que es: por que sí." Su inquietud musical lo llevó primero a bucear
en la música india, luego la árabe, la balcánica, la turca y el flamenco. "Hice el recorrido
gitano casi respetando el orden, porque lo más natural hubiera sido que empezara por el flamenco y no por
la india." |
¿Sentiste que el rock te imponía límites? |
Hay ciertas cosas del rock que me apasionan, pero, como ves, me gustan muchas otras cosas. Y llegó un momento
en que el rock me pareció un corsé que me apretaba demasiado. Incluso había una actitud rockista
dentro del grupo, cercana al fundamentalismo; un decálogo de prohibiciones que me parecía insultante,
porque yo considero el rock como elemento de libertad. Y si no es libertad, pues yo no soy rockero. Si el rock
no me permite investigar, crecer, aprender, no me interesa. Lo contrario es olvidar, justamente, el propio origen
del rock and roll como música bastarda; el rock es mestizo, de padre negro y madre blanca. |
El paso del tiempo, ¿ayuda a ampliar los horizontes musicales? |
Sí, claro. Yo no puedo entender, por ejemplo, a los Rolling Stones, tratando de tener un eterno aspecto
juvenil y haciendo música para chavos. Prefiero a Van Morrison, que ya no hace lo mismo que con Them,
que era tan energético y me encanta, pero ahora, con 60 años, hace una música que tiene que
ver con su edad. Y yo, ahora, quiero hacer el disco de un hombre de 33 años, no el de uno de 18. |
Selección natural La idea de llamar el espectáculo "Pequeño cabaret ambulante"
fue surgiendo, dice Bunbury, durante la grabación del álbum. "Cuando imaginaba historias
de puertos y de cafés de cantantes, la palabra cabaret apareció mil veces. También me gusta
la idea del músico bohemio de principios de siglo, que iba de ciudad en ciudad. Entonces, a este disco,
que me parece especialmente triste, quería darle un poco de ese concepto de que estamos simplemente entreteniendo,
de que venimos a ofrecer un espectáculo." De ese pasado llegamos al futuro. |
"Con la Internet, los derechos de autor se irán al diablo, y lo que quedará será tocar.
Claro que a los que vivimos de la música no nos gusta pensar en volver a la bohemia, a la pensión
y a tocar en clubes. Nuestra música no tendrá tanta repercusión y estaremos volviendo a la
época de los juglares. Yo, claro, preferiría conservar los derechos de autor, pero si nos ocurre
eso, qué vas a hacer; los músicos vocacionales continuarán, los que estaban cegados por el
oropel desaparecerán. Por ahí es algo bueno, como una criba natural." |
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