El recuerdo de Amalek, o de la eficiencia de Yahvé al cumplir sus amenazas.
 

Uno de los relatos más graciosos que aparecen en la biblia es el del relato de la Guerra contra los Amalecitas que aparece en Exodo 17,8-ss:
 

 
[8].En Refidim los amalecitas vinieron a atacar a Israel. [9].Moisés dijo a Josué: «Elígete algunos hombres y marcha a pelear contra los amalecitas. Yo, por mi parte, estaré mañana en lo alto de la loma, con el bastón de Dios en mi mano.»
[10].Josué hizo como se lo ordenaba Moisés, y salió a pelear contra los amalecitas. Mientras tanto, Moisés, Aarón y Jur subieron a la cumbre de la loma. [11].Y sucedió que mientras Moisés tenía las manos arriba, se imponía Israel, pero cuando las bajaba, se imponían los amalecitas.
[12].Se le cansaron los brazos a Moisés; entonces tomaron una piedra y sentaron a Moisés sobre ella, mientras Aarón y Jur le sostenían los brazos, uno a cada lado. Así, Moisés mantuvo sus brazos alzados hasta la puesta del sol [13].y Josué hizo una enorme matanza entre la gente de Amalec.
[14].Entonces Yavé dijo a Moisés: «Escribe todo esto en un  libro para que sirva de recuerdo, y dile a Josué que yo no dejaré ni el recuerdo de Amalec debajo de los cielos.»
No deja de sorprender el que en pleno siglo veinte, los fundamentalistas bíblicos sigan creyendo como verdad inerrante este tipo de fábulas tan divertidas.

En este cuento resulta ser muy divertida la "necesidad" de que el "Bastón de Dios" estuviera en alto para poder ganar la Guerra. Si la voluntad de Dios era que ganaran, ¿qué necesidad había de que Moisés mantuviera levantado un tronco de madera con sus brazos en alto? En realidad, la estructura del milagro, con elevación de báculo recuerda a cualquier encantamiento pagano o a cualquier ritual de magia occidental en la cual un hechicero tiene que hacer pases mágicos con una vara o báculo para lograr su cometido.

Ni siquiera se podría aducir la necesidad de sacrificio físico de parte de Moises al mantener elevadas sus manos, pues al final eran Aarón y Jur los que sostenían los brazos. De seguro se podrían ir "rotando" para sostener los brazos de Moises, con el fin de no dejar bajar de nivel al báculo que, cual interruptor eléctrico, determinaba el rumbo de la pelea.

Si la voluntad de Dios era que Israel ganara, ¿qué necesidad había de mantener un palo en alto? ¿Algún capricho estúpido de la deidad?

De otro lado, aquí aparece uno de los absurdos más Jocosos de toda la biblia.

[14].Entonces Yavé dijo a Moisés: «Escribe todo esto en un libro para que sirva de recuerdo, y dile a Josué que yo no dejaré  ni el recuerdo de Amalec debajo de los cielos.»

En este párrafo, Yavé dice que no dejará ni el recuerdo de Amalec debajo de los cielos... pero el recuerdo de Amalec quedó consignado indeleblemente y por toda la eternidad en un libro que es muy dudoso que alguna vez llegue a destruirse... en la misma Biblia. Amalec estará por siempre en Éxodo 17, 14... Divertido, ¿no?  Al parecer, le quedó difícil a Yahvé el borrar todo recuerdo de Amalec de debajo de los Cielos...

Bueno, es claro que el lenguaje que aparece allí es en "sentido figurado" pero, no puede ser mas torpe esta "licencia poética inspirada".

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