| Comer vidrio |
Por Hernán Toro
(c)2000
Entre los faquires y santones con "altísimo control mental" se suele presentar como una prueba portentosa de sus poderes el comer vidrio. La presentación suele ser asombrosa: luego de fragmentar una bombilla, se introducen las hojuelas de vidrio en la boca y comienzan a masticarlas de forma realmente impresionante. Luego las ingieren, a veces con la ayuda de un vaso de agua.
¿Cuál es el milagro aquí? En realidad, ninguno. Cualquier persona es capaz de comer vidrio, sólo que hay que ser demasiado cuidadoso. Cuando el vidrio se mastica hasta quedar reducido a polvo, puede pasar perfectamente por el tracto digestivo sin hacer ningún tipo de daño. De otro lado, si no se mastica lo suficiente, podría generar cortadas en el interior del aparato digestivo, con las respectivas hemorragias y un grave peligro (podría ser letal).
Otro riesgo menor que se puede correr es el cortarse la lengua, mejillas o encías en el proceso de masticación. Hay que ser extremadamente cuidadoso.
Por último, se puede correr riesgo de intoxicación por plomo si se ingiere vidrio de bombillas opacas. Es por esto que si algún día desea hacer este truco, debe seguir la recomendación del Presidente de CSICOP India, B. Premanand: debe usar únicamente bombillas de vidrio totalmente transparente.
Aunque la demostración suele ser asombrosa , recomiendo fuertemente que no la intente. Aunque los riesgos de sufrir daños no sean muchos, es mejor no arriesgarse.