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HOME Esta semana el centro multicultural La Peña Celebra sus 27 años Desde 1975, el Global Village Berkeliano lleva un gran pedazo de Chile en su interior Por Fernando A. Torres Junio, 2002. Berkeley, California En un rincón del mundo tan alejado de Chile, un ritual de culto a la mujer y folclorista esconde bajo una negra noche un detalle brillante: Entre los cuarenta y tantos miembros del coro y grupo musical que presentan la “Cantata para una Semilla” con un acento casi mapochino, no hay más chilenos que Lichi Fuentes, su directora. Contrario a lo aparente, estas veladas musicales no son tan excepcionales en este lugar, sino casi una regla. Incontables evidencias de todo lo chileno - incluyendo vino, empanadas y uno que otro patiperro - entremezcladas su música y atmósfera latinoamericana, son parte del distintivo encanto de este centro cultural ubicado en la ciudad más atípica, progresista y de las más famosas de toda California: la “República Independiente” de Berkeley. Un berkeliano, Eric Leeson estaba en una linea esperando tramitar un pasaporte en la embajada norteamericana en Santiago, delante de él un joven inquieto lo interrogaba sobre el gran país del norte y le contaba sobre la situación en Chile. Este joven mantuvo la amistad con Leeson a través de varias cartas que depués le escribiría. En una de ellas - enmarcada como un tesoro en La Peña - este joven llamado Victor Jara le contaba sobre el trabajo cultural en Chile y sobre la importancia de la opinión del pueblo norteamericano para detener la ingerencia de la CIA en Chile. Un par de años después Leeson fundaba junto a otros norteamericanos y chilenos residentes, La Peña. Entonces, si hubiese que nombrar culpables de la creación de La Peña habría que nombrar también a Victor. La historia de La Peña se remonta hacia 1970; la elección de Salvador Allende, el primer candidato socialista elejido por las urnas llamó la atención mundial. Inmediatamente, en Estados Unidos jóvenes estudiantes formaron una organización de oposición a la intervención norteamericana en Chile. Nació el NICH, (Non Intervention in Chile). “El golpe militar no sólo produjo el quiebre de la sociedad chilena en nuestro país. También fué causa de preocupaciones y divergencias dentro de la colonia de residentes chilenos en San Francisco," comenta Héctor Salgado, chileno residente. Segun Salgado, mucha gente se mantenía pendiente del proceso político chileno. Un grupo de chilenos, incluido el conocido chef de cocina Hugo Brenni junto a ciudadanos estadounidenses miembros de NICH y latinoamericanos, fundaron finalmente el centro cultural en junio de 1975. Desde entonces, mucha gente y muchas cosas han pasado entre sus cuatro paredes. Lo que originalmente se creó con el propósito de informar la comunidad local y a los cientos - que eventualmente se convertirían en miles - de chilenos residentes sobre los derechos humanos en Chile y Latinoamerica, comenzó lentamente a transformarse y a transformar al entorno que lo vio nacer. “Al principio, este era el único lugar en el Este de la Bahía donde se podía bailar salsa o cumbia, o escuchar una milonga o un huapango, porque no había nada parecido. Se convirtió en el lugar de encuentro para los latinos”, dice Salgado. “Y para los gringos, se convirtió en el lugar ideal para entrar en contacto con la cultura latina”. Así fué como La Peña, que originalmente fué un medio de comunicación entre EE.UU., latinoamerica y los miles de chilenos y exiliados latinoamericanos que llegaron a California durante los años 70, se transformó durante los 80 en un centro multicultural en donde las variadas expresiones culturales, los foros, las películas y conciertos fueron su eje central “El éxito de la Peña tiene mucho que ver con el lugar geográfico”, comenta Horacio Mena, chileno residente y veterano voluntario del centro cultural. “Berkeley es un lugar muy especial, es un centro universitario con una gran actividad multicultural”. Según Mena, la creación de la Peña coincidió con un periodo de gran efervescencia cultural y política en latinoamérica que se seguía con interés en este país, lo que provocó que una increíble cantidad de gente se comprometiera voluntariamente para colaborar con el proyecto. Debido a su constante trabajo cultural de difusión con Latinoamerica, La Peña creo una relación con la comunidad americana progresista de San Francisco-Berkeley -Oakland. La Peña albergó entre sus paredes las preocupaciones locales como la lucha contra el SIDA, los desabilitados físicos, los desempleados y sin-casa, las campañas contra la industria carcelera local, la esclavitud laboral, la problemática de las comunidades locales de descendencia africanas, asiáticas, chicano/latinas, japonesas. "En casi todos los casos estos temas pasaban por el escenario de La Peña en hermosos trabajos artísticos. La Peña ayudó a anticipar hace 27 años –sin que nadie supiera lo que iba a pasar en el futuro- la formación del ‘Global Village’ (la ‘Aldea Global)”, afirma Mena. Pero a diferencia de efímeros movimientos que también se originaron en el Área de la Bahía, como el Verano del amor de San Francisco o los Panteras Negras, algunos atribuyen la relativa “longevidad” de la organización a que nunca tuvo otra ideología o plataforma que la difusión de la cultura en todas sus formas. La Peña se convirtió en referente importante del horizonte cultural del norte de California. A pesar de sus diferencias políticas, los sucesivos alcaldes, sin dudar, declaran año a año el dia de La Peña en Berkeley durante sus actividades de aniversario en el mes de junio. "La Canción de la Unidad" se llama el gigantesco mural que recibe al visitante en el frontis del edificio. El mural tridimensional que representa las culturas del norte y del sur convergiendo hacia una gran ave centroamericana Quetzal, tiene como figura central a Victor Jara, que a pesar de sus manos y brazos heridos, continua cantando y tocando la guitarra. Con una gran influencia del movimiento de muralista chileno y mexicano de los años 60 y 70, la colorida obra es uno de los primeros murales tridimensionales pintados colectivamente por destacados muralistas americanos y chicanos a mediados de los setentas. El movimiento muralista de California es ahora ampliamente conocido en el mundo entero. En la actualidad La Peña cuenta con un teatro para docientas personas, un sala de exposiciones, recepción y venta de entradas, salas de clases y el Restaurant Valparaíso. Los lunes y martes se realizan clases de guitarra, percusión, poesía y hip hop y de miércoles a domingo el teatro se habré para presentar actividades como conciertos, videos, bailes de salsa, danzas, foros, sesiones de musica jam, teatro y poesía. Entre sus variados programas se destaca el festival Chileno que se realiza todos los septiembres con muestras de plástica, conciertos, una fonda bailable y un festival de películas chilenas. Bajo el cálido techo de La Peña también se fundó la Región XIV del Norte de California y como una forma divertida de reconocer el trabajo y el apoyo cultural La Peña ha entregado su premio "La Empanada de Oro" al grupo chileno Inti Illimani y al trio chicano de comedia Culture Clash. La Peña está organizada en dos instancias; el Colectivo y el Consejo de Directores. El colectivo cuenta con 5 trabajadores a tiempo completo, dos técnicos a medio tiempo y una recepcionista. El Consejo Directivo esta compuesto por fundadores de La Peña y destacados miembros de la comunidad. El presupuesto de La Peña - alrededor de 700 mil dólares - está subsidiado casi en un 50 porciento por distintas fundaciones federales, estatales, locales y por la contribución de individuos. Una lista incompleta de personalidades y artistas que han pasado por La Peña incluye: Los padres de Charles Hoffman y Bautista VanSchowen, Hortensia Bussi de Allende, los escritores Fernando Alegria, Eduardo Galeano e Isabel Allende, el actor Denny Glover, los fundadores del Sindicato de Trabajadores del Campo Cesar Chavez y Dolores Huerta, el ex candidato a la presidencia Jerry Brown, el lider de los indios americanos Bill Wapapa, dirigentes de los Panteras Negras, la activista afro-americana Angela Davis, poetas como Amiri Baraka, Juan Gelman, "The Last Poets" y Ernesto Cardenal, y los músicos Soledad Bravo, Roy Brown, Los Papines, los hermanos Mejia-Godoy, Peter Seeger, Holly Near, Raul Garcia-Zarate, Daniel Viglietti, Soledad Bravo, Grupo Congreso, Irakere, Los Parras, Quilapayun, Grupo Huara, Inti Illimani, Roberto Bravo, Patricio Manns, Chucho Valdez, Illapu, Quelentaro, Sara Gonzalez, Isabel Aldunate, Los Olimareños, Capri, Osvaldo Torres, Schwenke y Nilo y Vicente Feliu. Colaboraron en este artículo Harold Abella y Hector Salgado # # # |