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Todo Hombre es una Guerra Civil o la Paradoja del Vasquismo
en Miguel de Unamuno
por Poki Galtzoina
"Y es que sin guerra civil no puede vivir vida verdadera, histórica, pueblo
alguno" TODO HOMBRE ES UNA GUERRA CIVIL O LA PARADOJA DEL VASQUISMO EN MIGUEL
DE UNAMUNO por Poki Galtzoina hacia Euzkadi, Euskadi, Vasconia o País Vasco,
tal como él lo quería ver escrito, se lee en su obra. Fiel a la tradición
del 98,no niega su amor para el paisaje de su niñez y esa nostalgia del
paraíso perdido. Y los versos de Iparraguire que él El fin del siglo XIX
es para la integridad de la identidad nacional española un período de desmoronamiento.
El movimiento catalán, al principio cultural a través de la Renaixenca,
se transformó rápidamente en algo político con la fundación, en 1888, de
la lligua de Catalunya, que entre tanto predicaba la instauración del catalán
como idioma oficial. En el otro norte de la península Sabino de Arana Goiri
fundó en 1894 la primera organización nacionalista, a la cual siguió un
año más tarde el Partido nacionalista vasco (PNV) que propagó la idea de
la unidad cultural y también racial de las provincias vascongadas, desde
entonces bautizadas Euzkadi. 1898 vio la pérdida de las últimas migajas
del imperio de ultramar en una derrota militar humillante. En reacción a
esto una parte de la elite intelectual de la península se puso a pensar
sobre la grandeza y la decadencia forzosamente atada a todo imperio. Ellos
van a ir elaborando una reflexión densa sobre España y su sociedad como
identidad y proyecto colectivo, buscando soluciones para una posible regeneración.
Dentro de esos intelectuales se destacan los nombres vascos de Pio Baroja,
Ramiro de Maetzu y sobre todo el de Miguel de Unamuno. Aunque los dos primeros
introdujeron el mundo vasco y sus temáticas específicas en la literatura,
Unamuno es quizás el único que llevó el vasquismo a extremos obsesivos y
hasta casi patológicos. Euskalduna naiz eta harro nago ("Yo soy vasco y
orgulloso de serlo") Unamuno siempre se sintió orgulloso de la limpia ejecutoria
de su linaje vasco. El "[cree] no tener nada de latino". En un artículo
fechado de 1911 hizo públicamente profesión de vasquismo, "vasco por todos
sesenta y ocho costados, de casta, de nacimiento, de educación y sobre todo
de voluntad y afecto." Como hay una raza latina o germánica hay una raza
vasca con rasgos particulares. El define el pueblo vasco como "de escasa
imaginación, de bien repartida inteligencia, de sentimientos viriles y primitivos,
pero más que nada, pueblo de acción e indepencia." Hablando de él como "un
vascongado que estudie con la pasión de la verdad a su propio pueblo", Unamuno
se interesó por la historia de los vascos dentro de Euzkadi y fuera de ella
en las ajenas tierras de América donde nombres como Ignacio de Loyola, "hombre
representativo de su raza", y su Compañía de Jesús, como el libertador Bolivar,
Garay el fundador de Buenos Aires, el loco Aguirre...sembraron el "genio
vasco, pueblo juvenil en una civilización adulta, que convierte las ideas
en fuerzas, el pensamiento en lucha." Unamuno se maravilló de que "hoy haya
vascos en todas partes, y la médula de [su] espíritu es la levadura de pueblos
a los pies de los Andes." El pueblo vasco, su pueblo "ha escrito en la superficie
de la tierra y en los caminos del mar su poema, [su] raza, un poema de trabajo
paciente, en la América Latina más que en otra parte alguna" .El analizó
la historia de su pueblo como la de un pueblo belicoso, un pueblo de los
que sobreviven, porque el alma del alma de este pueblo es el individualismo,
el espíritu de independencia. A esas características se tiene que añadir
la legendaria "testarudez, que acaso llegue a ser muchas veces en [ellos]
un vicio pero que es sin duda de ordinario [su] virtud capital." Unamuno
dejó en varias ocasiones a Tirso de Molina, el honor de haber expresado
de una manera minimalista pero prolija la esencia del alma vasca, en el
primer acto de la prudencia en la mujer: "Cortos en palabras, pero en obras
largos". Unamuno euskaldun zaharra da bai... ("Unamuno si habla vasco...")
Es justamente en torno a esta frase que se desarolló en Unamuno toda una
cadena de sentimientos y tal vez de resentimientos enfocados en contradicciones.
En "Recuerdo de niñez y mocedad" él se quejó porque el pueblo vasco ha sabido
hacer grandes cosas pero no contarlas. Para él, el primer culpable de esto
es el idioma vasco y su singularidad lingüística. El hecho lingüístico es
fundamental en torno a todo lo que trata del País Vasco. Es a través de
la lengua que un vasco se autodefine designándose como euskaldun (que posee
el euskera o idioma vasco), y de la misma manera euskal-herri País Vasco
se analiza como euskal+ herri -país de la lengua vasca. Ese interés por
el idioma, que tiene una función identitaria tan importante, no podía escapar
a la vascofilia de Unamuno. El declaró que no había "nadie más interesado
que [él] en el actual renacimiento vascongado, en este cultivo de su idioma,
que aunque sea triste está muriendo." En efecto nada es menos verdad. En
su profusa producción literaria se encuentran una veintena de artículos
o ensayos que desarrollan problemáticas vascas y cuyas escrituras se reparten
entre 1884 y 1933; la mayoría de ellos fueron publicados antes de 1900.
A estos se tiene que añadir otros escritos que hacen referencias al País
Vasco pero en relación a otros temas . La mayor parte de sus trabajos dedicados
al vascuence fueron escritos entre 1886 y 1889. Los más importantes aparecieron
en la Revista Vizcaya o los suplementos literarios de algunos periódicos
de Bilbao. En 1888, a los 23 años de edad, Unamuno se presentó al concurso
para ocupar la cátedra de vascuense creada por la diputación de Vizcaya.
Coincidieron como opositores, Arana Goiri y el poeta Azkue. En esa epoca
Unamuno tenía ya diferentes composiciones de menor importancia, tanto en
prosa como en verso, escritas en vascuence. Una de las pocas muestras conservadas
es una invocación del Arbol de Guernika, "Agur, arbola bedeinkatube!". Ganó
la plaza Azkue quien la conservó hasta su muerte en 1951. A pesar de que
Azkue estaba más calificado, los diputados provinciales no podían votar
a quien, en 1884, había proclamado la muerte pura y simple del vascuence
en su tesis de doctorado. ...Vasquización no! En 1886 Unamuno escribía que
"individualmente cultivaba el idioma vasco" pero "no [se empeñaba] a propagarlo
porque [tenía] otras cosas que hacer y [consideraba] esta propaganda infructuosa
e inútil". Aunque "vivía larga vida el vascuence cuando todavía el castellano
balbuceaba en los poemas del Cid y el de Alexandre", Unamuno no duda un
sólo instante en lanzar sobre el euskara un anatema casi bíblico. La principal
causa de esa condena es de origen intrínseca y se basa en la ineptitud del
euskera para convertirse en lengua de cultura. Unamuno ve en él un grave
obstáculo para la difusión de la cultura europea, es decir, el liberalismo,
en su país. "El idioma vasco es un idioma sintético como la realidad que
es una gran síntesis". "Es un lenguaje de tipo inferior y perfecciones que
en él ven sus panegeristas son las perfecciones de que han ido despidiéndose
en sus procesos los idiomas de los pueblos cultos." El escándalo ocurrió
el 26 de agosto de 1901 durante la fiesta de los primeros juegos florales,
donde él fue invitado a pronunciar el discurso de apertura. Unamuno reitera
su condena, una tesis ya expuesta en su doctorado: "El vascuense se extingue
sin que haya fuerza humana que pueda impedir su extinción, muere por ley
de vida. No nos apesadumbre que perezca su cuerpo es para que mejor sobreviva
su alma." Su justificación es evolucionista."La primera necesidad es la
de vivir y la necesidad de vivir trae consigo la de acomodar[se] y adaptar[se]
al ambiente. El pueblo vasco tiene que vivir y para eso tiene que adaptarse
al medio ambiente de cultura en el cual vive, para esa adaptación le estorba
el vascuence." Unamuno expresó así, en una metáfora militar, que si los
vascos quieren sobrevivir, tienen que abandonar la balloneta que tienen
para el moser español. "El vascuence y el castellano son incompatibles digase
lo que se quiera, y si caben individuos no caben pueblos bilingües. Es éste
de la bilingüidad un estado transitorio." Por eso Unamuno siempre atacaría
a los bizkaitarras encabezados por Arana Goirri que hacían del idioma y
de su defensa la piedra angular de su nacionalismo. El hecho de que hubieran
intentado cultivar el euskera, crear las palabras que le faltaban, unificarlo
en su profunda y rica diversidad era para los ojos de Unamuno obra de taxidermista.
Para Unamuno la creación de nuevas palabras en vasco era un crimen que cambiaba
el idioma. Pero en un artículo publicado en La Nación de Buenos Aires Unamuno
reconoció al castellano los mismos derechos prohibidos al euskera. "El castellano
no es más rico que cualquier otro idioma moderno de cultura...La riqueza
de una lengua no está en el número de vocablos o giros que posee sino en
el que puede poseer;está en su fecundidad, en su facilidad para crear nuevas
voces que respondan a nuevas ideas, y en su facilidad para asimilarse voces
extrañas." Unamuno abertzale? Los vascos tienen que abandonar el vasco para
sobrevivir. "Si por falta de dotes imaginativas no [son] poetas toda [su]
moderna historia es un poema, el santo poema de la lucha por la existencia,
fuerza viril para saltar en menos tiempos que los otros de la barbarie a
la cultura, fuerza para dominar el mar y la tierra." Porque Unamuno tenía
un proyecto para su pueblo. Entendía el destino de su pueblo dentro de la
Península Ibérica, idealizada como comunidad , unidad libre de pueblos.
"En España no hay separatistas, no los habrá jamás si no los hacen los viejos
adoradores de la centralización brutal." Pero esa unidad no es la de una
hispanidad exacerbada porque "los unitarios que sueñan con la unidad impuesta
de la fuerza hablan de raza española es no saber lo que se dice tantas son
las razas que han buscado el calor del sol de España." Y en este territorio
es la raza vasca la más adecuada para encabezar, conducir, guiar el destino
común de los pueblos de la Península. Los vascos "[necesitan] hablar castellano
ante todo y sobre todo, para imponer [su] sentido a los demás pueblos de
lengua castellana primero, y a través de ellos, a la vida histórica de la
humanidad..." "El deber para con España de parte de Vasconia es el de tratar
de vasconizarla." Otra paradoja, los vascos tienen que abandonar su idioma
y llevar a la fuerza de su alma, producto de su idioma, el destino de España.
"El pensamiento y el lenguaje se hacen mutuamente, son el fondo de la misma
y una cosa." (in: "La cuestión del vascuence"). "Los vascos [deben] decir...no
que [se] dejen gobernar sino que quieren gobernar a los demás, por ser los
más capaces de hacerlo", y de seguir, "si, hay que proclamar la inferioridad
de los andaluces y análogos, y es nuestro deber fraternal de gobernarlos."
En "La raza y la lengua" escribe que los vascos deben compartir el sentido
de gobierno, verdadera excepción en "la debilidad de talento administrativo
que se supone defecto común a casi todas las razas de la Península." Otro
cariz presenta una carta a Alfonso Reyes, que le había pedido pistas de
estudio sobre los orígenes y desarrollo hasta el día del movimiento nacionalista
vasco, en la cual Unamuno le responde que él había estado implicado en este
movimiento, y aunque se consideraba antinacionalista, había influido el
nacionalismo en cuyas filas se lo respeta y aún algo más (Citado en Manuel
García Blanco). Ex-militante del 76, la actitud de Unamuno fue y sigue siendo
un enigma. Ya subrayado el euskera es por su singularidad lingüística uno
de los campos favoritos de lucha de los nacionalistas. Declarar su muerte
es declarar la guerra, aunque según la frase de Unamuno hubiese solamente
sido "echar puñados de sal a los ojos" para tratar de hacer reaccionar a
sus paisanos. El amor de Unamuno había hecho suyos dan tal vez un principio
de repuesta a lo que era verdaderamente su vasquismo: Zabaldu bedi anaitasuna
Amoriozko kantuak, Guzientzat du itzal ederra Gure arbola santuaz. (Extienda
la fraternidad los cantos del amor para todos tienes hermosa sombra nuestro
árbol santo.)
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