I.E.H.P.

 

Doctrina

 

CAPITULO UNO

DIOS

Cuando abrimos el Santo Libro, la Biblia, encontramos que sus primeras palabras nos dicen así: "En el principio creo Dios los cielos y la tierra". en esta expresión se dan por sentadas dos cosas: Que Dios existe, y que es Creador de todo cuanto existe.

 

I.                  DIOS - SU EXISTENCIA Y ATRIBUTOS

 

1.-La existencia de Dios es el más grande de los misterios.

 

Indescifrable es para los hombres y aun para los ángeles. Tiene sus alturas y profundidades, y la mente finita del hombre nunca podrá medir lo infinito (Job. 11: 7, 8).

 

La Biblia nos presenta este hecho como una evidencia incontrovertible. Parece que ningún pasaje en el A. T. nos presenta a los hombres como buscando evidencias de la existencia de Dios: esta se da por sentada, aunque sí hay pasajes que revelan que algunos han negado a Dios con necedad (Salmo 14-1).

 

2. - Tras una declaración viene la otra. Dios existe; pero además es el Creador de todo lo que existe.

 

Si la razón por sí sola nos dice que el gran Universo debe haber tenido un principio, y que como efecto tuvo una causa, en Gén. 1:1 y en otras partes de la Biblia nos dice que Dios creó todas las cosas (Hebreos 11:3).

 

3. - Dios es presentado a través de la Biblia como un Ser perfectísimo.

 

Es poseedor de atributos que nos revelan Su majestad, gloria y magnificencia. Es Espíritu, Juan 4:24. Tiene existencia propia, Juan 5:26 es eterno Génesis 21.33; Salmo 90:2. Inmutable, Salmo 102:27; Mal. 3:6. Omnipotente, Gén. 17:1; Ap. 19:6. Omnisciente, Salmo 139:1-6. Omnipresente, Salmo 139 7-11. Justo, Salmo 145:17; Isa. 28-17. Amor, 1 Juan 4:8-10. Veraz, Deut. 32:4. Sabio, Salmo 104:24; Rom. 11:33. Santo, Ex. 15.11; 1 Pedro 1:16.

II. DIOS - UN SER TRINO Y UNO

1. - en muchas partes del A. T. encontramos expresiones que hablan de la pluralidad que existe en la Divinidad, tales como Génesis 1:26 y 3:22.

2. - También hay  pasajes del A. T. que nos dejan entrever la Trinidad de Dios: Génesis 18:1-3; Isaías 6:3.

3. - -Pero en el N. Testamento encontramos presentada, con toda claridad, la doctrina de la Trinidad de Dios; en la manifestación simultánea, Mat. 3:16-17; en la fórmula bautismal, Mateo 28:19; en la bendición apostólica, 2 Cor. 13:13 y en 1 Juan 5:7.

4. - No obstante ser Trino como ya hemos visto, es un solo Dios y no tres Dioses (Deut. 6:4; Isa. 44:6). Hay tres Personas distintas, y cada uno de ellos es la Divinidad.

 

El Padre crea, el Hijo redime, y el Espíritu Santo santifica, y sin embargo en cada operación los Tres están presentes: El Padre es preeminentemente el Creador, sin embargo el Hijo y el Espíritu Santo se describen como cooperando en esa obra. El Hijo es preeminentemente el Redentor, sin embargo Dios el Padre y el Espíritu Santo se describen como enviando al Hijo a redimir. El Espíritu Santo es el Santificador, sin embargo, el Padre y el Hijo cooperan en esta obra.

 

III. DIOS UN SER COGNOSCIBLE POR EL HOMBRE

 

1. - Todas las obras de la creación nos hablan enfáticamente de Dios y son medios por los cuales el hombre puede conocer a Dios como San Pablo lo declaró (Romanos 1:19-20).

 

2. - El apóstol se refirió especialmente a los paganos, cuyo conocimiento era suficiente para considerar inexcusable su idolatría ¿De dónde les vino ese conocimiento? De la capacidad que tenían para inferir de las obras de la creación la existencia del Creador.

 

3. - Desde la creación del Mundo los atributos divinos de Dios han sido suficientemente manifiestos para ser percibidos por sus obras, y la mente humana ha sido capaz de reconocer los atributos invisibles del Creador. Es verdad innegable que las cosas hechas sugieren al Hacedor y las obras denotan un Creador, y por lo tanto es incuestionable, que el hombre infiriendo la existencia de un Creador debe tributarle poder eterno.

 

4. - La creencia en la existencia de Dios está prácticamente tan extendida como la raza humana, aunque a menudo esa creencia está groseramente pervertida y llena de superstición. Algunos arguyen que hay razas que no tienen ese conocimiento; pero no es cierto. Jevons, un experto en el asunto de razas y religiones comparadas, dice que tal idea se ha ido al limbo de las controversias.

¿De dónde ha venido ese conocimiento aún a las razas más atrasadas ? Ha venido de Dios mismo que hizo la naturaleza con sus hermosuras y cosas admirables e hizo al hombre capaz de ver en la Naturaleza a su Creador.

 

Dios existe y el hombre tiene capacidad para conocerle; y actualmente no sólo por la Naturaleza sino también por su Revelación escrita, la Biblia.

 

CAPITULO DOS

LA BIBLIA

en esta serie de estudios que tiene por objeto llevar al cristiano a la mejor comprensión de sus deberes como miembro. bueno es detenernos para hacer algunas consideraciones acerca del Libro de Dios. La Biblia. Ella nos ha de servir en el decurso de estas pláticas para afirmar conocimientos y entender la voluntad de Dios, y bueno será habernos formado el concepto debido de este Santo Libro.

1. QUE ES LA BIBLIA?

1.-No es simplemente un libro o conjunto de libros de historia o de moral como otro cualquiera. Es "El Libro Santo". El Libro de Dios". "Carta de Dios Omnipotente a su criatura". la llamaba Gregorio Magno.

2. -Es el tesoro más valioso que el creyente pueda tener en sus manos; ni el más sabio con todos sus conocimientos, ni el más rico con todos su haberes, posee mayor riqueza que aquel que tiene en sus manos los oráculos de Dios que son fuente divina de toda gracia y manantial inagotable de vida eterna (Salmo 12:6; Juan 8:51).

 

11. UTILIDAD DE LA BIBLIA.

1. - El Señor Jesucristo la usa constantemente y se sirvió de ella  para repeler los ataques del enemigo (mateo 4:7, 10). Basando en ella sus enseñanzas y la cita con suma frecuencia (mateo 5:21. 33. 38, 48), y la recomendó a sus seguidores llamándoles la atención a que contenta vida (Juan 5:39). Ese ejemplo del Señor nos puede servir para comprender mejor su utilidad.

 

2. - A nosotros los cristianos la Biblia ha de servirnos para pelear la buena batalla de la fe en la cual tenemos que lidiar con malicias espirituales y solo la Espada del Espíritu puede darnos la victoria (Efesios 6.17). es la Biblia la única que nos hará sabios para vivir esa vida de plena salvación (Juan 17:17; 2 Timoteo 3:15-17, derivando de ella la más grande y necesaria sabiduría.

 

LA MANERA DE SACAR EL MAYOR PROVECHO DE ELLA.

 

1. - Antes de comenzar su lectura debemos dirigirnos a Dios por medio de Jesucristo, quien es el único digno de abrirnos el Divino Libro y romper sus sellos (Revelación 5 5, 9)

 

2. - Debemos penetramos de suma reverencia hacía el Santo Libro, mirando las verdades eternas que contiene como palabras del mismo Dios que nos habla, y procurando atesorarlas en nuestro corazón (Salmo 119.11).

 

3. - es necesario leer las Santas Escrituras con grande humildad y entera sumisión a nuestro Dios, no con espíritu altivo de discutir sus preceptos u ordenanzas, sino más bien con la disposición de someternos a sus dictámenes (Hechos 9:6).

 

4. - Jesucristo es el grande objeto que siempre hemos de tener en su lectura; la gloria de Dios debe ver refulgente en cada una de sus páginas, y nuestro bien eterno en cada palabra.

 

5. - Finalmente, debemos estar embargados del sentimiento de que siendo la Biblia arsenal y alfolí, hemos de encontrar en ella lo menester para las necesidades nuestras, las de nuestros familiares y las de todos nuestros prójimos.

 

CAPITULO TRES

EL HOMBRE

Será en forma muy somera que nos ocuparemos del hombre en esta lección, ya que a través de los estudios subsiguientes hablaremos del mismo hombre en sus diferentes relaciones, sea para consigo mismo, para con Dios, con otros hombres o con la Iglesia. Lo veremos desde los puntos siguientes:

SU ORIGEN

1. - Cuan hermoso es atenernos a la declaración simple  y sencilla, que la Biblia nos da del origen del hombre. Dice, así. "Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza.... Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra, y alentó en su nariz soplo de vida ..... (Génesis 1-26 y 27).

2. - Algunos supuestos sabios han querido desvirtuar ese relato sencillo y nos hablan del origen del hombre en una forma ridícula; nos dicen que hemos llegado al estado actual por una serie de transformaciones que comenzaron con una larva, o bien, que el hombre desciende del mono etc. ¡Qué triste origen!

3. - Pero el origen del hombre según la Biblia, como queda, dicho, cuán noble es; dice. "creado a la imagen y semejanza de Dios" esto sugiere la superioridad del hombre sobre las varias especies de animales, colocándole en completo dominio y señorío sobre todo lo creado. (Génesis 1:28).

SU CAIDA

1.   Desgraciadamente el hombre no guardó ese estado prístino y cayó haciéndose infeliz. El Diablo, usando a la serpiente como instrumento (Génesis 3:1- 6).

 

2. Inmediatamente se ve en  los transgresores una conciencia culpable, “sus ojos fueron abiertos y advirtieron su, desnudez y fueron invadidos de un hondo sentimiento de temor que les hizo esconderse de Dios (Génesis 3 - 7, 8).  '

 

3. - Dios apareció para pronunciar un juicio de maldición sobre cada uno de los culpables y lo que es peor, ordenar su destitución del Paraíso. (Génesis 3-9-20,23, 24).

 

SU ESTADO ACTUAL

 

l. - Podemos asegurar que toda la raza humana desciende de aquel primer hombre que fue creado a imagen de Dios, que cayó, y que fue expulsado del Edén (Actos 17:26). Teniendo, pues, todos un mismo tronco genealógico podrido y defectuoso, es lógico-natural que las ramas estén carcomidas y los frutos maleados (Eclesiastés 7:29).

 

2. - De lo anterior llegamos a la triste realidad de que los efectos del pecado de Adam no se limitaron a él mismo, sino que se transmitieron a su posteridad, es decir, a toda la raza humana (Romanos 5:12, 1 g).

 

3. La desgracia, moral en que se encuentra el hombre puede constatarse a través de las edades por medio de la  historia y lo que vemos y experimentamos en la actualidad.

 

4. - Puntualizando el cargo vemos que la Biblia nos dice que por el pecado el hombre es, hijo del Diablo (Juan 8:44) y por lo tanto está Perdido .......... Alejado de Dios ... Muerto en pecados

 

. . Isaías 53:6

. . Isaías 59:2; Efesios 2:IZ

. . Efesios 2:1; Colosenses 2:13

 

Bajo la ira de Dios ........ Juan 3:36; Romanos 1.18 Expuesto, a juicio y muerte eterna. . Heb. 9:27;Luc. 16.-22, 23 Destinado al infierno ...... Revelación 21.8

SU RESTAURACIÓN

1. - El Señor Jesucristo tuvo que venir del cielo para buscar y rescatar al hombre (Lucas 19:10).

2. -La restauración además incluía la reconciliación del hombre con Dios, que Jesucristo logró a base de Su muerte en la cruz y Su sangre derramada (Colosenses 1.20. 21).

3. - también por Su misma muerte nos dio vida abundante y eterna restaurándonos del estado de muerte en que nos habla dejado el pecado (Juan 10:10; Efesios 2:1).

4. - Su muerte en la cruz es lo que nos libra de la ira venidera y de la condenación eterna (Juan 5.-24; Romanos 8:1).

5. - finalmente, nos sacó de las tinieblas del reino del - enemigo y trasladó a Su glorioso reino de luz (1 Pedro 2.-9, 10).

 

RESUMEN.

La restauración del hombre la opera el Espíritu Santo aplicándonos los méritos y virtudes de la obra completa de Jesucristo. Dios espera que dicha obra de gracia y amor sea aceptada por la fe para que el individuo pueda experimentar un cambio completo en su vida al ser renovada en él, "la imagen del que lo crió" (Colosenses 3:10) llegando a ser una nueva criatura. Un hijo de Dios en vez de hijo del Diablo. Un ciudadano de la Patria Celestial en vez de un rebelde en las huestes del enemigo, y un heredero de Dios y coheredero con Cristo; y mientras permanece en este mundo, un miembro de su Iglesia Militante.

 

CAPITULO CUATRO

LA IGLESIA

 

El término "iglesia" ocurre más de cien veces en el Nuevo Testamento. La palabra traducida de este modo, quiere decir congregación o asamblea. Al aplicársela a los seguidores de Cristo, designa o una congregación particular de los santos, o el conjunto de los redimidos desde Pentecostés hasta la primera resurrección. En varios pasajes se usa en el último sentido, como por ejemplo en Efesios 5:25-27.

REQUISITOS   PARA INTEGRAR LA IGLESIA.

1. - Dando por correcta. La definición que antecede del término "Iglesia", es evidente que para ser miembro de la iglesia han de llenarse importantes requisitos los cuales pueden dividirse en MORALES y CEREMONIALES. Los requisitos MORALES están comprendidos en la Regeneración y sus acompañantes el Arrepentimiento y la Fe.

2. - es evidente que los propósitos de la organización eclesiástica sólo pueden llevarse a efecto por personas regeneradas. Los que llegan a ser miembros de una iglesia, primero deben haber tenido "arrepentimiento hacia Dios y fe en el Señor Jesucristo" (Hechos 20:21).

3. - El bautismo es el requisito CEREMONIAL para ser miembro de la Iglesia, porque según las Escrituras no puede haber iglesia visible sin el bautismo (Hechos 2:41). La observancia de este mandamiento es, de parte del creyente, el primer acto público de obediencia a Cristo; la Regeneración, el Arrepentimiento y la Fe. Son asuntos privados entre Dios y el alma; comprenden una piedad interna, pero esta piedad debe tener una manifestación externa, y esta manifestación se hace en el bautismo. El creyente arrepentido y. regenerado, es bautizado en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo.

 

CAPITULO CINCO

EL BAUTISMO

 

¿QUE ES EL BAUTISMO?

 

El acto del Bautismo

 

es la inmersión en agua de un creyente en Cristo Jesús, en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, y es el rito inicial para la admisión a la Iglesia cristiana visible.

 

El Nuevo Testamento enseña que el bautismo es una confesión voluntaria de la fe y regeneración, que existe ya en el corazón.

 

El Significado o Simbolismo del Bautismo.

 

Los léxicos griegos dan como primaria y común significación de la palabra bautizar, emerger, meter en agua, zambullir.

 

LOS SUJETOS DE LA ORDENANZA

1. - El Nuevo Testamento nos enseña, según la comisión dada por el Señor (mateo 28:18-20), que al bautismo precede el requisito de haber doctrinario primero, o, en otras palabras, haber hecho discípulos; son pues los discípulos los que deben ser bautizados.

2. - Marcos establece la prioridad de la fe (Marcos 16:15. 16) al bautismo. Lucas relaciona el arrepentimiento a la remisión de pecados con la comisión de Cristo y desde luego como requisitos previos al bautismo. Son pues los creyentes los sujetos al bautismo; y es un deber claro, definido, ineludible y fijado para cada persona que se convierte (Actos 2,38 y 22:16).

3. - Ninguna ceremonia equivocada llevada a efecto por nuestros padres en nuestra infancia, puede excusar al alma

 

4. - El deber del bautismo precede a la participación de la membresía de la iglesia. Debe ser requerido de todos los que se unen a nosotros y viene antes del ejercicio de cualesquiera de los privilegios de la membresía de la iglesia. *Una prueba de esto la encontramos en Hechos 2:41-42.

 

El bautismo no salva a nadie, pero es el deber de todo creyente bautizarse conforme a lo mandado por Nuestro Señor Jesucristo (Juan 14:15).

 

CAPITULO SEIS

LA CENA DEL SEÑOR

 

Lo referente a la institución de la Cena del Señor se encuentra en mateo 26:26-29; Marcos 14:22-26, Lucas 22:14-20 y 1 Corintios 11:23-26. Otros pasajes que se refieren a la observancia de esta ordenanza por los cristianos primitivos son Hechos- 2:42; 20:7 -1 1 Corintios 10: 1 6, 17; 11: 1 7- 34.

 

LA CENA DEL SEÑOR ES CONMEMORATIVA

 

1. - Descubriremos, desde luego, por estos pasajes que la Cena del Señor es un acto conmemorativo por el cual recordamos la crucifixión y la muerte de Jesús para obtener la remisión de nuestros pecados. El pan representa el cuerpo de Jesús, y el vino su sangre.

 

2. - cuando participamos en estos símbolos recordamos al Salvador que murió por nosotros y quién ha de volver por nosotros. Si en alguna ocasión la tragedia del Calvario debiera absorber los pensamientos del cristiano, llegando hasta el punto de excluir cualquier otro asunto, es cuando se acerca a la mesa del Señor; la muerte del Señor debiera, entonces, ocupar todos los pensamientos, y monopolizar todo el poder de su memoria.

 

SU CONMEMORACIÓN NOS RECUERDA TRES COSAS

 

Tres son las cosas que debemos notar en la Santa Cena como la solemne conmemoración de la muerte expiatoria de Cristo en nuestro favor:

 

1  La consumación de nuestra eterna redención por la muerte sustitutivo de Nuestro Señor Jesucristo (Hebreos 9:12)

 

2. - La confirmación del Nuevo Pacto, que a semejanza del pacto hecho con Israel, declara nuestra libertad de la esclavitud del pecado y nuestra adopción de hijos de Dios (Hebreos 9.-15-17; 10.16-18; Romanos 3:15)..

 

3. - La comunión de los unos con los otros y de todos con Cristo (1 Corintios 10:16).

 

 

CAPITULO SIETE

LA MEMBRESIA DE LA IGLESIA

 

El cristiano llega a ser miembro de la Iglesia por medio del bautismo, como hemos explicado antes., Todo aquél que en realidad ha sido convertido no dejará pasar la oportunidad de unirse a la iglesia y ser contado como miembro. Esto desde luego hace al individuo acreedor a sus privilegios, aunque también le echa a cuestas sus obligaciones; pero su fe en Cristo Jesús le unirá siempre con el pueblo de Dios.

 

Por lo antedicho llegarnos a la conclusión de que no todos los que asisten a los servicios de la Iglesia son miembros, sino aquellos que han llenado el requisito.

 

Hay algunas otras formas para ingresar a la membresía de la iglesia pero que están supeditadas al bautismo, pues según el Nuevo Testamento no existe iglesia visible sin éste conviene, pues, para mayor instrucción de los miembros estar enterados de ellas.

 

1. COMO SE OBTIENE LA MEMBRESIA

 

1. - Por Bautismo

 

Como queda dicho, después de que la persona ha recibido la Palabra y ha aceptado al Señor como su Salvador previo arrepentimiento y fe, es bautizada en el nombre de la Trinidad y. desde luego, unida a la membresía de la iglesia (Hechos 2-,41).

 

2. - Por Certificado

 

Algunas veces los miembros de una iglesia por las circunstancias de la vida tienen que trasladar su residencia a otra ciudad o pueblo, o barrio distante dentro de la misma ciudad, y esto les obliga a trasladar su membresía a la iglesia más cercana del mismo orden y fe; en este caso solicitar su certificado de traslado a la iglesia de donde era miembro y lo presentará en la iglesia donde desea ser admitido.

 

No se da carta de traslado para iglesia con la cual no estamos en comunión ni a un miembro que esté bajo disciplina.

 

3. - por Experiencia.

 

Se puede dar el caso de una persona que no haya estado conectada con ninguna iglesia pero que no obstante ha sido bautizada; la tal persona después de presentar su experiencia de conversión ante la iglesia puede ser admitida por el consenso unánime de los hermanos.

 

 

COMO SE CONSERVA Y SE PIERDE LA MEMBRESIA

 

1 - Se Conserva

 

a) Sirviendo y defendiendo a la iglesia. b) Obedeciendo sus bases fundamentales, respetando su autoridad y observando sus reglamentos. e) Contribuyendo de la manera que lo tenga establecido para su sostenimiento y gastos.

 

2. - Se pierde

 

a) Por alejamiento de la iglesia sin que el miembro indique a dónde va ni busque medio de comunicarse con ella. b) por unirse a grupos contrarios a nuestra fe y orden. Especialmente con aquellos que se declaran nuestros adversarios. c) Cayendo en pecado visible y escandaloso que comprometa la dignidad de la iglesia.

 

CAPITULO OCHO

EL INDIVIDUO Y LA IGLESIA

 

¿Pero qué debe hacer cada individuo por la iglesia? Esta es la cuestión ahora. Debe quedar entendido, que dé la iglesia o no dé todo lo que debe al individuo, estamos bajo la obligación de hacer nuestro deber en la causa de Cristo que la iglesia representa.

 

1. - El deber de lealtad. (Hebreos 10:25)

 

Habiéndose unido a un ejército, el individuo debe ser fiel a él. La membresía de la iglesia es un asunto voluntario y por lo tanto implica una lealtad asumida por la misma persona. No hemos de "dejar nuestra congregación" (Hebreos 10- 25), ni permitir que la obra de la iglesia sufra por la falta de obreros. No debemos impulsamos a nosotros mismos por un camino indebido ni permitir que otros hagan nuestro trabajo. Hemos asumido una responsabilidad personas para una participación en la obra de la iglesia y lealtad a nuestro Maestro, lo que viene a ser una tarea impuesta a nosotros por nosotros mismos. No es cuestión de amor al pastor o de interés en él, ni es cuestión de cómo somos tratados por otros. Es cuestión de lealtad a nuestro Señor.

 

2 - El deber de Orar (Fil. 4:6; Ef. 6:18).

 

Todos podemos orar. Solo unos pocos quizá, pueden hablar; sólo unos pocos son entendidos en la dirección de los asuntos. Pero todos podemos contribuir para la comunión, dar la ayuda de una vida pura y orar por el Pueblo de Dios. Si todos los miembros de la iglesia oran por el bienestar de ella con regularidad y con anhelo, tendremos muchas grandes cosas que de otra manera faltarán.

 

3. - El deber del Servicio (Marcos 10:42-45; Lucas 17:10).

 

No es suficiente amar, dar. Vivir y orar. Debemos trabajar también; debemos anhelar un lugar en el ejército del Señor. Solos, podremos hacer muy poco; en una iglesia nuestro poco puede ayudar para hacer mucho. Estamos obligados al servicio. Debemos hacer nuestra parte solos también. Algo del tiempo y de las habilidades que poseemos deben darse sin embrollo a la causa de Cristo por medio de la iglesia.

 

4. - El deber de asistir a los servicios (Salmo 100:4)

 

Todas las iglesias para llenar mejor su cometido de adoración instrucción y trabajo se reúnen en lugar y hora determinada. Todos debemos, como miembros, asistir a dichas reuniones. Tanto a los servicios ordinarios de la semana. Como a los extraordinarios de Santa Cena y reunión de negocios que se celebran peri6dicarnente. Es un deber impuesto por Dios (1 Pedro 2:9, 10). Un consejo dado por el Apóstol (Hebreos 10-25). Y debe ser la delicia del creyente (Salmo 22:22,25).

 

La iglesia es para el individuo un lugar para ayuda y un lugar de servicio. En ninguna otra parte podemos encontrar una comunión tan desinteresada en todo lo que es mejor y más puro. Necesitamos sus ideales, su culto y sus altas demandas sobre nuestras almas. Pocos de nosotros hay suficientemente capaces, o suficientemente enérgicos para trabajar solos, y aunque pudiéramos, nuestra obra dependería de nuestra propia salud, o de la longevidad de nuestra vida, o de lo estable de nuestra buena fortuna. Nuestro poco dinero debe unirse al de otros; nuestra poca habilidad, nuestro tiempo limitado, nuestra pequeña energía, deben encontrar comunión para hacerse efectivos. Cuando nosotros fallemos. Otros no, fallarán y la obra proseguirá. La iglesia es una gran oportunidad para el hombre de corazón sincero que desea servir al Señor y ayudar en Su obra.

 

CAPITULO NUEVE

EL DEBER DE CUMPLIR LAS OBLIGACIONES FINANCIERAS

 

Es un deber del cristiano compartir las obligaciones financieras de la obra del Señor. El Nuevo Testamento contiene amplias garantías para la doctrina de las ofrendas cristianas. "El que siembra en bendiciones, en bendiciones también segará" (2 Cor. 9:6, 7). Cada creyente debe dar para el mantenimiento de la iglesia y de su obra. La ley judía del diezmo puede figurar como proporción mínima, pero la ley cristiana es que nuestra obligación es tan grande como la necesidad a la cual hay que hacer frente y nuestra habilidad para satisfacerla.

 

ES EL DEBER DE CADA CRISTIANO

 

1. - Hay sobre cada uno de nosotros una apelación clara de dar para el sostenimiento de la obra de la iglesia, aunque lo que demos sea poco. Lo que otros hacen no es una excusa para nosotros; nuestra obligación es personal y está determinada por nuestra relación a Dios y a nuestros semejantes.

 

DEBER

 

1. - Hay personas que se oponen al diezmo diciendo que ésta es cuestión de la ley, y nosotros estamos bajo la gracia Pero en contestación diré que "al que mucho es dado, mucho, será vuelto a demandar de él" (Lucas 12:48), ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿en qué te hemos robado? EN LOS DIEZMOS Y LAS PRIMICIAS" (Malaquías 3:8).

 

CAPITULO DIEZ

LA VIDA CRISTIANA (1)

 

"Desead como niños recién nacidos, la leche espiritual, sin engaño, para que por ella crezcáis en salud" (1 Pedro 2 2).

 

Acabáis de entregaros al Señor, y creéis que El os ha recibido. Habéis recibido la nueva vida de Dios; sois como niños recién nacidos y El os quiere enseñar lo que es necesario a fin de que crezcáis y seáis  fuertes.

 

1. - En primer lugar, sabed que ya sois hijos de Dios,

 

Escucha lo que Pedro dice a los nuevos creyentes: "Habéis renacido"; "sois recién nacidos"'; "sois pueblo de Dios", .1 habéis vuelto al pastor y Obispo de vuestras almas”. Un cristiano, por joven o débil que sea, debe entender que ya es hijo de Dios. Toda escritura nos enseña que debemos y podemos saber que somos hijos de Dios (Romanos 8 - 1 6; Gálata s 4:6, 7; -1 Juan 3:2. 1 4. 2 4; 4:1 3; 5:1 0. 1 3).

 

2. - en segundo lugar, sabed que todavía sois muy débiles

 

Tan débiles como niños recién nacidos. A menudo el amor y el gozo que el nuevo creyente siente en su corazón le hace pensar que es muy fuerte; pero no es así, hay que reconocer,, que sois débiles y jóvenes en la fe. (1 Corintios 3:1,2; Hebreos 5:13,14). Por si solos nada podéis.

 

3. - en tercer lugar no debéis quedamos débiles

 

Debéis crecer en gracia, debéis haceros fuertes y progresar. Es un mandato del Señor que sigamos adelante. Un hijo de Dios debe y puede adelantar. La nueva vida es una vida fuerte y sana (Proverbios 4:18; Ef. 4:14,15; 1 Tes. 4:1).

 

4. - en cuarto lugar, por medio de la leche espiritual de la Palabra de Dios podéis crecer.

 

La nueva vida en el espíritu tan sólo puede ser sustentada por la palabra que sale de la boca de Dios.

Fijaos en la parábola encantadora que el Señor nos da, aquí, en relación con la leche de la madre. De su propia vida, la madre da alimento y vida a su hijo. Y la leche es lo que el niño débil necesita. Y así también en la Palabra de Dios hay la misma vida y la potencia de Dios (Juan 6:63; 1 Tes. 2:13; Hebreos 4:12). Que la Palabra de Dios, por encima de todo, sea la cosa más preciosa para nuestra vida.

 

5. - en Quinto lugar. Desead la leche, para que por ella crezcáis.

 

Además de desearla, hay que atesorarla en el corazón (Deuteronomio 11:18; Ezequiel 3:10; Salmo 119:11). La Palabra es una semilla; y así como hay que meter la semilla en la tierra, así también, hay que dejar que la Palabra de Cristo habite en vosotros (Colosenses 3:16).

 

CAPITULO ONCE

LA VIDA CRISTIANA (2)

 

Dos clases de personas empiezan la vida cristiana, aquellas que encuentran el fracaso parcial o completo en ella, y las que consiguen éxito en la misma vida. La Palabra de Dios nos da ciertas instrucciones sencillas para que obtengamos buen éxito. Hay siete pasos en el sendero del creyente, señalados en la Biblia.

 

Buen Comienzo.

 

Lo que es buen comienzo lo podemos ver en Juan 1:12. Si no tienes la experiencia personal de haber recibido a Cristo y el poder de ser hecho hijo de Dios. No esperes tener éxito.

 

El buen comienzo implica a lo menos tres cosas

 

a) Haber recibido a Cristo como personal y suficiente Salvador, habiendo entendido y experimentado que nuestra salvación depende de El, sin el concurso de ninguna obra nuestra.

 

b) Implica reconocerle como Libertador único, capaz de libertarnos de cualquier forma de pecado o dominio de Satanás (Juan 8:36).

 

c) Reconocerle como Maestro, seguir Sus enseñanzas y dejarle guiar nuestra vida, lo que envuelve obediencia a Su voluntad.

 

Confiesa a Cristo abiertamente delante de los hombres (Mateo 10:32; Romanos 10:9.10).

 

La vida de confesión es la vida de plena salvación; no quiere decir tan sólo que hemos de confesarle una vez; hay que hacerlo en el hogar, en el taller, en la iglesia, y en todas partes.

 

Estudia la Palabra de Dios (1 Pedro-2:2).

 

La Palabra de Dios es alimento del alma que la fortalece, que le da vigor Y que hace crecer nuestra vida espiritual. Dos cosas en cuanto a la lectura Bíblica: Primera, léela para sacar provecho para hacerlo de rodillas.

 

Trabaja en la Viña del Señor (Mateo 25:14-30).

 

Esta parábola enseña la verdad de que el que emplea sus talentos ganará más, pero el que no los emplea perderá los que tiene. Si quieres crecer en la vida cristiana tienes que utilizar tus esfuerzos para con el Maestro. Tú has recibido la bendición de la salvación y tienes que dar esta bendición a otros también y encargar a ellos que den el mismo mensaje a los demás. Cumple, pues, con el último mandamiento de Nuestro Señor Jesucristo (Mateo 28:19).

 

Sé Generoso (Proverbios 11:25)

 

Uno que no contribuye para la Obra no puede crecer espiritualmente. Es bueno que esto lo hagas sistemáticamente; primeramente aparta tu DIEZMO Y TUS OFRENDAS para Dios y entonces busca su dirección para emplearlas; estimulando la obra, prestando auxilio en los gastos de la iglesia, sosteniendo a los obreros y ayudando a los pobres y enfermos, especialmente a los domésticos de la fe. No debes dejar de dar porque tienes muchos gastos; hacerlo demuestra falta de fe o falta de amor a Dios.

 

Prosigue adelante (Filipenses.3.14)

 

Olvídate de los pecados cometidos en el pasado, y si alguna vez cometes pecado confiésalo enseguida (1 Juan 1:9) y cree que tal pecado ha sido perdonado.

 

CAPITULO DOCE

LA CONFESIÓN DE PECADO

 

La única cosa que Dios aborrece, que le entristece. y que El destruirá, es el pecado. La única cosa que hace infeliz al hombre es el pecado (Génesis 6:5. 6; Isaías 43:24, Revelación 6:16,17). Jesús tuvo que derramar Su sangre por el pecado, es decir, a causa del pecado. Es por el pecado que el hombre no puede gozar de la comunión con Dios (Isaías - 59:2).

 

Cuando recibisteis a Jesús como Salvador, hasta cierto punto pudisteis comprender esto. Pero hay que aprender esta lección más profundamente. A diario hay que traer el pecado a Dios quien es el único que lo puede quitar (Romanos 12:1). Uno de los privilegios más grandes del hijo de Dios es la confesión de pecado (1 Juan 1:9).

 

Es la tendencia innata del creyente encubrir sus pecados, o quitarlos solamente cuando se acerca a Dios. Querido cristiano, si quieres gozar de la felicidad de un perdón completo, hay que entender este punto.

 

CAPITULO TRECE

LA MUJER CRISTIANA EN SU VESTIR Y SU TOCADO

 

El asunto de la moda y la vanidad desmedidas que se ha apoderado de las mujeres del mundo, también ha sentado sus reales entre nuestras mujeres cristianas, algunas de las cuales carece que no quieren o no pueden substraerse a la frivolidad del siglo. Veamos, pues, algunas cosas que pueden servir de índice a las mujeres redimidas, en cuanto a lo:

 

HAY UN PRINCIPIO ESTABLECIDO POR EL ESPÍRITU SANTO EN SU PALABRA PARA DESDEÑAR TODO LO QUE ES SUPERFLUO A ESTE RESPECTO (1 Pedro 3:3,4).

 

1. - Primero habla del adorno que no debe ser exterior, y en esto, quedó incluido el arreglo elaborado de los cabe, el uso de pinturas para labios, las unas y la cara, de cosméticos y otras cosas que no concuerdan con la profesión de mujeres cristianas así como el uso superfluo de joyas.

 

2. - También advierte que el lujo y la compostura de ropas lo que viene al caso para mujeres cristianas ya que el vestido tiene como finalidad cubrir el cuerpo, de suerte que no hace falta que sea una exhibición de moda y de lujo, que muchas veces por serlo resulta deshonesto, en contra de la moral cristiana y poniendo en peligro el pudor de las, damas. Desde luego no abogamos por un vestir anticuado porque no hay que olvidar que el cristiano es templo del Espíritu Santo (1 Cor. 6:19). y en tal caso, tan bochornoso es la suciedad y el descuido como el lujo y la vanidad. Es una advertencia a la mesura y a la prudencia.

 

 

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