| Sed en el Corazon |
| Me llaman "la samaritana", vivi siempre en un pueblecito pequeno en el desirto llamado Sicar. Alli, precisamente, junto al pozo de Jacob, tuve mi primer encuentro con Jesus. Fui una mujer muy pecadora. Yo era muy impulsiva, me guiaba mas por el corazon que por la cabeza. Cuando era muy joven, me fie de un hombre, me dejo embarazada y se marcho. Para mi todo fue muy duro. La gente me despreciaba, mi familia no me comprendia....yo me sentia muy sola. Mi corazon parecia asfixiarse, necesitaba alguien a quien querer. Tenia realmente sed de amar y ser amada, pero ademas me sentia desamparada sin un hombre. Un ano mas tarde, conoci a otro hombre que me prometio amor y todas las cosas bellas que yo deseaba escuchar. Me fui con el, vivimos juntos poco mas de un ano y despues me dejo por otra. Senti que no podia fiarme ya mas de ningun hombre. Prometian, mentian, traicionaban....pero yo era debil. Por una parte mi corazon seguia con sed, por otra deseaba tener alguien en casa que me defendiera y con estas dos razones iba cometiendo error tras error. Cuando uno me dejaba, ya estaba tratando de buscar otro. De verdad no era vicio, sin mas, me sentia sola y desamparada....pero sobre todo queria ser feliz y a pesar de las experiencias negativas, pensaba, "este es diferente, no me enganara". Asi fueron pasando por mi vida seis hombres. La gente al principio me criticaba, despues ya me pusieron la etiquieta de "mujerzuela" y simplemente era en el pueblo una mujer de mala reputacion de la que se podia esperar cualquier cosa. Con estas criticas y marcas de los demas sufri mucho. Necesitaba calor y comprension pero recibia rechazos y desprecios. Despues me di cuenta de que la gente tenia razon: yo era mala, inmoral, y pese que Dios tambien me despreciaba. Reia, cantaba...aparentemente era una mujer sin problemas, pero no era asi, sufria mucho aunque lo disimulaba. Muchas veces le pedi a Dios que me diera otra oportunidad, que no me despreciara, ni me rechazara como los demas. Quisiera volver a comenzar, sin esa fama y sin esa sed. Pero pensaba que esto era imposible, un sueno absurdo. Ya habia pecado demasiado y las marcas de mi culpa estarian ahi para siempre. Ese vacio del corazon nunca, ni con nada lo podria llenar y lo peor, cada dia la gente me despreciaba mas por mis pecados y equivocaciones. Aquel atardecer en que me encontre con Jesus, estaba especialmente de mal humor, me invadian sentimientos de depresion y soledad. De nuevo habia sido utilizada y abusada por el hombre con el que vivia, habiamos discutido, el estaba furioso y me insulto, me golpeo en la cara, me tiro al suelo y me obligo a hacer el amor; todo el tiempo llore de humillacion, de rabia y tambien de dolor; al principio le resisti y clave mis unas en su espalda hasta hacerle sangre, pero despues quede sin fuerzas, era de nuevo, prisioenra de mi pecado. Co mucha tristeza iba subiedo hacia el pozo para sacar agua. Ya desde lejos vi a un hombre judio sentado. Me entro curiosidad y me fui acercando co mi mirada fija en el. Era mas bien alto, joven, su melena le caia por las espaldas, se veia cansado y pensativo, devio haber hecho una larga caminata. Cuando estaba ya muy cerca nos encontramos en la mirada, la mia de curiosidad y desconfianza, la suya llena de paz e inocencia...si, paz y fuerza al mismo tiempo. Se levanto, sudaba, se acerco a mi me miro y con voz profunda y amistosa me hablo como si me conociera de toda la vida: "Dame de beber." (Jn. 4,7) Quede sorprendida y desconcertada. Mi respuesta fue dura y despectiva, deseaba odiar a todos los hombres. "Como tu que eres judio, me pides de beber a mi, que soy una mujer samaritana?" (Jn. 4,9) Habia dos razones para que yo me sorprendiera, por una parte el era hombre y no estaba supuesto que me hablara, pero sobre todo era judio y entre ellos y nosotros no nos hablabamos por razones de religion y politica. Me miro con una gran ternura y senti algo especial, mi agresividad se apago. El continuo hablando con el mismo tono familiar y lleno de paz. "Si tu conocieras es don de Dios! Si tu supieras quien es el que te pide de beber, tu misma me pedirias a mi. Yo te daria agua viva." (Jn. 4,10) Queria seguir siendo dura y despectiva, pero no podia, su bondad me habia vencido. En mi interior vibraba algo diferente, una mezcla de ardor, curiosidad, inquietud. Quien era este hombre?, me preguntaba. Una paz que nunca habia conocido me fue envolviendo como si fuera un sueno. Jesus me hablaba con naturalidad, no me marcaba. Con tono carinoso y lleno de respeto le dije: "Senor, no tienes con que sacar agua y este pozo es profundo. Donde vas a conseguir esa agua viva?" (Jn.4,11) El me miro, sus ojos me acogian amistosamente, dio un paso hacia a mi y con tono mas bajo como confidencial continuo: "El que bebe de esta agua volvera a tener sed; en cambio el que beba del agua que yo le dare, no volvera a tener sed. El agua que yo le dare se hara manantial de agua que brotara para vida eterna." (Jn. 4,13) Agitada por la alegria y tambien por la ansiendad le conteste: "Senor, dame de esa agua, para que no sufra mas sed. ni tenga que volver aqui a sacarla." (Jn. 4,15) Cuando hable asi lo hacia con un doble sentido, por una parte hablaba la mujer comoda y practica, si me daba de esa agua magica ya no tendira que volver al pozo. Pero en el fondo de mi sabia que el me hablaba de otra agua y de otra sed, la sed que yo sentia en mi interior y que habia intentado apagar con una vida ligera. Cuando le pedi de beber yo, en lo profundo de mi corazon le estaba pidiendo que apagara esa sed de mi corazon que me sofocaba como una pesadilla. Seguimos conversando y salio el tema de mi vida y de los hombres con los que habia vivido. En ningun momento se escandalizo, me condeno o me desprecio; simplemente desde su silencio hacia brotar en mi una alegria que si apagaba mi sed, comenzaron a rodar por mis mejillas lagrimas de dulzura, el seguia mirandome con un gesto lleno de bondad, puso su mano en mi hombro y me sentia inundada del perdon que jamas habia imaginado. Deje que entrara en mi corazon, que descubriera mi pasado...y me iba sintiendo mas y mas liberada. Jesus me habia ganado. Le confese toda mi vida, le dije porque lo habia hecho pero el no me condeno, y yo le repetia una y otra vez:--Senor, dame de esa agua-- al mismo tiempo que recogia mis lagrimas con la lengua. Enseguida pense en otras personas que como yo estabas devoradas tambien por la sed. Le dije que me esperara y corri al pueblo a llamar a la gente para que viniera a ver a aquel hombre judio. Habia dejado el cantaro junto al pozo, pero mi corazon iba rebosando de aquella agua vivia que me lleno de felicidad y de paz. Algunos no me hicieron caso, otros acudierona ver tambien a Jesus. ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ QUIZAS ERES TU UNA MUJER QUE COMO YO HA COMETIDO MUCHOS ERRORES EN LA VIDA. QUIZAS TAMBIEN A TI TE DESPRECIAN Y TE MARCAN INCLUSO LA GENTE DE LA IGLESIA. QUIZAS TE CASASTE CON UN HOMBRE AL QUE NO QUERIAS, QUIZAS TAMBIEN A TI TE GOLPEABA, QUIZAS CUANDO TE CASASTE LO HICISTE NO POR AMOR, SINO PARA SALIR DE CASA DE TUS PADRES....QUIZAS COMO YO UNA Y OTRA VEZ HAS BUSCADO EN OTRO HOMBRE APAGAR EL VACIO Y EL FRACASO ANTERIOR. YO LO HICE POR SED Y SOBRE TODO, INSEGURIDAD; ES DURO PARA UNA MUJER VIVIR SOLA EN ESTE MUNDO MACHISTA. ADEMAS SI YA HAS TENIDO A OTRO HOMBRE Y UN FRACASO, LOS DEMAS PIENSAN QUE ERES PIEZA FACIL Y SE LANZARAN SOBRE TI COMO LO HICIERON SOBRE MI. YO PENSABA QUE DIOS ME RECHAZABA POR TODO ESO, PERO NO ERA ASI. SU TU PIENSAS QUE DIOS NO TE QUIERE POR TODO ESO, ESTAS EQUIVOCADA. YO SOY TESTIGO DE AQUELLA MIRADA DE JESUS, DE SUS PALABRAS Y TE LO PUEDO ASEGURAR: JESUS NO ES COMO LA OTRA GENTE, EL NO TE MARCA NI TE CONDENA. CUANDO TE SIENTAS DESPRECIADA POR OTRA GENTE, NO TE DESAMINES, DEJATE MIRAR POR JESUS, EL TE SANARA COMO LO HIZO CONMIGO. A MI ME ESPERO JUNTO A UN POZO EN EL DESIERTO....A TI TAMBIEN TE ESPERA, EL SABE DONDE. SEAS HOMBRE O MUJER, GRANDE O JOVEN, SI TIENES SED BUSCA EL AGUA VIVA DE JESUS. |
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| **Midi: Pescador De Hombres** |