ANA REMEMBERS
Mi Madre, Tula Leonor Hidalgo Velazco
Lo que más me impresionó siempre de mi madre es su estado de horfandad. Perdió muy pronto a sus padres. A su madre a la edad de siete años y a su padre a los catorce. Cuando casi era una niña.
Sin embargo siempre habló de su padre como si aun viviera. Le decía su papacito. Parece ser que ella era la preferida de su padre. Mi madre creció un poco sin el control de una madre y con la complacencia siempre de un padre bondadoso. Ella cuenta que era una niña terrible. Gustaba de jugar en la lluvia, bajo los chorros de agua que soltaban los techos encalaminados de su tierra serrana (Sicuani), jugaba basquetbol y dice que lo hacía muy bien, saltaba y corría como una fiera. Aún recuerdo que muchas veces ha jugado con nosotros cuando eramos ya grandes.
Nos contaba de sus amigas del colegio, de como su padre la mandaba a recoger con un empleado, pero ella se escapaba para subir al serro que quedaba al frente de su casa.
Sicuani es un pequeno pueblo al sur del Cuzco, la capital del imperio de los Incas, que se encuentra en la sierra sur de la República del Perú. Sicuani por lo tanto es un típico pueblo serrano. De calles estrechas, pequeño, con una plaza en el centro del pueblo y algunas calles a su alrededor. Parece ser que en el tiempo en que mi madre pasó allí su niñez, el pueblo tuvo cierta importancia comercial. Debido a su situación geográfica y a que tenía una estación de tren que conectaba al pueblo con casi todo el país. Mi madre contaba que los domingos habia una gran feria y que venían los indios que bajaban de las comunidades indígenas de las zonas altas. Traían papas, chuños, quinua, olluco, oca, (productos nativos)y cambiaban estos por harina, azucar, aceite, etc.
Mi abuelo, el padre de mi madre, era farmacéutico y tenia una botica, mi abuela, era comerciante y tenía una tienda.
Otro recuerdo terrible de mi madre es como vió desaparecer todo lo que le pertenecía. Cuando murió su padre, los hermanos albaceas, (depositarios de los bienes) ya que las niñas eran menores de edad, entraron en conflicto y el juez ordenó sellar con precintos las puertas de la tienda y de la farmacia, nadie podia entrar. Cuando lo hicieron después de años, cuenta mi madre que todo se había podrido y malogrado por la acción del tiempo, los ratones y todo lo demás.
Ella pasó de ser la niña mimada y consentida a ser la niña huérfana al amparo de sus tíos. La pusieron de negro y se la llevaron a Arequipa. Alli perdió e vista también a su única hermana que se la entregaron a otros tíos, según parece mucho más malos que la pegaban y de donde tuvo que escapar apenas pudo.
El tío de mi madre, que también era farmacéutico, se mudo pronto a Tacna y asi mi madre recaló en Tacna a la edad de18 años más o menos.
En Tacna mi madre pasó casi toda su vida, seguro penso que jamás se mudaría a otra parte hasta que por sus hijos se tuvo que mudar primero a Lima, la capital y después a USA , Nueva Jersey.
De joven mi madre era famosa porque bailaba el tango apache, se presentaba en el teatro con su prima. También cuenta mi madre que era muy trabajadora, practicamente llevaba la casa de sus tíos, hacía todos los deberes de una casa y algunas veces después de estar en una fiesta toda la noche, sin dormir se ponía a barrer la casa. Era una casa grande, yo la conocí, tenía un gran pasillo de piedras pequeñas en el piso, luego las habitaciones eran grandes, con suelo de madera, el salón tenía espejos y un equipo de música antiguo. En el fondo de la casa hubo en su tiempo gallinas y cuenta mi madre que también habían muchos nidos de palomas.
A mi mamá le gustaba escuchar y bailar a música popular de la época, como los tangos, y ver el cine. Se le confundían con Pola Negri, la actriz más romántica de su adolescencia. Mi madre tuvo una decepción amorosa con un novio con el cual estuvo cienco años y que luego le tardó cinco años más olvidarlo. Ese tiempo estuvo sola hasta que conoció a mi padre, cuando tenia treinta años.
Parece ser que al comienzo fueron felices. Aunque eran muy diferentes. Mi madre supo llevarlo bien durante el tiempo en que fuimos niños. Pero luego cuando fuimos adultos e independientes se divorció. Mi padre nunca dejó de querer a mi madre.
MI PADRE, Felix Cárcamo Vega
Mi padre fue el mayor de una familia de catorce hermanos. Nacieron en un pueblo de la sierra de Tacna llamado Candarave. Como muchos pueblos, hoy no tienen ya la importancia que tuvieron antes, en la época en que ellos eran jóvenes. Candarave tenía también una plaza principal, donde estaba la iglesia del pueblo, el ayuntamiento, algunas tiendas principales. Al fondo había un volcán, no me acuerdo el nombre. Un tío mío que adoraba su tierra pintó un cuadro de Candarave con el volcán al fondo. Luego sus calles un poco porvorientas generalmente de piedra y sus casas con puertas altas y mamparas de cristales como la casa de mis abuelos. Dentro tenían una huerta. Mi abuela tenía sus potreros en las laderas de los cerros. Se podían ver desde la casa. Los potreros eran espacios de terreno donde guardaban a los animales con espacios grandes de pasto para que comieran. Pasaba cerca también un río no me acuerdo su nombre. En la época de ellos, es decir cuando ellos eran jóvenes, los hombres se vestían muy elegantes y las mujeres con vestidos largos. Mi abuela los usó hasta el día de su muerte. Yo recuerdo los vestidos de mi abuela hasta los tobillos. Eran más bien de regular estatura, en cambio mi padre era alto y algunos de sus hermanos.
Mi abuela Cedonia Vega de Cárcamo, tenía mucho carácter. Todos le tenían un poco de miedo. Era fuerte, tenía los aires de una mujer de armas tomar. Como mi abuelo era profesor de escuela, su sueldo no era suficiente para alimentar a una familia que se iba haciendo numerosa, entonces mi abuela, monto el negocio del comercio de ganado. Llegó a tener muchímas cuadras de ganado. Cuenta mi padre que, siendo casi un niño lo mandaban a Bolivia a comprar ganado. Le fajaban en la cintura un cinturón donde escondían el dinero y así se iba con Luciano su capataz o el capataz de la madre a quien también yo conocí, ya viejo por supuesto.
Mi padre siempre contaba historias fabulosas de esas peregrinaciones, sobre todo cuando iban solos y tenían que cruzar largos caminos, montañas y desiertos donde no pasaba nadie y sobre todo de noche los pocos árboles proyectaban sombras fantasmales.
Decía que un día se le cruzó el jinete sin cabeza, lo contaba tan serio que siempre me creí sus historias. Otro dia durmió en un cementerio al lado de un muerto, bueno cosas terribles le ocurrieron, sabe Dios que fue verdad que fue mentira.
Volviendo a mi abuela, dice que montaba caballo como un hombre, llevaba a sus hijos en la jofaina del caballo, uno a cada lado y otro en la barriga.Una vez ella misma se atendió un parto, a la orilla de un río y con una piedra filuda rompió el cordón umbilical que la unía a su bebé. Era de armas tomar mi abuela. No tenía miedo a nada. Hizo dinero comerciando con las mulas, las compraba en Bolivia, las engordaba en Candarave y las vendía en Tacna. También prestaba dinero a los indios que por supuesto no eran sujeto de crédito de la banca oficial, entonces mi abuela que ya para entonces tenia dinero les prestaba con intereses y asi ganaba más dinero todavía. Todos le tenían miedo, los indios, sus hijos y yo creo que hasta mi abuelo le temía. Ella se sentaba en la cabecera de la mesa, lugar que en esa época era reservado solo a los hombres. Sus hijos le temían pero la adoraban. Mi abuelo también. Aunque cuentan que mi abuelo salía con otras mujeres de vez en cuando. Mi abuelo fue luego director de escuela y también fue alcalde de Candarave, un día un carnicero le corto la barriga con un cuchillo filudo y grande con el que se corta la carne, fue porque el dió una orden en el municipio en contra de los carniceros o algo así. Yo lo ví entrar por el pasillo de la casa cogiéndose el estómago para que no se le salieran los intestinos.
La casa de Candarave era grande. Mi abuela solía hacer unos bollos y unos mestizos (panes de centeno) que nunca he vuelto a comer en mi vida eran muy buenos, en realidad era muy buena cocinera. Al fondo de la casa había un horno de leña y allí mi abuela metía los panes. Yo era niña y mi abuela para mi era un personaje grande y misterioso, no nos hacía cariños, pero cuidó de nosotros, a su manera, por el poco tiempo que estuvimos con ella.
Todos mis tíos estudiaron y fueron a la universidad, menos mi padre que salió un loco. Se robaba a las chicas, se casó a los 18 anos con su tía que era más de 20 anos mayor que él, era un enamoradizo y borrachín. Tocaba guitarra y tenía una personalidad seductora. Era bastante generoso, cuando tenía dinero lo gastaba en tonteras recuerdo que compraba juguetes no solo para nosotros sino para todas mis amigas también.
Mi abuelo era paciente y siempre andaba bien vestido con camisa, corbata y tirantes para sujetar sus pantalones. Él había estudiado en Lima y allí aprendió también el arte de la fotografía. Tenía fotos de mi abuela muy bonitas. Luego seguro se olvido de esa afición por lo hijos y el trabajo. Pero realimente mi abuela fue la que daba las órdenes en la casa. Todos le consultaban a ella lo que había que hacer. Ella decía que aunque sus hijos fueran grandes, ya mayores la tenían que obedecer a ella, cogía su bastón y les pegaba si no le obedecían y se ponía seria, muy seria. Casi nunca vi reír a mi abuela.
Mi abuelo era más cariñoso nos llamaba y nos hacía preguntas si contestábamos bien nos daba caramelos. Siempre andaba leyendo el periódico. Mi padre cuando envejeció lució igual fisicamente igual a él.
MI PADRE
Cuando fuimos niños mi padre fue un buen padre. Era cariñoso y yo recuerdo que lo amaba más que a mi madre. Cuando crecimos algo pasó, no pudimos seguir comunicándonos. Hasta años después en que tuve a mi hijo y traté de ser más comprensiva con él. Entonces contaba sus historias de cuando era niño y las responsabilidades tempranas que tuvo que asumir por ser el mayor de catorce hermanos. Padeció una educación basada en el castigo. Sin embargo pocas veces nos castigaba a nosotros. Algunas veces sí que nos pegó, pero no fueron muchas. Le gustaba inventar historias, algunas quizás eran ciertas. Le gustaba comprar siempre lo mejor, al contrario de mi madre que siempre buscaba lo más barato. Le gustaban las fiestas y los amigos hasta que por mi madre tuvo que dejar todo eso porque a mi madre no le gustaba nada de eso. Mi madre fue y es muy solitaria. Mi padre al contrario era muy sociable hasta cuando fue mayor lo buscaban sus amigos, pero tenía un alma de niño por eso también se peleaba a menudo con ellos. Quería siempre tener la razón y ser el líder. No obstante fue un policía respetado y honesto. Nunca aceptó sobornos y siempre cumplió con su deber. Le dieron al final una medalla al mérito que la exhibía en el salón de la casa.
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Era muy galante con las mujeres y extremadamente celoso con mi madre. Le gustaba comer bien. Recuerdo que siempre llegaba de los pueblos donde lo enviaban a trabajar y llegaba cargado de fruta y a veces con animales muertos que el mismo disecaba sus cabezas y la carne la repartía entre sus hermanos .
Era muy unido a sus hermanos. Era el clan de los Cárcamo, tenían mucho orgullo y siempre andaban diciendo que los Cárcamo eran los más inteligentes, los más responsables y que había que dejar muy alto el apellido Cárcamo. Así pensaban todos mis tíos y tías. Cuando vivían mis abuelos nos reuniamons siempre en torno a ellos. Era una familia grande y tenían poder. Luego poco a poco con el devenir de los años la familia se desintegró y se vino a menos. Pero en la época en que yo era niña me sentía arropada por una familia grande que tenía conciencia de que debían mantenerse unidos frente a todo para salir adelante. Casi todos escalaron buenos puestos a excepción de mi padre, que aunque nunca nos faltó nada tampoco tuvimos grandes lujos. Eramos una familia de clase media pero fuimos por ejemplo los primeros en el barrio en tener televisión, los hermanos y hermanas de mi padre que vivían en la capital le enviaban lo él encargaba. También nos enviaban libros y regalos. Claro que las hermanas eran mas unidas y se ayudaban más entre ellas. Pero teníamos una tía que era la preferida. Le llamabamos Mamá Olguita porque no tuvo hijos y entonces nosotros eramos como sus hijos. Mi hermana por ser la mayor de todos los sobrinos era la que ponía los nombres y todos le seguíamos. Mi hermana era una lider desde que nacio. Fue muy mimada por todos mis tíos porque ellos todavía no tenían hijos, entonces la sacaban a ella a pasear, le compraban vestidos nuevos, la arreglaban como a una muñeca. Por eso a ella le encanta comprar y lucir bien. Siempre la hicieron lucir bien. Mis tías eran muy conocidas en Tacna y siempre estaban en fiestas y compromisos. Recuerdo que por carnavales se hacían grandes fiestas en Tacna y mias tias se disfrazaban e iban a las fiestas, eran muy alegres, casi todas, pero más la mayor mi tía Bertha que luego murió del corazón. Mis tías eran bonitas, atractivas. montaban a caballo. Yo no las ví nunca , pero contaban que en los desfiles ellas hacian verguerías con los caballos. Mi padre también montaba a caballo y nos llevaba sentadas delante de él. Los caballos de mi padre eran enormes animales. Él los cuidaba y los lavaba. Eran hermosos.
Cuando mi padre se hizo viejo se puso más niño. Menos mal que se volvió a casar y le tocó una mujer maravillosa que lo cuidó y atendió hasta el día de su muerte. Fue una suerte que encontrara una mujer tan buena. Nosotros teníamos pena de que se quedara solo en Tacna cuando mi mamá lo dejó. Pero ahora comprendo que el necesitaba otro tipo de mujer que lo entendiera mejor así como lo entendió su segunda mujer y espero haya tenido un buen tiempo al final de todo.
MI MADRE
Como he dicho mi madre es solitaria y bastante sensible. Cuando era niña la veía hasta debil. A veces regresaba del colegio y la encontraba mirando por la ventana el atardecer, costumbre que la tiene hasta ahora. No sé que mira , pero observa horas por la ventana sin hablar, sin hacer comentarios. Luego leía el periódico, aunque fueras de dias o semanas anteriores no importaba ella decía que aprendía mucho leyendo. Cuando se hizo mayor cambio el periódico por la televisión y asi se pasa horas frente al televisor. Cuando joven tenía mucha energía, juegaba con nosotros y nos enseñaba el básquetbol, seguro le hubiera gustado que alguno de nosotros saliera deportista, pero no le salio ninguno deportista. Ella amaba el deporte. Hasta ahora los domingos se ve como cinco partidos de fútbol de corrido, lo cual a mi me parece tremendamente aburrido.
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Mayo de 2001