ELIZA EQUEZ |
Yo ruego ante ti, caida de inojos que no llores por mi, mi amor, mi dulce encanto, no a cenizas reduzcan los despojos del corazon que lacero el quebranto. Pierdan mas bien su luz mis pobres ojos, si han de ver en los tuyos triste llanto; llevan sobre mi pecho mil enojos, con ellos penare pero no tanto. Acaba mi existencia carcomida la mano de un dolor tenaz y fuerte o el martirio mas cruel madre querida Mas feliz, sin llorar, pueda tenerte que el morir, si tu pena es, fuera vida y el vivir con tus lagrimas es muerte. |
No Llores Madre Mia |