|
Mantenernos
callados |
||
|
¿Qué diría usted señor lector si alguien pretendiese silenciar su palabra, viva expresión de su pensar y en definitiva espejo de usted al mundo a través del cual todos le vemos, le percibimos y le sentimos? Difícil es conocer el pensamiento de un mudo. Da la sensación por las actuaciones que llevan a cabo los gobernantes del Partido Popular –con la patética colaboración de los aspirantes socialistas-, que cuantos más muditos seamos los ciudadanos mejor. Todas estas reflexiones invadieron mis pensamientos, bueno ciertamente llevan tiempo invadiéndolos, pero más aún el día que escuché a Dª María San Gil pedir que se retirase la película-documental de Julio Ménem sobre la situación que se vive en Euskadi. Me recordaron aquellas palabras los quehaceres que no deseos, de los gobernantes de épocas pasadas, de censura y tribunales de orden público, cuando el discrepar con el pensamiento oficial te llevaba a la cárcel. |
Pero más grave aún eran las pretensiones de los populares en cuanto al citado documental si tenemos en cuenta que sus “actores” eran representantes de la sociedad vasca y de la sociedad política española. Sencillamente personas de diferentes ideas, con pensamientos libres expresándose en libertad ante una cámara, incluidos destacados militantes del constitucionalismo español. El documental es un contraste continuo de ideas, una radiografía casi perfecta de la situación que vive Euskadi en el que todos aquellos que creen auténticamente en la libertad de expresión han deseado participar. Es un film dedicado a los que no han querido que su pensamiento quedase allí reflejado, crítica sutil por negar el debate y el contraponer las ideas propias a las del otro. Patético también fue escuchar diversas opiniones vertidas sobre la citada obra cinematográfica por parte de personas que ni la habían visto, ni la han visto, ni la verán y siempre acorde con el apoyo de quienes desde los medios de incomunicación toman partido y se suman a la crítica falaz e injusta sobre el para ellos desconocido documental. Getxo a 13 de noviembre de 2003. |
|
