DEL
RÍO BRAVO A LA ANTÁRTIDA |
Boletín
Electrónico de la UNIÓN LATINOAMERICANA SIGLO XXI
|
Arturo Jauretche: "Si malo es el gringo que nos compra, peor es el criollo que nos vende".
EDITORIAL:
ASUNTOS DE COLONIA
vs CUESTIÓN NACIONAL
En
la Argentina, así como en toda América latina, los tiempos para una solución
nacional a la actual crisis se agotan drásticamente. Los países de la región
deben impulsar, en este momento, acciones para superar los desequilibrios
internos, resguardar su autonomía, formar un sistema sudamericano de
cooperación económica y política, y de ahí en más, negociar con
criterio de bloque político nacional las distintas propuestas lanzadas por
el imperialismo y demás bloques del globo. Dicho en otras palabras,
reconquistar nuestra soberanía primero para constituir un Bloque de Estados
Soberanos después, única herramienta capaz de enfrentar y vencer las fortísimas
corrientes colonizadoras e imperialistas que rodean el tercer mundo.
A
este paso los latinoamericanos perdemos por goleada, y esto obedece a que el
estatuto del coloniaje en la Argentina hace estragos; provincias y “nación”
continúan con el plan de entrega - sumisión - destrucción que el
imperialismo intenta imponer. Los políticos de la colonia enceguecidos por
unos cuantos dólares no hacen otra cosa que seguir traicionando a su
patria... y van a seguir: todo puede ser mucho peor.
Por
ello, resulta fundamental entender y denunciar
el mensaje ortodoxo del PROGRAMA HISTÓRICO COLONIAL PARA LA ARGENTINA:
Exportemos
productos primarios y restablezcamos las bases tradicionales del crecimiento
imperante hasta la crisis del treinta. Con esa propuesta, a la Argentina le
sobran cerca de 2.5 millones de km cuadrados y 25 millones de habitantes.
Aquel
PROGRAMA ANTINACIONAL que empezara durante el mismísimo 1810 y proliferara
con Rivadavia y Mitre, apoyándose una y otra vez en la alianza Litoral -
Buenos Aires contra las provincias del interior; aquel que hundiera un
majestuoso intento de soberanía nacional latinoamericana en la Guerra del
Paraguay; las masacres de Sarmiento; la resurrección del mitrismo con
Quintana; los golpes contra Yrigoyen y Perón; las políticas entreguistas,
desmalvinizantes, privatizadoras y antinacionales del proceso y las
subsiguientes democracias coloniales. La destrucción lisa y llana de la
Argentina como nación soberana e independiente está a un paso. Tal el
indiscutible resultado de una genial política antinacional de más de 200 años
de antigüedad, cultivada y
cosechada simultáneamente por ingleses, norteamericanos y latinoamericanos.
Para
los funcionarios de la colonia, la Argentina tiene solución exportando, tal
cual hizo siempre –en
realidad, siempre que ingleses y yanquis quisieron–. No les importa la
industrialización y mucho menos la reindustrialización; hablar de expansión
del mercado interno, es para ellos un tema tabú y totalmente irrelevante:
la Argentina debe ser un puerto de exportación de materias primas e
importador de manufacturas, punto final y pacto de Olivos.
En
cuanto a la acumulación de capital para un desarrollo desde adentro... ¿qué
es eso?... No señores, los hombres de la COLONIA actúan, legislan y
gobiernan para dar apoyo, facilidades y beneficios a la inversión privada
extranjera, y que como todo
aquel que desea un país independiente sabe, constituye el medio más sólido
y perfeccionado de generar mayor dependencia y marginalidad nacional.
Por
eso sigamos así, los argentinos y los antiargentinos, hablando del FMI, la
deuda, los ajustes, la desnutrición, las leyes de subversión; el corralito
y corralón; este o aquel ajuste del déficit provincial; Duhalde dual;
etc., etc. Sigamos con el librecambismo, muchachos, donde la única base auténtica
de crecimiento son las exportaciones y la principal vía de acumulación de
capital es la inversión extranjera. Asimismo, podríamos agregar que,
conforme al enfoque ortodoxo, el ahorro neto del país lo necesitamos ahora
para pagar los intereses de la deuda externa, y por ello, la conclusión que
se extrae es que la única vía de recursos para invertir proviene del
capital extranjero.
El
mensaje es aplicable a toda la Patria Grande, siempre impuesto desde las
oligarquías regionales, parasitarias y antinacionales. Así que hoy nos
encontramos inmersos en cuestiones de COLONIA, en asuntos de PATRIA CHICA,
pues los temas cruciales son apenas abordados y mal planteados desde un
lugar equivocado.
Es
preciso rescatar una visión realista del desarrollo, la cual necesariamente
tendrá que ser endógena y abierta al mundo. Debemos enfrentar al
pensamiento único y rechazar la visión fundamentalista de la globalización.
Dejar de debatir sobre el FMI, la deuda externa y las últimas leyes que el
CONGRESO de la COLONIA sancionara. Esto no implica dejar de lado estas
cuestiones, sino tratarlas desde la óptica del pensamiento nacional,
haciendo hincapié en temas que las involucran pero que van mucho más allá:
Librecambismo – Proteccionismo – Industrialización –
Reindustrialización – Aumento del gasto público – Refundación del
Estado – MERCOSUR – MONEDA
COMÚN – Renacionalización de las riquezas y servicios públicos –
Reconquista de las tierras nacionales – CAN y MERCOSUR – Independencia
económica – Soberanía política y Unidad Latinoamericana.
He aquí las cuestiones estratégicas para tratar y debatir; cuestiones que, por otro lado, ningún medio y muy pocos políticos se animan a plantear. Pasemos a la ofensiva, arrastremos los siervos del imperialismo al campo nacional para convertir estas zonceras –por más que se deje de pagar la deuda, se devalúe o se supere el corralito no se arregla nada sin un gobierno nacional–, repitiendo y resumiendo, convirtamos esas zonceras en cuestiones de PATRIA GRANDE, en cuestiones NACIONALES, de supervivencia y salvación de nuestra querida y hermosa Argentina, criolla y nacional.
Federico M. Bugarte (UL21)
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