DEL
RÍO BRAVO A LA ANTÁRTIDA |
Boletín
Electrónico de la UNIÓN LATINOAMERICANA SIGLO XXI
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EDITORIAL
¡Salud Cardoso!, presidente del Brasil. Su alocución contra el FMI significó una clase magistral de soberanía latinoamericana. Agradecemos infinitamente sus palabras, sus gestos y posturas durante el desarrollo de la misma. Sepa además, señor presidente, que desde los gestos hasta las palabras, todos ellos resumen la indignación de millones de latinoamericanos, y especialmente hoy, la bronca e impotencia de millones de argentinos. Pobre pueblo argentino, aun huérfano de una clase dirigente y de un presidente con el temple, la valentía y el coraje de un verdadero patriota. Patriota que como usted, enfrenta abiertamente, y con aquellos gestos y palabras propias de un presidente seguro y determinante, como el cínico Bush, pero determinante al fín, a los esbirros del imperialismo más cínico de la historia de la humanidad. Usted demostró que hay que perder el miedo, usted demostró y vaya si Brasil lo viene haciendo, que sí es posible un verdadero proyecto de Nación latinoamericana.
Eran necesarias esas palabras y esos gestos, en definitiva, ESA DEMOSTRACIÓN DE CONFIANZA EN NUESTRO PODERÍO, EN NUESTRA AMÉRICA LATINA.
Infinitas gracias, señor presidente, por habernos adoptado a los argentinos en este momento tan difícil. Difícil y bien Dantesco -o quizás bien cínico e imbécil como son los norteamericanos-, puesto que nos traen para negociar a un cipayo original: ¡¡un indú mercenario!!. Les funcionó a los ingleses, veremos si les funciona a ellos, que en definitiva son lo mismo, pero que no es lo mismo el regreso al cipayaje "made en casa", pues significa la creciente estupidez y la falta de nuevas ideas imperiales. ¿Acaso se estarán quedando sin materia prima mercenaria? ¡Miren que en Argentina hay por montones! ¡Ah, caí en la cuenta! ¡Bien por ellos!: no es casualidad que nos trajeran al indú, más bien causalidad por el fabuloso polo de atracción inter-cipayo que existe en la Argentina.
Señores presidentes de la desmembrada América latina:
¡Que ejemplo el de Cardoso! ¡Que ejemplo el del Brasil!
¡Que
hermoso si nos uniéramos... y cuan invencibles resultaríamos!, señores
presidentes...