La respiración o pranayama constituye otro aspecto importante en el Hatha Yoga e implica volver a aprender a respirar usando al ciento por ciento nuestros pulmones.  La respiración se altera producto al stress y la agitación de la vida moderna.  Olvidamos la respiración plena y nos acostumbramos a una forma entrecortada y agitada de tomar el aire, o mejor dicho, el prana.  Las asanas de pranayama nos ayudan a recobrar el movimiento diafragmático, que nos ayuda tanto a inspirar como a espirar satisfactoriamente y nos permiten lograr una respiración rítmica corrigiendo la respiración defectuosa que acarrea tantos problemas de salud.  Los centros vitales, o sea, los centros nerviosos de nuestro cuerpo etérico (o cuerpo pránico como muchos lo denominan), se sincronizan con la fuente de vida (llámesele Dios, Creador, Logos, etc.) y la paz nos  embarga dejándonos una sensación de felicidad total.

   El Hatha Yoga es más que una gimnasia o que una técnica de ejercicios, es una disciplina y una forma de vida.  Sus bases están arraigadas en la creencia de que somos una ínfima gota en el océano divino, y como tal, podemos manifestar la divinidad.   Para llegar a alcanzar la perfección, el practicante tiene que tener disciplina y paciencia, el Hatha Yoga imita la inteligencia de la naturaleza al decir que no se deben cometer excesos al hacer las asanas.  Una vez que practicamos suficientemente una posición, alcanzaremos sus beneficios máximos, pero mientras tanto, nos basta con intentar ejecutar las asanas lo mejor posible.  Esta disciplina requiere de una alta dosis de voluntad.  El principiante que se desalienta porque no consigue ejecutar las asanas, que se frustra y abandona la práctica, pierde más con esa actitud derrotista que aquel que día a día intenta perfeccionar sus posiciones aunque no consiga resultados inmediatos.  La paciencia y la voluntad, que son cualidades tan importantes en el desarrollo espiritual, se fortalecen como resultado de la práctica continua de Hatha Yoga.  Esta técnica la puede practicar cualquier persona, no importa la edad o su estado de salud, siempre que este consciente de las limitaciones que puede tener para lograr algunas de las asanas.  Es aconsejable consultar los manuales de Hatha yoga para saber cuales son sus limitaciones a la hora de la sección yoga
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